Energía y Petróleo

Intermitencia eléctrica amenaza el sector turístico y comercial de Margarita

Nueva Esparta, en el noreste venezolano, se ha convertido en una zona de “apagones” cuando llueve, y cuando no también. Los cortes eléctrico, que se estuvieron realizando de forma programada, salvo por eventualidades, son ahora una constante y se dan, sin previo aviso, cada vez con más frecuencia desde hace unas tres semanas.

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TEXTO: JOHANNA BOZO | FOTOGRAFÍAS: SEBASTIÁN GUIDO

Aun cuando la situación ha venido empeorando, los ciudadanos, empresarios y representantes del sector turismo en la isla coinciden en que el sistema siempre está presentando fallas por falta de inversión y mantenimiento.
La etiqueta #sinluz se ha popularizado en las redes sociales, sobre todo en la cuenta de Twitter de la empresa eléctrica estatal, @CorpoelecNE, en la que a diario abundan las denuncias y peticiones para reparar el alumbrado público, dañado desde hace meses en muchos sectores y principales avenidas como la Juan Bautista Arismendi, Rafael “Fucho” Tovar y Luisa Cáceres de Arismendi, que tienen largos trayectos totalmente apagados.
Además, hay reclamos por actos delictivos y consumo de drogas que están aumentando por la oscuridad en la que se encuentran las calles, y por accidentes de tránsito a consecuencia de la cantidad de huecos que hay en las vías y no pueden verse durante la noche.
Torres eléctricas
En el espacio virtual les responden a los usuarios indicando que atenderán sus casos, sin embargo, ni en Nueva Esparta, ni ninguno de los estados del país existen voceros autorizados para declarar a la prensa y explicar a qué se deben las fallas.
El único que puede ofrecer declaraciones es el ministro para la Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, quien tendría previsto visitar Margarita la próxima semana, según información extraoficial suministrada a El Estímulo. Por este motivo, Corpoelec informa los sectores en los que lograron restablecer el servicio tras las afectaciones por las lluvias de los últimos días, por ejemplo, o los “mantenimientos programados” que harán en determinadas zonas, solo a través de notas de prensa.
Pese a que la entidad está prácticamente a oscuras, la compañía recientemente anunció que está recuperando la iluminación en las arterias viales como parte del Plan Nacional de Alumbrado.
– Comercio a media luz –
Las “restricciones del servicio”, como son denominados los cortes por la Corporación Eléctrica Nacional, están afectando a sectores de los 11 municipios de la entidad. Tienen una duración de entre 20 minutos y dos horas cada día, pero ha habido reportes de hasta 10 horas sin luz en lugares como Jorge Coll, en el municipio Maneiro. De hecho, al momento de redactar esta nota se había ido luz por cuatro horas. Cuando regresó se quemaron algunos bombillos. Estas interrupciones están ocasionando pérdidas importantes a los comerciantes y a los ciudadanos, quienes sufren daños en equipos, aires acondicionados, neveras, computadoras y hasta alimentos.
Edward Noguera, presidente de la Cámara de Comercio Puerto Libre y Producción de Nueva Esparta, se refirió al tema haciendo mención a dos vertientes: el tema económico, por la cantidad de comida y equipos dañados, al igual que por los clientes que dejan de recibir y atender cuando no tienen luz, dejando de generar recursos; y por otro lado, el “fuerte y negativo impacto que tiene para la isla como destino turístico confiable”.
“Cuando la gente viaja por vacaciones busca comodidades. Al tener problemas con la luz y el agua eso genera una merma en la cantidad y calidad de los servicios que prestamos. Y pese a que todavía recibimos algunos turistas extranjeros, porque el cambio de las divisas les resulta rentable, si esto cambia y siguen las fallas tendremos grandes dificultades”, dijo.
Quienes están al frente de panaderías, abastos y restaurantes, como Aldo Garrido, encargado del Bodegón Sol y Arena, ubicado en Guacuco, comentan que los apagones generalmente deterioran y arruinan bombillos, así como los capacitores de las neveras, que cuestan al menos 75.000 bolívares, y de los aires, valorados en 40.000 bolívares. Otras veces dañan los compresores, por los que deben pagar como mínimo 450.000 bolívares.

Torres eléctricas en Margarita 8/8/2017
Torres eléctricas en Margarita

“Para los más pequeños gastar esa cantidad, y tantas veces, porque ya perdimos la cuenta de las veces en las que se nos han dañado las neveras, es un golpe muy duro. Algunos han tenido que cerrar, otros reducir sus servicios. El comercio en Margarita está trabajando a media máquina, a media luz”, afirmó León Pereira, gerente de una panadería de la Isla.
Turismo poco confiable
Los expertos regionales han señalado que las fallas eléctricas se deben también a la dependencia de tierra firme y el cable submarino. Explican que la capacidad instalada local no cubre la demanda y no hay fuentes alternativas. Jesús Irausquín, presidente del Consejo Superior de Turismo (Conseturismo), agrega la falta de previsión y una improvisación total.
Aseguró que antes podía verse cuando se les hacía mantenimiento a los postes para quitarles el salitre y cualquier suciedad, lo que permitía tenerlos en condiciones óptimas. Ahora, por no hacerlo, ante cualquier episodio de lluvia, se generan cortocircuitos y daños severos en los equipos, dejando sin luz a la isla.
“Vemos con mucha preocupación que aunque tenemos un Guri desbordándose siguen incrementándose los problemas de generación de energía en todo el sistema eléctrico nacional. Una muestra de ello es la nueva orden que dio el Ministerio hace 10 días de que los hoteles tienen que generar 9 horas continuas de electricidad.
Ya el sector hotelero venía contribuyendo con ahorros de entre dos y cuatro horas, ahora debe afrontar esta realidad que trae como consecuencia el deterioro de los equipos por un desgaste mayor. Todo esto va en detrimento del servicio que presta el sector turístico, pues cuando se quiere vender un destino lo primero que deben garantizarse son los servicios públicos de agua y electricidad, que en Margarita funcionan intermitentemente”.
Aunado a esto, Irausquín señaló que la inseguridad ha aumentado por las fallas en el alumbrado eléctrico que “brilla por su ausencia o mejor dicho oscurece por su ausencia” en urbanizaciones y sitios turísticos emblemáticos, lo que impide que se realicen paseos y otras actividades nocturnas hasta que la situación se resuelva. Esto hace que el destino sea considerado poco confiable y que los esfuerzos que debe hacer el sector por sobrevivir sean cada vez mayores.]]>

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