El papa Francisco recordó hoy las «prolongadas penalidades y angustias» de los venezolanos, que se «han visto agravadas por la terrible pandemia», y pidió unidad y reconciliación por el bien del país, en un videomensaje en ocasión de la beatificación mañana en Caracas del médico venezolano José Gregorio Hernández.
El pontífice argentino explicó que la beatificación de José Gregorio (1864-1919) tiene lugar en «un momento particular y difícil para los venezolanos» y expresó su deseo de visitar el país.
«Al igual que mis hermanos obispos, conozco bien la situación que sufren, y soy consciente que sus prolongadas penalidades y angustias se han visto agravadas por la terrible pandemia del covid-19 que nos afecta a todos», añadió.
También quiso recordar a «los tantos muertos y tantos contagiados por el coronavirus que han pagado con su vida, por mantenerse en sus tareas en condiciones precarias».
«Esta misma pandemia, que hoy día incide en esta gran fiesta de la fe de la beatificación y que la reduce para evitar contagios por razones de seguridad, de salud, nos mete en casa a todos, no nos permite salir a la calle a celebrar, a gritar, no, porque la pandemia es peligrosa», dijo, al recordar que se tratará de una ceremonia con pocos fieles por las restricciones.
Deseó que esta beatificación «pueda producir entre todos la respuesta del bien común tan necesitada para que el país reviva, renazca después de la pandemia con espíritu de reconciliación» e instó a los venezolanos a que «en medio de todas las dificultades, den pasos concretos en favor de la unidad, sin dejarse vencer por el desaliento».
«Pido a Dios por la reconciliación y la paz entre los venezolanos, yo quisiera ir a visitarlos a ustedes», anunció Francisco, quien abogó por que «las instituciones públicas sepan brindar siempre seguridad y confianza a todos, y que el pueblo de esa bella tierra encuentre siempre oportunidades para el desarrollo humano y la convivencia».
El papa también pidió a los venezolanos que busquen el camino de la unidad nacional «por el bien de Venezuela» y que todos «con seriedad y sinceridad, desde el respeto y el reconocimiento recíproco, anteponiendo el bien común a cualquier otro interés, trabajen por la unidad, la paz y la prosperidad, para que, de este modo los ciudadanos y ciudadanas vivan con normalidad, productividad, estabilidad democrática, seguridad, justicia y esperanza».
Confesó el papa que todos los venezolanos que ha encontrado le preguntaban cuándo se iba a beatificar a José Gregorio y dijo que el llamado «médico de los pobres» fue «un modelo de santidad comprometida con la defensa de la vida, con los desafíos de la historia y, particularmente, como paradigma de servicio al prójimo, como un buen samaritano, sin excluir a nadie».