Venezuela

Guaidó se juramenta: reacciones ante un nuevo comienzo

Minutos antes de que el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, se juramentara frente a un mar de gente que lo vitoreaba y apoyaba, manifestantes en el Distribuidor Altamira se disponían a voltear un camión cerca de unos cauchos encendidos. Con la falsa alarma de “ahí vienen”, quienes protestaban corrieron del lugar, pero por la Avenida Libertador venía otro grupo con sonrisas y gritos de “¡Tenemos presidente!”

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Texto: Manuel Tovar y Francis Peña | Foto: Alejandro Cremades

El ambiente era de jolgorio, la gente bailaba como una gran fiesta, miles de banderas tricolor con siete u ocho estrellas ondeaban por la ciudad, símbolos de paz, personas con biblias y algunos con máscaras en la cara coparon las calles desde Parque Del Este hasta Chacaíto. A medida que se acercaban las personas a la tarima era más difícil caminar, el aire se hacia más caliente y era más difícil respirar entre el mar de cuerpos sudorosos que se agolpaban bajo el inclemente sol del mediodía capitalino. El paso alegre de baile trasmutaba en un lento paso de procesión.
La calle estaban llenas de billetes de 500 bolívares tirados en el piso. Nadie los recogía: «Eso no vale nada», se escuchó a lo lejos. Los vecinos de Chacao veían desde los balcones de sus edificios, tenían un puesto privilegiado para ser testigos de la historia.
De vez en cuando se escuchaban consignas espontáneas: “Y ya cayó, y ya cayó este gobierno ya cayó”, “¿Quiénes somos? Venezuela, ¿Qué queremos? Libertad” y el grito socarrón de “Maduro… Coño e’tu madre” fueron los más repetidos.
Era inevitable no tocar a otra persona, pero no había peleas o molestias, todos estaban allí cumpliendo con el país, con el apoyo de la Asamblea Nacional y de la comunidad internacional y nadie se quejaba. La cosa era hoy y el único reclamo era la juramentación.
Estefany Belisario, de 23 años de edad, y Dayana González, de 21 años de edad, son dos jóvenes estudiantes de Sociología de la Universidad Central de Venezuela que afirmaron estaban en Chacao para apoyar a la Asamblea Nacional y al presidente del Parlamento Juan Guaidó. Agregaron que estaban allí porque no desean emigrar y porque quieren vivir en Venezuela. “Jamás pensé que Guaidó se juramentaría, pero nos gusta que lo haya hecho”, dijeron las amigas.
Alejandro García, un almacenista de 60 años de edad, afirmó que siempre ha marchado y que nunca ha estado de acuerdo con lo propuesto por este gobierno, manifestó que estaba en la concentración por la situación del país:
“Estoy harto que ellos, el gobierno, quieren apoderarse de todo, tener todo para ellos, robarse todo. Este gobierno se burla de todos nosotros. Estamos aquí porque la gente está clara ahora, que el sometimiento viene en una caja de comida”, dijo.

García añadió que para él, “no hay país más bello que Venezuela, ni en Latinoamérica, ni en el mundo, este país es hermosura, somos afortunados de haber nacido aquí”.
Gustavo Granado tiene 16 años de edad pero habló con la templanza de un adulto. Sabe el compromiso que tiene por delante y la vida que quiere llevar. “Quiero la Venezuela bonita de la que hablaban en mi casa, mis padres, mis abuelos. Quiero cumplir mis sueños aquí, mi futuro, mis estudios en la universidad, que la gente pueda tener alimentos y medicinas y no mueran por su carencia. Quiero una Venezuela distinta y estoy luchándola en la calle desde 2017”.
Zoibe Rojas se movilizó desde Guarenas-Guatire solamente para cumplir el llamado que los dirigentes opositores hicieron para este miércoles 23 de enero. Ella quería marchar y así lo hizo. Con ojos aguados, bandera tricolor y una sonrisa, la mujer de 45 años de edad habla de la esperanza. “Queremos que todas las personas que están afuera y nosotros que estamos aquí pasando toda esta desgracia, volvamos a ser la Venezuela que era antes. Guaidó despertó en mí esa esperanza, yo siempre he tenido esperanza, eso es lo último que se pierde”.
De los que estaban presentes y atentos a las palabras del diputado pocos se imaginaban lo que vendría a continuación, una juramentación simbólica que necesita completarse de forma oficial en el Parlamento. A Zoibe la tomó por sorpresa. “No esperaba que se juramentara, no pensaba que esto iba a pasar, de verdad. Todo el apoyo para él de parte de todas las personas que estamos en esta marcha y esperemos que ellos también nos den la respuesta que nosotros queremos”.
Pasaron quince minutos y entre los manifestantes que ya se retiraban del lugar estuvo Zoibe, pero cerca de ella estaba sentado en la acera alguien que no usaba en su vestimenta nada referente a símbolos venezolanos pero que habló con la misma pasión que ella. Alejandro León tiene 24 años de edad y en las últimas protestas masivas en el país fue uno de los que salió a las calles.
Si la oposición volviera a construir una ruta de protestas continuas, Alejandro volvería a unirse pero no sin antes recibir algo. “No lo haría sin dirección tampoco con violencia sino de una forma que represente lo que defendemos. Me parece que Guaidó ha estado claro con el discurso”.
Para él, la cara del parlamentario representa una nueva generación de políticos en el país y la decisión de juramentarse como presidente de Venezuela fue la correcta.
“Es una buena iniciativa siempre y cuando aproveche la emoción del pueblo, creo que hay esperanza en las personas y pienso que responde un poco a esas expectativas. El liderazgo se está fortaleciendo con una nueva generación que él representa y creo que si sigue con ese ideal de querer hacer las cosas con el apoyo de la gente y lo que quiere la gente, creo que podemos lograr los objetivos en este año”.

Al terminar la ola de protestas de 2017 que dejó como saldo un total de más de un centenar muertos, el liderazgo de la oposición perdió fuerza pero ahora parece haber una renovada fe. Alejandro analizó: «Anteriormente el liderazgo de la oposición no permitía que esa generación joven resaltara, reluciera o planteara las ideas, creo que el historial de este liderazgo es algo nuevo y por eso las personas se abocan más a esa perspectiva y estrategia que plantean, que me parece más clara que las otras veces”.
Sin embargo, hay quienes no coinciden y asumen que todos van a «hacer lo mismo». Tal es el caso de Chiquinquirá Flores de 17 años de edad. Para ella, Guaidó no representa a alguien que realmente quiera ayudar al país.
“No me parece que Guaidó sea esa persona porque plantea lo mismo que han planteado los otros, ninguno frentea, ninguno está con el pueblo en la calle, ellos vienen, hacen lo que van a hacer y se van, ninguno se queda acompañando”, dijo.
La estudiante de Comercio Exterior en el Instituto Universitario de Tecnología de Administración Industrial igual afirma que seguirá saliendo a las calles cada vez que sea necesario porque el pueblo ya está en la calle. «Aquí o nos mata la Guardia Nacional Bolivariana o nosotros los matamos a ellos”.
Cuando todos disponían retirarse, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana iniciaron la represión contra los manifestantes en Chacaíto y posteriormente en El Rosal, con lacrimógenas y perdigones intentaron dispersar a una ciudadanía que no quiere volver a sus casas hasta alcanzar su libertad.]]>

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