Venezuela

Acusan al FAES en Táchira de haber sometido y asesinado a dos jóvenes hermanos

Familiares de los hermanos Sixto y Jimmy Montoya Flores denunciaron el lunes 26 de noviembre que esos jóvenes fueron asesinados en San Cristóbal, presuntamente por un grupo de al menos 30 hombres pertenecientes a las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) durante la madrugada del 22 de noviembre, cuando entraron a la vivienda de donde también se llevaron detenidos a miembros de la familia, entre ellos niños

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Foto: Rosalinda Hernández

A las 5:00 a.m. del pasado jueves, ingresaron a la vivienda en el sector Pericos del Municipio San Cristóbal un grupo de funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), y “sin ninguna orden, ni la presunción de un delito, ni nada, sacaron a toda la familia de la casa, se los llevaron a la sede del FAES menos a mis dos hijos, a quienes asesinaron después”, declaró a El Estímulo, Paula Flores, madre de los fallecidos.
De acuerdo a la versión ofrecida por el cuerpo policial, que aseguran actuó en la operación, se trató de un enfrentamiento que trajo como consecuencia la muerte de Sixto y Jimmy, versión que Paula Flores y demás familiares desmienten porque de ser cierto, no hubiera existido una evacuación previa de la vivienda.
“Cuando llegó la tía de mis hijos -que es policía estadal- a la casa, se encontró con estos funcionarios. Ella se identificó y quiso saber qué pasaba. Se burlaron de ella y fotografiaron su identificación. Fue la comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) quienes le notificaron de los dos fallecidos. Pero los cuerpos de mis hijos ya no estaban, se los habían llevado”, relató la angustiada madre.

De disparos en la región del tórax, -aseguró la familia Flores Montoya – murieron Sixto, de 18 años, y Jimmy, de 24 años.
“Nunca se identificaron como funcionarios del FAES. Solo ingresaron a la casa armados, sometiendo a la familia e insultando con palabras fuertes a todos. Sabemos que pertenecen al FAES porque algunos de ellos portaban uniformes. Habían otros vestidos de civil pero con gorras del FAES y con carros que los identifican”, añadió Paula.

Los dos muchachos asesinados el pasado 22 de noviembr se dedicaban a vender hallacas y bollos en un vehículo por las calles, negocio familiar que es tradicionalmente conocido en la región por llevar varios años en el mercado, ofreciendo el servicio.
“Nos dedicábamos a la venta de bollitos de carne, de maíz y hallacas. Sixto, mi hijo menor, también trabajaba la construcción o haciendo carreritas en la moto y no le voy a mentir, también hacía lo que la mayoría de los muchachos de por aquí, llevaba chatarra (metal de cobre, acero) para el otro lado, (Colombia) como todos, buscando la comida porque lujos no tenemos”, precisó Paula Flores, quien es trabajadora de la gobernación del Táchira.

Mientras relataba la historia, Paula no dejaba de llorar. Con voz temblorosa y entrecortada lamentaba que sus dos hijas mayores no hayan podido estar para el sepelio de sus hermanos, ya que se encuentran en Chile y prefirieron mandar el dinero para los gastos del entierro que llegar a Venezuela a dar el último adiós a Sixto y a Jimmy.
Por su parte, la esposa Jimmy relató que se encontraban profundamente dormidos cuando fueron sorprendidos por la comisión.
“Eran del FAES, nos sacaron de la casa con las manos arriba y nos llevaron en una camioneta del FAES hasta la sede. Lo último que me pidió Jimmy, mientras estaban apuntándole fue que les hiciera caso a esos señores. Ahora él no está. Dejó a sus tres niños que necesitan conocer que su padre era un buen esposo, buen padre. Él estaba desnudo, yo le pase la ropa para que se vistiera, entonces ¿qué armas podía tener?”.

Amenazados

Paula Flores dijo a El Estímulo que sus hijos habían recibido unos días antes del procedimiento que les causó la muerte, amenazas por parte de un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
“Días antes mis hijos habían tenido un rencilla con unos vecinos. El funcionario de la PNB era familiar del dueño de la casa donde hubo la pelea y él llego a nuestra vivienda, armado junto a cinco funcionarios más el sábado anterior a la muerte de mis hijos. Se cubrió el rostro con una pañoleta negra, algo similar a lo que hace el FAES. Cuando él se vio rodeado de toda la familia, alguien le destapó el rostro. Le pedimos que guardaran las armas, algunos lo hicieron pero él amenazó a mis hijos y estoy completamente segura que este hecho está relacionado con las muertes”.

Luego del suceso, la denuncia fue interpuesta ante el Ministerio Público del estado Táchira, caso que fue adjudicado a la Fiscalía 20.
La amenaza le quitó el sueño a Paula Flores, pues desde entonces un mal presagió llegó a su vida. Aunque confesó que nunca imaginó el trágico final.
“Tengo la grabación en donde el funcionario Merchán J. de la Policía Nacional Bolivariana, amenazó a uno de mis hijos. Él como funcionario debía saber que estaba actuando mal y si hubo un inconveniente con mis hijos, él como funcionario conoce los canales regulares para solucionarlo. Mis hijos no eran ningunos delincuentes y eso queda demostrado por el afecto de los vecinos que se ha manifestado en los últimos días”, reveló la madre notablemente afectada.

Detenidos en el FAES

Durante la madrugada del 22 de noviembre, también trece miembros de la familia Montoya Flores fueron llevados detenidos en la sede del FAES en San Cristóbal, sin caución o razón que ameritara la acción.
Hasta la abuela, de 70 años y cuatro menores de edad. Entre ellos uno de apenas cuatro meses, quienes fueron detenidos por más de cinco horas en la sede policial.
“Los llevaron a FAES a las 5:30 a.m. y les permitieron salir fue hasta el mediodía. Solo los llevaron, les pidieron que se callaran, a los niños pequeños les dieron un trozo de pan para calmarles el hambre. Les quitaron los celulares, los incomunicaron”, relató Paula Flores.
Los familiares, testigos del procedimiento donde fallecen los jóvenes, aseguran que no hubo ningún enfrentamiento en el lugar de los hechos y una vez ingresaron los funcionarios a la casa, sometieron y lanzaron al piso a los jóvenes.
“Cómo se explica que antes del supuesto enfrentamiento, entraron a casa y sacaron a toda la familia. Ellos eran muchos, como 30 que rodearon toda la casa para sacar a una familia que estaba durmiendo y nadie estaba armado”.

Hasta el momento ningún organismo de seguridad ha brindado información a los familiares de los fallecidos, sobre lo sucedido.
“Lo único que sabemos es que el FAES los sacó de la casa envueltos en las sabanas de sus camas y los llevó al hospital central. Dicen que iban heridos pero mi pregunta es: ¿un tiro en el pecho con armas de alto calibre puede dejar vivo a alguien? No creo que hayan llegado con vida al hospital”, denunció la madre.

Aunque nada de lo que se haga puede arrancar el dolor del corazón de Paula Flores por la muerte de sus hijos, aguarda a que se haga justicia y aseguró que no descansará hasta que la verdad salga a flote y se limpie el nombre y la memoria de Sixto y Jimmy.
“Iré a donde me toque ir para que se esclarezca la verdad”.
El temor su vida y la de los demás miembros de la familia sigue latente al hacer las denuncias y señalar a posibles responsables de los hechos.]]>

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