«Las transacciones para comprar petróleo o productos derivados de PDVSA o cualquier entidad propiedad de PDVSA directa o indirectamente (…) que involucren a personas estadounidenses o cualquier otro nexo deben terminar el 28 de abril», dijo el Tesoro en un documento para contestar las interrogantes que plantearon las sanciones.
Washington anunció el lunes el bloqueo de 7.000 millones de dólares de activos de PDVSA, en el marco de la presión que ejerce Estados Unidos contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Estados Unidos reconoce al presidente del Parlamento y líder opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y considera que Maduro debe dejar el poder y dar paso a elecciones «libres y justas».
Venezuela, que vende cada día unos 500.000 barriles a Estados Unidos está buscando nuevos mercados para compensar las sanciones, que golpean fuertemente su economía que obtiene un 96% de sus ingresos de divisas del petróleo.
Las sanciones también establecen que Citgo -filial de PDVSA en Estados Unidos- podrá operar siempre y cuando deposite sus ganancias en una cuenta bloqueada. Washington También congeló cuentas y activos venezolanos en Estados Unidos, cuyo control entregó a Guaidó.
Venezuela se encuentra en una aguda crisis económica, con escasez de alimentos básicos y medicinas y una inflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para 2019.
En sintonía con este declive, la producción de petróleo se sitúa en 1,1 millones de barriles diarios, su nivel más bajo en 30 años, por la falta de inversiones.
Venezuela cuenta con las reservas de petróleo más grandes del mundo, más de 300.000 millones de barriles, en su mayoría crudo pesado cuyo procesamiento es costoso.