Espectáculos

Armando Áñez comenzó a escribir su nueva historia

El músico no necesitó recurrir a canciones de Americania para convencer a un público convocado para presentar su primer álbum como solista que firma como Recordatorio

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FOTOGRAFIA | Cortesía Cusica.com

Saber rodearse de buenos acompañantes es parte de la sabiduría de un buen músico. Si para un disco es importante, a la hora de un show en tarima es fundamental. Por eso el concierto que dio Recordatorio en Caracas lo mostró con una profundidad que va más allá de las canciones o sus jugueteos instrumentales.

El espectáculo, que sirvió a Armando Añez para presentar su primer disco solista Lógica Resbalosa, estuvo a casa llena. Algo destacable para un álbum, hasta ese momento, de distribución mayoritariamente digital (está completo en Youtube, por ejemplo) y de factura doméstica. En el vértice de las dos salas del Centro Cultural BOD, Añez mostró el sonido expandido y expansivo de sus nuevas piezas, y de su nueva personalidad musical, sin recurrir a canciones de su desaparecida banda Americania.

La banda recién ensamblada sumó 6 músicos con los que hubo intensas e interminables horas de ensayo, entre nerviosismo y ganas de sorprender. Incluyó a Héctor Tosta, pulcro en el manejo de las seis cuerdas y hasta aplicando la técnica del bending a lo Mick Ronson ; Luis Otamendi, preciso en el bajo y acoplado con su compañero en Del Pez, Pablo Mora (batería); Álvaro Casas en la percusión y los coros; y Herberto Áñez (TLX, Presidente) en los teclados, sirviendo además como guía instrumental de todo el conjunto, a ratos canalizando la figura de Leon Russel. El rock hipster.

No importó que la sala estuviese llena. El sonido de la voz de Armando Áñez no perdió la intimidad que transmite, como si cantara entre amigos. El impacto se amplifica en las piezas más desnudas, como «El norte despejado» que interpretó junto a Laura Guevara. También, en una inédita que presentó sobre enamorarse de alguien que se va del país con una letra frontal y sin retórica, pero también con arreglos que parecieron inacabados. Distinto al trabajo hecho a «Como pequeña gota de rocío», de Simón Díaz.

Lógica Resbalosa es un álbum construido por ideas de dormitorio, entre letras de autor y arreglos intimistas de Áñez junto al marabino de Presidente, con quien ahora comparte música y apellido, pero no sangre. Sus canciones, dedicadas a explorar los intríngulis de los sentimientos, las catársis cotidianas, los monstruos personales, reflejan a un artista que dejó atrás Americania y se embarca en un nuevo camino. Eso sí, cuando lo escuchen quienes fueron a su showcase, puede que sientan que se trata de las maquetas apenas de lo que escucharon dentro de la sala. Entre lo más destacable del trabajo, está el genial trabajo visual de Rafael Parra Toro.

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