Estados Unidos, China y Rusia se han enfrascado en un pulso geopolítico por el ingreso de la ayuda humanitaria en Venezuela. Pekín rechaza el envío, Rusia lo llama pretexto para una acción militar mientras que Washington confía en la institucionalidad de los soldados venezolanos y cree que los insumos alimenticios y médicos entraran al país.
Los envíos de alimentos y medicinas para los venezolanos que padecen la crisis económica del país se han convertido en el foco de la lucha de poder entre Nicolás Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional y presidente encargado, Juan Guaidó.
El mandatario interino prometió que la ayuda humanitaria donada por Estados Unidos y otros países, y almacenada en localidades fronterizas ingresará el sábado a Venezuela en medio de una gran movilización ciudadana.
Pero Maduro rechaza recibir las donaciones, que considera un regalo podrido, y achaca la crisis en su país a un presunto bloqueo y persecución financiera internacional contra su Ejecutivo.
China dijo que estaba en contra el envío forzoso de la asistencia humanitaria a Venezuela, y advirtió que podría provocar un conflicto en el país arrasado por la crisis.
China otorgó préstamos por miles de millones de dólares a Venezuela y mantiene su apoyo al gobierno del presidente Nicolás Maduro, incluso cuando el país se ha hundido en una crisis económica sin precedentes.
La ayuda extranjera, principalmente de Estados Unidos, se ha acumulado en el exterior de las fronteras con Venezuela, ya que el gobierno de Maduro se niega a que esta sea ingresada al país.
«Si la llamada asistencia humanitaria se llega a enviar a la fuerza a Venezuela, podría desencadenar un conflicto y provocar graves consecuencias», dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang.
«Esto es lo que nadie quiere ver», agregó.
«China está en contra de una intervención militar en Venezuela y en contra de cualquier comportamiento que pueda causar una escalada o una tormenta política», dijo.
Guaidó, reconocido como presidente interino por 54 países, se comprometió a hacer llegar de alguna u otra forma la ayuda humanitaria desde varios puntos fronterizos este sábado, pese a los esfuerzos militares por bloquear el ingreso de estas ayudas.
«Recientemente hemos notado que el gobierno venezolano ha sido moderado y ha ejercido moderación para salvaguardar la paz y la estabilidad domésticas y ha prevenido efectivamente los conflictos a gran escala», dijo Geng.
El ejército que comanda Nicolás Maduro dijo que está en alerta en sus fronteras y cerró los cruces fronterizos, además de suspender las conexiones aéreas y marítimas con la isla de Curazao, parte de las Antillas Neerlandesas cercanas al país, antes del anunciado envío de ayuda humanitaria el fin de semana.
Posteriormente cerró la frontera con Brasil y amenazó a hacer lo mismo con Colombia por supuestos actos de agresión y provocación, lo que deja a Venezuela virtualmente aislada.
La Casa Blanca dijo que el vicepresidente Mike Pence visitará Colombia el lunes en una muestra de apoyo a Guaidó. Estados Unidos ha reiterado que todas las opciones están sobre la mesa, incluida la militar.
Rusia acusó el viernes a Estados Unidos de usar la ayuda humanitaria que debe ser entregada a Venezuela como un pretexto para una acción militar para derrocar a Nicolás Maduro.
«Una peligrosa provocación, de gran magnitud, inspirada y dirigida por Washington, a saber el ingreso por la frontera venezolana del supuesto convoy humanitario está prevista para el 23 de febrero» declaró la portavoz de la diplomacia rusa María Zajarova, quien afirmó que esto es un pretexto para una acción militar.
Zajarova acusó asimismo a Washington de desplazar sus fuerzas especiales más cerca del territorio venezolano.
«Hay informaciones según las cuales empresas estadounidenses y aliados de Estados Unidos en el seno de la OTAN estudian la compra de una importante cantidad de armamento y de municiones a un país de Europa del Este, con vistas a entregarlas a las fuerzas de oposición venezolanas», aseguró.
Se trata de ametralladoras de gran calibre, lanzagranadas y municiones de artillería, según Zajarova.
Moscú apoya a su aliado Nicolás Maduro, e insta a Juan Guaidó, reconocido presidente interino por medio centenar de países, a negociar para solucionar la crisis.
Estados Unidos, por su parte, responsabilizará a las Fuerzas Armadas de Venezuela si el intento de ingresar la ayuda humanitaria en Venezuela a partir del sábado resulta en un derramamiento de sangre, y podría reaccionar con sanciones o repercusiones para sus familiares en el extranjero si eso ocurre.
«Si hay un derramamiento de sangre dentro de Venezuela, sería culpa de las Fuerzas Armadas de Venezuela y de sus guardias cubanos», dijo un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato.
«La comunidad internacional, incluyendo los Estados Unidos, llevará a cabo las consecuencias debidas a esos individuos que le violen los derechos humanos a su propio pueblo», añadió la fuente.
La fuente se mostró optimista de que las Fuerzas Armadas de Venezuela cumplirán con su responsabilidad de proteger al pueblo y no hacerle daño.
“Estamos preparados para premiarlos si lo hacen”, pero también para castigarlos si no es así, señaló.
El funcionario aseguró: “Casi toda la jerarquía militar venezolana tiene sus familiares fuera de Venezuela, en particular en el Caribe, en España y en Florida, Estados Unidos y Washington sabe dónde están y dónde tienen guardado su dinero».
“Si no rompen con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, el círculo se les va a cerrar a sus familiares, van a tener que regresar a Venezuela a vivir en la miseria y en el miedo”, alertó, pero si lo hacen Estados Unidos está listo para sacarlo de las listas de sanciones y abrirles las puertas a ellos y a sus familiares a que vivan una vida normal, y que puedan disfrutar de un país próspero y democrático.
Con información de AFP y EFE
En la cuarta válida se correrá la Copa Aiko Motors. Hay mucha paridad en las clasificaciones de la Fórmula Quik y Easy Civic
"Fue muy difícil. Se hace el partido muy feo, muy trabajo, no podíamos dar dos pases seguidos (...). Es difícil jugar así", dijo el astro argentino tras el empate 1-1
"Me queda un sabor agridulce (...). Viniendo de abajo en el marcador, Venezuela terminó siendo superior, apretando", expresó Batista en conferencia de prensa. "Creo que hoy merecimos ganar"., Su colega, Scaloni dijo que el partido no debió jugarse
