Pablo Estacio: un bacalao suelto en Miami

Para mi Bacalao Men es sin duda patrimonio cultural de la ciudad de Caracas. Su exótica mezcla de salsa- hip-hop afrocaribe es quizás la interpretación estética musical más acertada de vivir y sufrir en la otrora sucursal del cielo.

Canciones como “El Maletín”, “Cucaracha” o “El Comegente” son ya clásicos del dial venezolano, más allá de payolas y preventas sospechosas. La voz de Pablo Estacio, ese tumbao oxidado – mezcla imposible entre Héctor Lavoe y Joe Strummer- ya está internalizada en casi dos generaciones de escuchas y eso que Estacio tampoco es tan viejo. Pero ciertamente ha sabido darle matices a una prolífica carrera musical que viene desde finales de los ochenta, dando cabezazos en bandas, «guateques», «ventetús» y orquestas de cualquier procedencia y estilo.

Sin embargo, no fue hasta el lanzamiento del primer disco de esa banda que el talento de Estacio vió la luz para la opinión pública nacional y entonces así le siguieron otras dos placas: «Sabaneando» y «El Nuevo Bugalú».

Pero el hombre no se queda quieto. Produce y compone en los nuevos discos del rapero de Cotiza, Nigga Sibilino, acompaña con el bajo a la cantante española Paula Gaviño, coquetea con un ensamble de jazzistas verdúgos y hasta inventa canciones infantiles que baila con su hijos en el dance floor de la sala de su apartamento.

Nos pusimos a improvisar con Pablo – en Si Bemol- y esto fue lo que salió:

– ¿Es verdad que en los bajos fondos te llaman «El sonero de la Alta Florida»?

-(Risas) jajaja, no que yo sepa, pero de ahí soy, si.

– ¿Es posible curar a una sociedad con música?

-Absolutamente, siempre que esté hecha con buena intención, sinceridad y conciencia. Pero desgraciadamente, también es posible enfermar a una sociedad con música. La música es una fuerza muy poderosa. Todo depende de las manos en que caiga.

– ¿Cuál es la música latina bailable que predomina en Miami?

-La verdad sea dicha: no tengo ni idea, últimamente solo bailo en casa con mi jeva y mis chamos. Siempre escucho unos bajos retumbando por ahí y no entiendo muy bien si se trata de música o un accesorio para carros. Prefiero no averiguar.

– ¿Por qué te fuiste de Venezuela?  -En busca de seguridad para mi familia.

– ¿Cuéntanos en cuantos proyectos musicales andas metido ahora. Sabemos de tu reciente colaboración con Paula Gaviño, pero que más?

-Estuve tocando mucho con Bacalao (Men) los primeros tres años aquí en Miami. Este último año lo pare un poco porque necesitaba renovar, hacer temas nuevos, terminar un disco inconcluso y arrancar otros proyectos, distintos a Bacalao.

«A pesar de mi espíritu salsero, tengo una formación rocanrrolera, punk. Mucha gente no sabe eso. Lo he estado retomando.

Tengo un disco paralelo que está bien guitarrero, ruidoso y espiritual. Ese lleva cuatro canciones hasta ahora. A lo mejor lo dejo así y lo convierto en un EP«.

«También he estado buscando otros caminos más separados de los que estoy acostumbrado a hacer. Preparando un disco que se llama «Baladas Rusas». sin batería, sin redoblantes tocando en el 2 y el 4, sin guitarras eléctricas. Uso mandolinas, cuatro, ukulele, marimbas, flautas dulces, melódicas, juguetes y armonías cómicas, melodías rimbombantes. Ha sido divertido. No se qué va a pasar con esto, pero sin darme cuenta ya tengo un disco de 9 temas casi listo que estaré montando en Spotify en febrero.

«Exploré con el Jazz, cosa que no había hecho antes y sacamos un disco, el «Ged trio», con José Duque en la batería y Luis González en la guitarra. Me encanta el Jazz, pero eso es otro planeta. No manejo ese tipo de naves.

«Y bueno, lo de Paula (Gaviño) este año ha sido bastante refrescante para mi. Ella es muy new wave, retro y algo punky. Colaboré con ella en la producción del disco mezclando dos temas y estoy tocando el bajo en su banda. Acabamos de terminar el disco que saldrá a mediados del año que viene y ya rodamos dos videos. Uno de ellos,´Marionetas´ (dirigido por Rapa Sáez) , fue lanzado como primer sencillo la semana pasada».

– ¿Trabajas como productor musical en Miami?

-Si, en el area de TV y comerciales. Algo de discos también aunque no ha sido mi foco. Sigo haciendo tracks para El Nigga Sibilino y por supuesto mi propia música.

