El 10 de enero, tanto las inmediaciones del Tribunal Supremo de Justicia, como cerca de tres cuadras de la avenida Baralt, los simpatizantes del chavismo ocuparon los espacios para «celebrar» el mandato recién asumido.
También, como se sabe, las personas que estuvieron en las calles fueron trasladadas en autobuses, que fueron dejados en la avenida Urdaneta. Aunque muchos fueron en realidad por su «sentir» con Maduro, otros lo hicieron por la comida -y hasta por dinero- que estaban dando en la actividad, según constató El Estímulo.
Por supuesto, los empleados de la administración pública acompañaron la concentración, todos siempre con la custodia de los cuerpos de seguridad del Estado por ser un evento de concentración de masas.
El color rojo una vez más inundó el ambiente. Bailes, pancartas, franelas con la banda presidencial, críticas contra Donald Trump, eran algunas cosas que se podían apreciar durante la mañana del jueves.
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