El gobernante partido Syriza respalda la huelga contra las medidas que según el líder Alexis Tsipras no tuvo otra opción que implementar como parte de un rescate financiero para evitar el desastre económico.
La huelga del jueves durará 24 horas y cerrará servicios públicos, museos, escuelas y farmacias, interrumpirá el transporte público, los transbordadores permanecerán anclados en puerto y los hospitales sólo trabajarán con equipos de emergencia.
Más de una docena de vuelos nacionales a pequeños aeropuertos regionales serán cancelados ya que el personal de aviación participará en la huelga. Los periodistas también dejarán sus trabajos y se cancelarán transmisiones de noticieros y actualizaciones por internet de noticias.
La división de política laboral de Syriza hizo un llamado a una participación masiva de trabajadores «contra las políticas neoliberales y el chantaje de los centros financieros y políticos dentro y fuera de Grecia».
Tsipras ganó una segunda elección en septiembre pese a retractarse de las medidas de austeridad y verse orillado a aceptar un acuerdo para imponer más medidas a cambio de un rescate financiero a tres años por 86.000 millones de euros de otros países europeos.
El lunes, Grecia no logró convencer a sus acreedores que había hecho suficiente para que liberaran la siguiente parte de fondos durante una reunión con ministros de finanzas de la eurozona que le dieron al país hasta la próxima semana para llegar a un acuerdo en relación a temas sobresalientes.
Aunque al gobierno ha cumplido con varias condiciones para obtener los fondos, la forma en que aborda la cartera vencida y permitir que deudores hipotecarios recuperen sus hogares, siguen siendo temas problemáticos.
En medio de una asamblea de trabajadores realizada la mañana del 21 de septiembre en el teatro “Luis Hurtado” de la Casa Sindical en San Cristóbal, personal de la administración pública, sindicatos y gremios de profesionales y técnicos fijaron posición sobre las recientes medidas en materia laboral dictadas por el gobierno nacional y aseguraron estar abonando el camino para una huelga general.
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona, el Eurogrupo, llegaron a un acuerdo político para cerrar la tercera revisión del rescate griego y hacer un nuevo desembolso de 6.700 millones de euros para el país, tras constatar que ha cumplido con la mayoría de las condiciones exigidas.
Ni general ni indefinida. La protesta generalizada y “hasta que se restablezca el hilo constitucional” convocada por algunos factores sindicales, finalizó sin siquiera haber calado en el seno de la masa laboral.Muchos trabajadores se plegaron al paro cívico convocado para el 20 de julio por la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática, pero al repetir el llamado los días 26 y 27 de julio, la aceptación no fue la misma.
