«La actitud de Nicolás Maduro nos recuerda los últimos días de Noriega. Esta vez, la presión internacional debe imponerse para que se logre una salida pacífica, democrática y venezolana. Nuestro total respaldo al Presidente interino @jguaido y al pueblo venezolano», escribió este sábado Varela en su cuenta de Twitter.
Maduro ordenó el jueves el cierre de las fronteras de Venezuela que, este sábado amanecieron tensas debido a las protestas de ciudadanos que exigen que se permita el ingreso de ayuda humanitaria desde Colombia y Brasil.
La ayuda humanitaria fue solicitada por el jefe del Parlamento, el opositor Juan Guaidó, quien se proclamó en enero pasado presidente de Venezuela al considerar a Maduro un «usurpador» del Poder Ejecutivo y fue reconocido por unas 50 naciones, entre ellas Panamá, Brasil, Colombia y Estados Unidos.
Guaidó agradeció este sábado el «respaldo de la comunidad internacional» después de que fueran quemados dos camiones con ayuda humanitaria en la frontera con Colombia y recordó que este es un «crimen de lesa humanidad».
«Seguimos recibiendo el respaldo de la comunidad internacional, que ha podido ver, con sus propios ojos, cómo el régimen usurpador viola el protocolo de Ginebra, donde se dice claramente que destruir la ayuda humanitaria es un crimen de lesa humanidad», dijo Guaidó en su cuenta de Twitter.
Dos camiones con cargamento de la ayuda humanitaria solicitada por la oposición fueron quemados este sábado por la Policía Nacional Bolivariana en el lado venezolano del puente Francisco de Paula Santander, que conecta al país con Colombia, denunció más temprano la diputada opositora venezolana Gaby Arellano.
Por otra parte, dos camionetas con ayuda humanitaria que se encontraban entre la frontera de Brasil y Venezuela se retiraron hacia el interior del territorio brasileño por temor a posibles disturbios, pero finalmente se reportaron enfrentamientos entre autoridades venezolanas y un grupo de manifestantes declarados antichavistas.
Alrededor de medio centenar de manifestantes comenzaron a lanzar cócteles molotov y piedras contra un depósito de la venezolana Guardia Nacional Bolivariana (GNB, Policía militarizada), lo que provocó la intervención de los agentes.
Durante el tiempo en el que el cargamento de ayuda estuvo bloqueado en esa zona considerada neutral, dos ambulancias pasaron de Venezuela a Brasil con al menos cuatro muertos y varios heridos en su interior.
Su paso sería, al parecer, consecuencia de los enfrentamientos que se están produciendo entre la Guardia Nacional Bolivariana y los habitantes del estado Bolívar, fronterizo con Brasil, según denunciaron diputados opositores venezolanos.
Al respecto, el Parlamento venezolano, de mayoría opositora, denunció este sábado que hasta las 16.00 hora local (20.00 GMT) se contabilizaban cuatro personas asesinadas y más de 20 heridos de bala en la frontera de Venezuela con Brasil.
«Lo que ocurre en la frontera con Brasil no es represión común (…) Lo que ocurre en Santa Elena de Uairén es una masacre contra el pueblo indígena pemón en donde contabilizamos cuatro personas asesinadas y más de 20 heridos de bala», dijo en rueda de prensa el diputado Juan Andrés Mejía.