El "Día 2" fue la continuación de la "segunda reunión plenaria" entre gobierno y oposición, que se convirtió en el tercer encuentro. Terminó en un comunicado sobre un acuerdo que según observadores supone un gran triunfo para el chavismo frente a una debilitada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que perdió su principal bandera: la salida anticipada de Nicolás Maduro.
La jornada se inició con la reunión de la mesa denominada «Verdad, justicia, derechos humanos y reparación de víctimas». Esta mesa no se había podido reunir antes debido a que la canciller Delcy Rodríguez se encontraba de viaje.
Una vez finalizada esta reunión, que duró aproximadamente dos horas, la plenaria del «diálogo» se sentó.
Fueron cinco horas en las que, mientras oposición y gobierno discutían puntos sobre la gobernabilidad y paz del país, una novia se hacía fotos en el lobby del hotel Meliá, tomado por funcionarios de Casa Militar vestidos de civil.
Un grupo de unos 15 jóvenes, militantes del partido Vente Venezuela, de María Corina Machado, protestaban frente al hotel exigiendo fecha del revocatorio, mientras, a unos metros de distancia, un abarrotado centro comercial El Recreo se movía ajeno a lo que acontecía dentro del edificio de al lado.
En esa misma esquina, cuatro mundos convivían.
A eso de las cinco de la tarde, bajaron las partes y los mediadores.
A pesar que para este sábado se había anunciado que se darían a conocer los resultados de la reunión del viernes y parte del sábado, lo cierto es que, nuevamente, quedaron preguntas en el tintero.
Monseñor Claudio María Celli, acompañado del secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, los ex presidentes Leonel Fernández y Martín Torrijos así como de los alcaldes Carlos Ocariz y Jorge Rodríguez, leyó un comunicado que anunciaba una nueva «hoja de ruta» que busca «normalizar» las relaciones entre los Poderes y «explorar» medidas de acompañamiento económico para mejorar las condiciones de abastecimiento.
La elección de palabras fue clave en este segundo encuentro.
El comunicado hace un reconocimiento de que las partes trabajarán de manera conjunta para «combatir toda forma de sabotaje, boicot o agresión a la economía».
Siguiendo con la materia económica, también se acordó el diseño y aplicación de políticas que le permitan tanto al sector público como privado «monitorear, fiscalizar y controlar los mecanismos de adquisición y distribución de insumos y mercancías».
Esto coincide con la prioridad del gobierno, reconocida por el presidente Maduro en el comunicado que envió a los representantes de la mesa de diálogo. Para el Ejecutivo, lo importante es lo económico.
En cambio, para los opositores, el punto de honor es lo político. En esta área pareciera abrirse camino la MUD en lograr algunos de los objetivos que planteó.
Se acordó «avanzar en la superación de la situación de desacato de la Asamblea» y para ello, se insta a los Poderes a «actuar en la resolución de la situación de Amazonas en términos perentorios». Y esta frase quizás, sea clave.
El alcalde Ocariz en su intervención, habló del acuerdo y dijo que es un logro realizar elecciones para estos tres diputados. Sin embargo, el comunicado no lo expresa. Tampoco se habla de cuándo.
Extraoficialmente, se habla de que estas se realicen junto a las regionales. Y esto dibuja un escenario en la Asamblea interesante.
De ser resuelta la situación de Amazonas mediante elecciones, tácitamente el discurso de fraude promovido por el gobierno cobra fuerza. Por otro lado, esto implicaría que o la Cámara desincorpora a estos tres diputados (Nirma Guarulla, Julio Ygarza y Romel Guzamana) o deben hacerlo ellos a motu propio.
Así las cosas, la oposición se queda oficialmente sin los dos tercios mientras se llevan a cabo los comicios.
El detalle además, es que la oposición asume el riesgo de ir al terreno electoral pues debe ganar, de nuevo, esas tres diputaciones para obtener los dos tercios.
Si pierde uno de los tres diputados, pierde la mayoría calificada.
Así las cosas, al desincorporarse estos diputados, cesaría el desacato.
Y aquí entramos en el otro punto del campo político que la oposición asume como logro: el nombramiento de los dos nuevos rectores, (que debe hacerse antes del 3 de diciembre) y que requiere de los dos tercios.
Al no tenerlos la MUD, se haría con la participación de ambas bancadas en la Asamblea. De esta forma, se nombran de «mutuo acuerdo», buscando una confirmación del Poder Electoral de 2-2-1 (dos pro gobierno, dos pro oposición y uno neutral).
