Venezuela

El Nazareno compite con los bienes subsidiados

A las 4:30 de la mañana, el centro de la capital ya estaba alborotado. Madrugadores que esperaban por la salida de algún producto de los comercios, se mezclaban con los devotos que se dirigían a la Basílica de Santa Teresa, hogar del Nazareno de San Pablo.

Publicidad
Fotos: Andrea Hernández

Las calles del centro de Caracas amanecieron repletas de gente mal abrigada. Algunos, incluso, descalzos. Filas de personas que esperaban a que sacaran los productos regulados serpenteaban por las aceras sucias del municipio Libertador. Una de ellas, la más larga y morada, era la de los peregrinos que vienen desde los rincones más escondidos -sitios a donde no llega desde hace rato la Harina P.A.N. o el desodorante, por ejemplo- a visitar al Nazareno de San Pablo en la Basílica de Santa Teresa.

Nazareno Colas

Dos formaciones convivían en un mismo espacio. Una cadena de hombres, mujeres y niños se armó desde la noche del martes a un costado de la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE). Paralela, se encontraba la de los que esperan para ver al Jesucristo más popular de hoy miércoles santo: el engalanado con orquídeas, una cruz y un manto morado.

«Van a sacar detergente», prometió un vendedor ambulante. Varios peregrinos voltearon y le preguntaron si venderían jabón de barra o leche.

El turismo religioso ha menguado. Nélida Fernández, de 63 años, es penitente desde hace 23, cuando el Nazareno -asegura- la salvó de la muerte. Esta vez ve menos gente. Lo justifica con dos palabras: «temprano» e «inseguridad». Bajo la cobija de la oscuridad, la delincuencia opera impune. Es por eso que «se abstienen de venir más temprano a la iglesia», comentó Fernández. El reloj marcaba las 5 de la mañana.

Nazareno Colas

El vendedor de túnicas moradas, Vicente Escobar, culpó a los «malandros» de alejar a posibles compradores. Asegura que incluso comerciantes de objetos religiosos han dejado de asistir al tradicional evento. «Tengo que estar volteando a cada rato a ver si no se han llevado mis peroles. Es agotador. Incluso a veces amenazan con que si no pagamos una vacuna nos van a fregar», lamentó.

Cuando Erick López era un bebé de 12 meses cuando se enfermó de «sarampión morado». Afirma que el caso era de gravedad, pero su abuela lo ofreció al Nazareno y desde entonces no ha faltado ni un solo año de sus 34 a la cita con su salvador. Al igual que Fernández, nota que la concurrencia es menor y también lo atribuye a la hora.

Nazareno Basílica de Santa Teresa Bebé

Promesas al doctor

La estatua del Cristo fue vestida y adornada en el Teatro Municipal a pocas cuadras de la iglesia que sirve de destino final y fue trasladada el martes, a las 7 pm, al sitio al que acudirán miles de venezolanos para pagar sus ofrecimientos.

Las promesas arrastran masas violeta hasta la capital. Las peticiones por la salud se repiten. Esta madrugada, todos los consultados aseguraron estar ahí por ese motivo. Ninguno mencionó a la comida, prosperidad económica o felicidad como principal súplica.

El Nazareno es el santo doctor de los venezolanos.

Nazareno Colas silla de ruedas

Rosa Gómez lo visitó este miércoles por primera vez. Le pidió salir bien en su operación, que se aproxima. «En la misa se me salieron las lágrimas. La sentí en el alma porque fue muy armoniosa», confesaba mientras jugaba con el rosario en sus manos.

A las 6: 30 de la mañana, Carmen Padilla hacía su cola. Esperaba en una pequeña butaca portátil sin zapatos. «Vine a pagar una promesa por la salud de mi nieto. Espero que pueda tener ese bebé. Siempre he venido, pero esta vez pago mi promesa con mis pies descalzos para que se cumpla el milagro«, dijo.

Esperanza fue la virtud que reinó desde temprano en el centro de Caracas. Mientras unos depositan toda su fe en los brazos del Nazareno de San Pablo, otros lo hacen en las manos del cajero del pequeño comercio que contiene algo más preciado, por estos días, que las mismas creencias: productos regulados.

Nazareno Colas pies descalzos Nazareno Colas pies descalzos Monjas Nazareno Colas Nazareno mujer rezando Nazareno Basílica de Santa Teresa Nazareno Basílica de Santa Teresa

Publicidad
Publicidad