Uno de los proyectos audiovisuales que me apasiona más en este momento es un programa infantil que se llama Pin Pan Pum (casi igual al el libro de Alejandro (Rebolledo). ¿Casualidad o sincronismo?. Estoy escribiendo y produciendo las canciones del programa. Me las estoy gozando, además era algo que siempre había querido hacer y que continuaré haciendo por que me lo tripeo muchísimo. Me encanta hacer canciones para niños.

– ¿Qué vínculos profesionales mantienes en estos momentos con Venezuela?

-Al principio trabajaba mucho para Venezuela, pero poco a poco todo se fue desvaneciendo. Hoy en día no tengo trabajos en Venezuela.

– ¿Bacalao Men sigue, pero ahora en Miami?. Háblanos de eso. ¿Con quién estás tocando?

-Casualmente el mismo mes que me vine -en el año 2012- se vinieron también Julio Andrade y Germán Quintero, saxo y batería de Bacalao para ese momento ya Sebastián (Araujo. Ex Sentimiento Muerto, Ex Dermis Tatú) se había ido.

«Entonces fue fácil armar la banda. Aquí me encontré con viejos amigos músicos, los hermanos Luis y Rolando González. Luis es un guitarrista increíble, tocamos juntos en los 90 en una banda de salsa que teníamos en Boston que se llamaba Ajídiweson. Rolando es, percusionista y experto en sintetizadores y aparatos. Así el grupo quedó completó».

– ¿Más allá de la peña venezolana – que no es pequeña- en Florida, la música de Bacalao Men, tu música, tiene cabida para el público en general?

-Tiene. Lo bueno es que, más allá de los estereotipos (y con esto complemento un poco la tercera pregunta), si hay en Miami una movida de música independiente que va mucho más allá del reguetón y las novelas. Y lo interesante es que hay mucha mezcla. Por supuesto que no es tan grande como la movida DJ o Hip Hop, pero si hay locales donde ir a escuchar bandas con propuestas novedosas. También tenemos nuestras bandas legendarias. ¡Marilin Manson!, estudios legendarios, etc. Si tenemos cabida. Poco a poco he ido descubriendo Miami, y te digo, Miami «rockea».

– ¿No has pensado en componerle una canción a Delcy Rodríguez que se llame «Bacalao Girl»?

-No. Creo que me pasaría como con «El Comegente», que ahora me enrolla.

– ¿Cómo te trata Miami?

-Cómo ves, ¡me trata bien!…a veces me doy mis coñazos pues. No es fácil ser el nuevo. Pero en general muy bien.

– ¿Sueñas con volver a Caracas?

Siempre. La gente me decía todo el tiempo «chamo, tu música es burda de Caracas»…y bueno, soy burda de Caracas, a pesar de que mi equipo es Tiburones de La Guaira. Sueño con el Ávila. También extraño su belleza caótica. Extraño siempre la mal ponderada movida caraqueña (era como un lugar común decir «me voy pal coño, esta vaina es una mierda»). No me caigo a mojones pues. Hay gente que deja de fumar y dice que le da asco el cigarro. Yo dejé de fumar pero acepto que me encanta el olor a cigarro y el humo. Amo Caracas.

– ¿Piensas que ya no hay cabida para el humor lírico que proponía Bacalao, en una sociedad tan descompuesta como la nuestra?

Siempre hay cabida. Solo que ciertas cosas cambian. Eso hay que aceptarlo así. Uno no puede pretender que lo que era bueno ayer sea bueno hoy. Antes la gente criaba las gallinas en el jardín y eran buenas, ahora las fabrican con químicos para que sean grandes, carnosas, suavecitas y con poco hueso. Ya no se pueden comer. De la misma forma siento que el humor tiene que haber cambiado. Somos ahora muy susceptibles, y es normal. Hemos sufrido mucho. Tal vez el humor tuvo que cambiar también.

– ¿Y a ti te agarró el tiburón?

-¡Qué va! las empanadas de cazón…con picante, eso sí.

– ¿Cuál es el cantante inmortal de todos los tiempos?

-David Bowie, Ismael Rivera, Hector Lavoe, Ray Charles. Aunque desde que se murió Bowie, no he parado de escucharlo. Ese bicho está vivo, sin lugar a dudas.

– ¿Has escuchado el programa de salsa de Maduro?, Qué le recomendarías?

-No. ¿A Maduro? ¿Qué le recomiendo? Bueno, lo vi en unas fotos con Sri Sathya Sai Baba, así que creo que no hay peo si le recomiendo que se muera pa´ ver si reencarna en una vaina más de pinga.

– ¿Rock o salsa o rock con salsa?

Como dijo Alejandro Rebolledo en uno de sus Romances del Distroy:

-«ser, ¿no?»

…algo así, jejeje.