Rinocerontes y Murciélagos, las bestias de la GN

A los habitantes del conjunto residencial Los Verdes de El Paraíso, el terror les llegó importado desde Jiulongpo. En esa población china, ubicada a unos 15.000 kilómetros de distancia con respecto a Caracas, ensamblan los blindados VN4, harto conocidos como “Rinocerontes”, de la estatal China North Industries Corporation (Norinco). Pero la fabricación de estos vehículos específicamente corresponde a una subsidiaria de Norinco, la Chongquing Tiema Industries Corp. La empresa oriental los ofrece con tres configuraciones: uno de “policía antidisturbios”, que lleva una ametralladora en la torreta; otro para combate y una versión intermedia, que tiene los cristales reforzados y protegidos con rejillas. Estos últimos fueron los adquiridos por el Gobierno.
La compra de estos blindados, junto a otros sistemas de armas para la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y el resto de los componentes de la Fuerza Armada Nacional (FAN), hizo que China desplazara en 2012 a Rusia como el principal vendedor de material bélico para Venezuela.
Rocío San Miguel, directora de Control Ciudadano, deja claro que el precio unitario de cada vehículo es una incógnita, más aún si se toma en cuenta que entre el fabricante en esa población ignota del país asiático y Puerto Cabello hay un conjunto de manos y bolsillos que generalmente encarece los costos.
Del lado chino está Norinco. Para efectos administrativos, tiene sede en Caracas, en una quinta de la avenida Río de Janeiro, Las Mercedes. Sus representantes o directores designados para Venezuela, según el Registro Nacional de Contratistas, son Daniel Brener y Gabor Kovaks, quienes no son accionistas puesto que el gobierno del país distribuidor se ha reservado el 100% de los papeles. Brener participa como director en otras transnacionales, algunas del ámbito militar como Saab, y junto a Kovacs figura en la junta directiva de la Ericsson y la China National Precission Machinery, que exporta “productos aeroespaciales”.

Del lado venezolano está Veximca, Venezolana de Exportaciones e Importaciones CA. Su presidente es el general de la Aviación Giuseppe Yoffreda Yorio, el mismo que últimamente adelantaba los trámites para la fallida importación de cartuchos de gases lacrimógenos desde Brasil y Chile.
Aunque los precios unitarios de los vehículos Norinco VN4 es por ahora un secreto, existen dos pistas. La primera, que el gobierno tailandés adquirió en 2015 un lote del mismo modelo que los vistos en las calles de Caracas, pero configurados para combate. El precio unitario de cada uno fue de 1,7 millones de dólares, se desprende de las cifras aportadas por la revista especializada en temas militares Jane’s.

La cantidad puede parecer exorbitante, en especial si se toma en cuenta que ese mismo dinero podría ser invertido en mejorar hospitales y escuelas del país, o para mitigar la escasez de medicamentos, que ronda el 70%. Para San Miguel debe ser tomada solamente como referencia, hasta que no se disponga de la documentación correspondiente a la transacción venezolana. “No se puede considerar solo el costo unitario, sino toda la logística que debe rodear a cada equipo, pues se trata de sistemas de armas”, explicó.
Parte del material fue pagado mediante una extraña operación, denominada por el Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, “reorientación de recursos” por 181,75 millones de bolívares, equivalentes a 28,84 millones de dólares, destinados exclusivamente a la “adquisición de material y equipos antimotín de última generación por parte de la Guardia Nacional Bolivariana”. Esta decisión fue tomada mediante resolución ministerial el 24 de febrero de 2016.
Pero esta sería apenas una pequeña porción de una compra que, según el asesor de la Asamblea Nacional (AN), Daniel Merchán, ascenderían a 1.535 millones de dólares. Para San Miguel, el componente de la FAN que más se ha fortalecido con este gasto durante el gobierno de Nicolás Maduro ha sido la Guardia Nacional.
Contra cerca
El martes 13 de junio de 2017, el país presenció un nuevo paso en la escalada de conflicto que inició dos meses atrás. Luego de las 4 pm, un blindado VN4 negro arremetió sin miramientos ni clemencias contra la cerca perimetral de las residencias Los Verdes de El Paraíso. Atrás vendrían las tropas de la GNB, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) para allanar los apartamentos donde viven más de 6.000 personas. A su paso, destruyeron vehículos de uso particular y también robaron bienes de valor.

Para el “Rinoceronte”, la irrupción en los edificios no tuvo mayor dificultad. Este coloso hecho con acero reforzado puede llevar en su cabina a 10 personas —contando al piloto y al copiloto— acomodadas en asientos laterales y con aire acondicionado. En las caras laterales y atrás hay claraboyas desde las que se puede disparar con escopetas o lanzagranadas. La torreta donde va el lanzagranadas múltiple se maneja también desde abajo. Además, tiene suspensión individual en las cuatro ruedas, equipo de visión nocturna, sistema de posicionamiento satelital (GPS) y puede alcanzar una velocidad de 115 kilómetros por hora.