Vale acotar que no se mencionó qué pasaría con la demanda introducida por el Procurador General de la República contra el parlamento o contra la declaratoria de nulidad de la mayoría de leyes sancionadas por el Legislativo.
– Lo nuevo –
La mesa que aborda la paz, respeto al estado de derecho y la soberanía nacional también tuvo un avance que, quizás, representa lo más nuevo en este diálogo.
Según el documento, las partes acuerdan (palabra escrita en mayúscula en el texto) la defensa «unánime» de los derechos de Venezuela sobre la Guayana Esequiba.
– ¿Se puede convivir en paz? –
Una vez leído el documento por monseñor Celli, se dio paso a un segundo texto o declaración conjunta leída, a dos voces, por los alcaldes Rodríguez y Ocariz.
Esta declaración denominada «Convivir en paz» plantea que, a pesar de los diferentes modelos políticos que representan las partes, quieren dirigirse al país para hablar de «tolerancia, derechos humanos, paz, prosperidad económica, soberanía y felicidad social».
Y aquí, nuevamente la elección de palabras es importante.
Este comunicado resalta que las partes no hablan como gobierno u oposición o como mayoría o minoría política. Señala que «convivir» es respetarse y reconocerse y por eso, se comprometen a que esta convivencia sea «pacífica, respetuosa y constructiva».
Y sigue… «No hay política ni convivencia en la violencia, ni en la fuerza. Porque no hay política ni convivencia en el odio ni en la amenaza ni en el insulto».
Tanto oposición y gobierno buscan, según el texto, liderar una «gran movilización en favor de la concordia, del reconocimiento mutuo y de la paz».
El compromiso adquirido además, «de forma solemne» es a que las diferencias solo sean dirimidas de forma pacífica, democrática y electoral.
La inseguridad y la injerencia -del signo político que sea- forman parte de estos asuntos que abordarán para combatir y rechazar, respectivamente.
Ya como bloque, los representantes del gobierno que hablaron así, y con la vocería de Jorge Rodríguez, dejaron claro que estos acuerdos se hacen sin que ellos renuncien a «los postulados de Chávez».
Mientras, llamó la atención que, en representación de la MUD solo estuviesen el secretario ejecutivo de la alianza Jesús «Chuo» Torrealba y Carlos Ocariz.
Ni el gobernador Henry Falcón ni los diputados Timoteo Zambrano y Luis Aquiles Moreno se hicieron presentes.
Ocariz resaltó como logros, además de las elecciones en Amazonas, que se acordara el respeto a la Asamblea, la elección de los rectores del CNE , el «ingreso» de alimentos y medicinas y la liberación de «detenidos».
No se habló de canal humanitario ni de presos políticos. Y en este punto, tampoco se especificó cuántos ni quiénes.
– El gran ausente… –
El revocatorio. Este fue el gran ausente en estos dos días. En su declaración, Ocariz prometió que seguirán «hasta obtener elecciones generales o revocatorio» e insistirán en el derecho al voto.
Uno de los objetivos, sino el objetivo, de los opositores quedó ausente en el discurso y en los textos hechos públicos.
– Formalismos –
A pesar que ambos ya habían asistido (aunque no de forma pública) a las reuniones tanto preparatorias como oficiales, la presencia de los gobernadores Henry Falcón y Tareck El Aissami se formalizó en este segundo encuentro.
Ambos mandatarios pasarán a participar en una mesa de gobernabilidad.
– Lo que viene… –
Las mesas seguirán reuniéndose «coordinada y formalmente». Es decir, la oposición, como habíamos adelantado anteriormente en El Estímulo, permanecerá sentada.
Además, se creó una instancia de seguimiento a los resultados que arrojen estas mesas, coordinada por el ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y en representación de las partes estarán Luis Aquiles Moreno (MUD) y Jorge Rodríguez (gobierno).
La próxima reunión será el 6 de diciembre.
Este domingo la alianza opositora mantendrá reuniones para dar a conocer sus próximas acciones, toda vez que aseguran que el diálogo es «un espacio más de lucha» y quedan asuntos pendientes como la declaratoria por parte de la Asamblea de la responsabilidad política del presidente Maduro y las acciones de calle que los opositores aseguraron, continuarían.
El gobierno, por su parte, horas después de culminado el encuentro, mantuvo su discurso: No habrá revocatorio.
Un largo camino queda por delante para ver los frutos de estos encuentros, mientras tanto y nuevamente, la incertidumbre continúa…
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