La Unión Africana (UA) enviará una delegación de alto nivel a Burundi integrada por los presidentes de Mauritania, Mohamed Ould Abdel Aziz, Sudáfrica, Jacob Zuma, Senegal, Macky Sall, Gabón, Ali Bongo, y Etiopía, Haile Mariam Desalegn, informó hoy la organización, que por el momento no ha precisado la fecha del viaje.
Así lo anunció el presidente de turno de la UA y de Chad, Idriss Deby, tras haberse acordado el envío del grupo de alto nivel en la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana celebrada el pasado fin de semana en Adis Abeba, la capital de Etiopía.
La misión de la delegación presidencial es consultar con el Gobierno y con otros actores de Burundi el inicio de un diálogo que allane el camino hacia la paz y el despliegue de la Misión de Prevención y Protección Africana en Burundi (MAPROBU).
No obstante, ambas iniciativas tienen que ser «aceptadas por el Gobierno de Burundi», precisó la organización.
A mediados de diciembre, el Consejo de Paz y Seguridad de la UA autorizó el envío de 5.000 soldados y policías a Burundi, una medida que Nkurunziza rechazó, e incluso llegó a amenazar con «luchar» contra la fuerza de paz si esta entraba en el país al considerarla «una fuerza invasora».
El objetivo principal es que Burundi acepte el despliegue de la fuerza de paz, que no solo se encargará del desarme de las milicias, sino que también colaborará con la Policía para proteger a los civiles y facilitar el trabajo de los observadores internacionales.
La crisis estalló en Burundi el pasado abril, cuando Nkurunziza anunció que se presentaría por tercera vez a las elecciones, algo que prohíbe la Constitución y viola los acuerdos que acabaron con una larga guerra civil en 2005.
Nkurunziza fue reelegido en julio, en unos comicios que la comunidad internacional considera fraudulentos, lo que no ha impedido que el presidente se mantenga en su cargo.
Según la ONU, además de las más de 400 personas que han sido asesinadas durante esta crisis política, otras 237.000 que han tenido que huir del país.