Venezuela

Secuelas del gran apagón: Caracas y ciudades dormitorio a media luz

Buena parte de la Gran Caracas, incluyendo algunas zonas del estado de Miranda aledañas a la capital venezolana, sufrieron este martes un nuevo corte eléctrico, menos de dos semanas después del masivo apagón que dejó en la oscuridad a casi todo el país. 

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Varios sectores de la ciudad sufrieron la nueva falla del servicio, incluidos Quinta Crespo, San Bernandino  y La Candelaria, en el centro de la ciudad, y Altamira, Los Ruices, Los Cortijos, los Dos Caminos, Sebucán, El Marqués, en el este. 

La estatal Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), adscrita al Ministerio de Electricidad, informó en su cuenta de Twitter sobre «maniobras de recuperación» en el circuito Santa Rosa A4 «para restablecer el servicio en su totalidad», sin añadir más detalles.

El apagón ocasionó que dos tramos de la línea principal del Metro de Caracas suspendiesen sus actividades, obligando a miles de pasajeros a marchar por las calles. Muchos otros vivieron la sozobra de abandonar vagones y túneles intempestivamente. Más tarde el servicio fue restaurado, según se aseguró vía Twitter.

La interrupción del suministro eléctrico también afectó a parte del estado de Miranda como Guarenas y Guatire, ciudades satélite de Caracas; y el deprimido balneario de Higuerote, ubicado casi 120 kilómetros de distancia de la capital venezolana, según diversas fuentes.

Secuelas del apagón

El pasado día 7 Venezuela sufrió un masivo corte eléctrico que abarcó a casi todo el país, y no pudo ser controlado hasta cinco días después. Tras una semana, continúan las secuelas de este episodio y la normalización del servicio parece estar lejos de alcanzarse. Los principales afectados son los residentes del interior del país.

Este martes, usuarios de la redes sociales informaron que la electricidad funcionaba de forma intermitente en la región andina del territorio.

Por su parte, en el Zulia, según informó el diario local de Panorama, Maracaibo, San Francisco y la Costa Oriental del Lago (COL) siguen sufriendo cortes eléctricos programados en distintos bloques. Al ya crítico estado de la infraestructura energética en la entidad se le adicionan los estallidos de las subestaciones de Barlovento, Pomona y Peonía, además de la explosión de múltiples transformadores.

El gobernante Nicolás Maduro dijo en su momento que el masivo fallo fue causado por un «ataque cibernético» dirigido por la administración de Donald Trump a la sala de control de la central hidroeléctrica del Guri (la más importante del país y cuyos sistemas son analógicos, según expertos); sin embargo, la oposición, que se ha desmarcado de este presunto sabotaje, señala que la ineptitud y la mala gestión de millonarios recursos destinados al sector eléctrico fueron las causas reales del apagón.

La semana pasada la Universidad Central de Venezuela, la principal del país, presentó un análisis sobre el apagón que rebate la tesis de sabotaje de Maduro, y traslada la responsabilidad del corte eléctrico a un incendio que sobrecargó las líneas de transmisión y desactivó las salas de máquinas generadoras del Guri.

Lo cual concuerda con lo detallado en un informe hecho en 2010 por un equipo de ingenieros eléctricos de la Universidad Simón Bolívar. El papel, recogido en un reportaje de la revista Climax, evidencia las fallas debido a desinversión, desidia, congelación de tarifas y falta de mantenimiento. Allí se enumeran una serie de recomendaciones que, de haber sido atendidas por Miraflores, habrían evitado el mega apagón de este 2019.

Con información de EFE

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