Hay escalas de valores y valores en escala: Venezuela tiene su peso en cerveza, celebra con “cajuelas” y donde se ponga un “vacío” lleno que se quiten pesares y llantos. La tradicional birra inaugura, acompaña partidos en tv, marida con comida china y, además, sirve para creer que se recupera el eslabón perdido en las peores resacas. Apacigua el calor y es un coadyuvante para casi todo: largar una charla, hacer hallacas y hasta para levantarle la sazón a un guiso en el momento más Julia Child del beodo. La versatilidad de este querido néctar se abre, se sorbe y dispara un glorioso zumbido rapidito. Además, supone un plus incuestionable.