La Policía Nacional Bolivariana (PNB) arremetió contra la marcha opositora de este martes 4 de abril que pretendía llegar a la sede de la Asamblea Nacional y atacó a los manifestantes con gas pimienta, bastones, chorros de agua y gases lacrimógenos.
Las bombas fueron lanzadas en autopista Francisco Fajardo -la mayor de Caracas- y en los dos niveles de la transitada avenida Libertador de Caracas, donde piquetes de la PNB contuvieron a los manifestantes que buscaban llegar a la sede del parlamento opositor, en el centro capitalino, reseñaron imágenes del canal VivoPlay.
Los agentes eran enfrentados por algunos manifestantes que lanzaban piedras a los funcionarios del Estado y a sus tanquetas.
La avenida Libertador se convirtió en el epicentro de los enfrentamientos durante esta marcha, convocada por la oposición para denunciar el «golpe jurídico» en Venezuela que se generó por dos sentencia dictadas por el Tribunal Supremo de Justicia y que significaron la estocada final contra un Parlamento que desde hace tiempo ha sido despojado de sus funciones constitucionales por el gobierno chavista.
La movilización dejó un herido de bala y otros siete por politraumatismo cuando un grupo de motorizados simpatizantes al oficialismo dispararon contra un grupo de opositores tomaron una vía de la autopista, denunciaron a El Estímulo diputados opositores.
Muchos de los manifestantes plantaron cara a los cuerpos policiales y se negaban a desalojar la vía: algunas personas lograron desarmar al menos a un PNB, tras quitarle un escudo y un dispositivo para lanzar bombas lacrimógenas en la avenida Libertador.
La presencia policial se hacía sentir en la calle. Pero eso no hizo mella en los manifestantes, quienes se desplazaban con mucha dificultad frente a las fuerzas del orden e incluso, buscaban sabotear las «ballenas» de la PNB.
Los diputados han advertido que iniciarán el proceso para remover a los magistrados del Supremo, a pesar de la represión que han enfrentado.
«¡Déjenos pasar!», gritaban algunos de los manifestantes a los policías, según audios divulgados por el canal trasmitido en internet y reportaron testigos y periodistas desde el lugar.
Los canales de TV abierta tienen prohibido transmitir manifestaciones en vivo. Y en todo caso, en sus noticieros grabados suelen edulcorar ese tipo de informaciones por miedo a la censura oficial.
Julio Borges, presidente del legislativo. sufrió los efectos del gas pimienta, al igual que sus colegas opositores Carlos Paparoni o Henry Ramos Allup durante la protesta. Henrique Capriles, gobernador de Miranda y Lilian Tintori, esposa del encarcelado dirigente opositor Leopoldo López, también sufrieron la represión y la agresión con gas pimienta.
Tras la represión, manifestantes opositores se dirigieron hacia la autopista Francisco Fajardo, a la altura de Bello Monte. Al menos 20 hombres en motocicletas, vestidos con camisas rojas, que simbolizan el chavismo, arremetieron en el lugar y lanzaron disparos al aire, amedrentando a los manifestantes, denunció el diputado José Manuel Olivares.
Juan Andrés Mejía, diputado del opositor Voluntad Popular, no descartó nuevas acciones de calle para seguir presionando «el golpe de Estado» en Venezuela.
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El peligroso escenario Nicaragua despunta en el horizonte de Venezuela. Según los politólogos John Magdaleno y Ramón Guillermo Aveledo, esto traería una profundización de las violaciones a los derechos humanos, civiles y políticos, y a nadie le convendría esto, ni al régimen ni al resto de los venezolanos.
Aunque el gobierno ha insistido en que habrá elecciones presidenciales este año, eso lejos de dar certezas alimenta la incertidumbre dada la ausencia de una fecha precisa, la falta de garantías para asegurar unos comicios confiables y, especialmente, es una incógnita la estrategia que seguirán María Corina Machado y la Plataforma Unitaria