La publicación especializada Army Guide reseña que la flota de blindados VN4 en poder de la GNB suma ya 194 unidades. Son usados en reemplazo de las Oto Melara 6614 de fabricación italiana, compradas en los años ochenta del siglo pasado. Pero estos no son los únicos adelantos utilizados para imponer por la fuerza la voluntad política del Gobierno.
La gran muralla china
En la Guardia Nacional, hasta hace poco tiempo, era de obligatoria lectura el Manual Práctico sobre las Operaciones de Control, Mantenimiento y Restablecimiento del Orden Público, redactado en 1998 por una comisión encabezada por el entonces general de brigada Rafael Damiani Bustillos. Este documento establece que una de las formaciones básicas para afrontar multitudes de manifestantes es conocida como “Línea”. Puede ser hecha solo con vehículos o combinada. Es decir: con la participación de efectivos militares.
Anteriormente, cuando querían complementar la solidez de la barrera, los guardias colocaban una similar a la usada aún hoy en día para conducir multitudes en espectáculos públicos, y que se conforma mediante segmentos metálicos que pueden ser unidos gracias a un eslabón que poseen a ambos lados. Pero una de las recientes adquisiciones del Gobierno, exclusivamente para la GNB, evita la participación de los uniformados en el primer frente. Se trata del Portabarreras ABV-1 o Armored Barrier Vehicle 1, conocidos en caló bélico, o entre las filas de la resistencia como “Murciélagos”. Su principal función es trasladar una gran reja desplegable, que se sostiene con gatos hidráulicos instalados en ambos costados del cuerpo blindado. Además trasporta hasta once efectivos de tropa. En los extremos, el ABV-1 está coronado por sendas cámaras que van captando la acción de los manifestantes y que son manejables por un operador en cabina. La base de estas cámaras puede ser elevada.
Hasta ahora, no ha sido posible para los protestantes trasponer en masa los límites impuestos por estos dispositivos. Solo algunos los escalan, y atrás son esperados por los militares, quienes los hacen desistir con tiros de perdigón plástico.
Otro animal metálico en poder de la GN y de la PNB y que es familiar para los opositores se trata de la “Ballena blanca”, denominada por el fabricante chino mediante las siglas WCT-1, o Water Cannon Truck 1. Este tiene en la parte superior dos dispositivos de propulsión, que pueden girar casi por completo mientras son manejados desde la cabina por un agente, como si se tratara de un videojuego. Al igual que sus predecesores franceses usados en la GN, estos cañones de agua son acorazados con motor diésel. Mientras que los anteriores podían llevar hasta 7500 litros de agua, los chinos tienen una capacidad de 14.000 litros.
Tanto la “Ballena” como el “Murciélago” fueron comercializados en Venezuela por Norinco, pero no figuran en su portafolio de ofertas. Se trata, asimismo, de los primeros modelos que fabrican. Esto refuerza lo señalado por el portal stratcont.com en el sentido de que Venezuela es usada por la estatal china “para probar sus equipos militares y de esta manera ganar experiencia de combate”.
Centro de comando móvil
El general de brigada retirado, Oscar José Márquez, señala que la GNB también fue dotada con 10 unidades que fungen como centros de comando y control móviles, conocidas con las siglas CYECND. Son también vehículos blindados equipados con tecnología para grabar, recopilar y transmitir información en tiempo real sobre lo que sucede en las manifestaciones.
Estos armatostes no están en el primer frente, sino que son estacionados en la periferia del sitio donde se desarrolla la acción represora. Desde allí supuestamente se orienta a los oficiales subalternos en torno a lo que deben hacer con las tropas. Márquez asegura que los vehículos tácticos VN4 recién llegados al país por Puerto Cabello forman parte de adquisiciones pactadas en años anteriores. “Ellos sabían que esto venía, porque se prepararon. Tenían inteligencia, tenían las encuestas y veían cómo avanzaba el deterioro socioeconómico. En 2014 se convencieron de que tarde o temprano algo grande iba a suceder. Entonces, descartaron las hipótesis de conflicto externo y reforzaron su protección ante el conflicto interno”, explicó.

Las calles de Distrito Capital se poblaron con blindados de todo tipo para llevar la ventaja en los enfrentamientos con una población que poca atención puso a estos pertrechos y tecnologías. De acuerdo a Márquez, en los tiempos más conflictivos de la época pre Chávez solo hubo en Caracas tres ballenas, y ahora hay por lo menos quince.
Y a pesar de todo ese poderío la gente no abandona las calles. La GN, más dotada y con más tropas que nunca antes, no puede aplacar el descontento. Ya se hace depositaria del odio ciudadano, y a través de ella ese sentimiento se extiende hacia el resto de la institución militar. Sus efectivos no pueden salir uniformados porque los abuchean y la gente pide a gritos que los saquen de los estadios y espectáculos públicos.

Por eso, Anthony Daquin, exasesor de seguridad presidencial, no vacila en aseverar que la Guardia Nacional podría ser eliminada con la Constituyente. Ese era uno de los anhelos de Comandante ya muerto. “Chávez me decía que son civiles con uniforme. Al final, ese componente quedará desprestigiado y será eliminado”, sentenció.
Represión desde el interior de una tanqueta. Fotos: AFP
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