Sin luz, sin transporte público, sin servicios bancarios y sin agua. Así fue cómo inició este miércoles de ceniza para la mayoría de los caraqueños. Un caos que se replicó en cadena a su máxima expresión y que complicó el inicio de semana para aquellos que disfrutaron del asueto de Carnaval.
Aproximadamente a la 1 de la madrugada de este miércoles de ceniza y 14 de febrero se produjo un gran apagón en Caracas, buena parte de la zona occidental del estado Miranda, la región central del país y en el estado Vargas, donde funciona el principal aeropuerto del país.
Urbanizaciones y zonas populares se quedaron totalmente a oscuras, sin servicio de Internet ni señal telefónica en algunos casos, reportaron vecinos a El Estímulo.
La explosión en la subestación Santa Teresa III, en los Valles del Tuy, fue atribuida por el gobierno de Nicolás Maduro a un «sabotaje» y por un ataque del «imperio», que es igual que decir Estados Unidos.
Pero la presidenta del Comité de Afectados por los Apagones, Aixa López, afirmó que la causa real de esta falla es la carencia de mantenimiento en las instalaciones eléctricas.
“Esta es una situación que hemos venido alertando desde diciembre, cuando se registró el desprendimiento del puente que une a Miranda con Tacoa. Dijimos que la situación podría agravarse si no se retomaba el mantenimiento preventivo y correctivo en la subestación, con la falla de ayer contamos ya cuatro averías en la misma instalación en dos meses” destacó López.
La oscuridad se prolongó hasta tempranas horas de la mañana de este miércoles y solo fue el inicio de una larga jornada de inconvenientes en la ciudad.
El apagón ocasionó problemas en el servicio del transporte público más importante de la ciudad: el Metro de Caracas. A través de los parlantes los empleados comunicaron a los usuarios que el sistema presentaba fuertes retrasos en varias de sus estaciones debido a los problemas eléctricos en la ciudad.
Quienes pretendían llegar con rapidez a su lugar de trabajo no lograron su cometido.
La línea 2 del sistema fue el más afectado. Al menos tres horas estuvieron los pasajeros dentro de los trenes para trasladarse hasta sus destinos; a algunos los desalojaron de los vagones y se vieron forzados a caminar por los túneles.
Además, el retraso obligó a los caraqueños a caminar largos trayectos y a abarrotar las paradas de camionetas y «los por puesto», que no se dieron abasto para la gran cantidad de personas.
Si algún cliente del Banco de Venezuela tenía pensado realizar una transacción, mal día para hacerlo.
El banco estatal comunicó que todos sus servicios estaban suspendidos debido a fallas en la plataforma, sin detallar cuál era el inconveniente. Las transacciones por Internet, retiro de dinero e incluso los pagos en punto de venta fueron imposibles.
Atención clientes y usuarios pic.twitter.com/mjWm18Dv3F
— Banco de Venezuela (@BcodeVenezuela) 14 de febrero de 2018
Hidrocapital también quiso formar parte del caos.
Informaron que debido al apagón, el Sistema Taguaza permaneció sin servicio hasta alrededor de las 11 de la mañana del miércoles y todas las estaciones «se encuentran fase de recuperación progresiva».
La Gran Caracas, Miranda y Vargas no cuentan con el «vital líquido». Aseguraron que el restablecimiento del servicio se haría de forma paulatina.
— Hidrocapital (@HIDROCAPITALca) 14 de febrero de 2018
Desde inicios de septiembre, el Ministerio de Transporte ha implementado unas nuevas tarjetas para ingresar a estos transportes públicos. Aquí te explicamos todo lo que necesitas saber para adquirirlas y su costo
"Vamos normalizando, regularizando, paso a paso con garantías, con seguridad", dijo el el mandatario en cadena de radio y televisión, sin precisar cifras de recuperación del sistema. "El ataque que hicieron, la falla que programaron y la magnitud de lo que generaron" tenía "un objetivo: liquidar Guri, es un ataque alevoso", agregó, refiriéndose a la oposición
"Me recuerda el apagón de hace años que fue muy fuerte", contó Nairelis Ramírez, habitante de Los Puertos de Altagracia, vecina a Maracaibo. "Estamos en espera a ver qué pasa". "Me afecta como a todos los comerciantes, me preocupa la mercancía", confiesa preocupado Ronald Herrera, de 39 años, quien abrió su local en Caracas con la esperanza de vender la mercancía que necesita refrigeración como el pollo, la carne y los quesos
