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"La última noche en Tremor": final explicado de la miniserie de Netflix

Basada en la novela homónima de Mikel Santiago, "La última noche en Tremor" plantea un dilema para el espectador: qué es real y qué no. La respuesta no es sencilla

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«La última noche en Tremor» es de esas series que juega con el espectador. Las preguntas se repiten capítulo a capítulo: ¿qué es real y qué no? ¿Se trata de un hombre enfermo que justifica su extraño proceder? En las siguientes líneas vamos a responder estas cuestiones, aunque como toda obra de ficción, algunas de las respuestas se dejan a la libre interpretación.

Creada por Oriol Paulo y Jordi Vallejo, esta miniserie basada en la novela homónima de Mikel Santiago, cuenta la historia de un pianista famoso que se retira a un remoto pueblo para recuperarse de un problemático divorcio y un bloqueo creativo. Una fuete tormenta afectará para siempre la vida de este compositor.

A continuación puedes ver el tráiler y luego de él, empezaremos a aclarar lo que sucede en el tramo final, que explica todo lo que hemos visto.. Por supuesto, vienen spoilers.

Leo es Souza

En el último capítulo, después del ataque del rayo, Alex (Javier de la Fuente) es ingresado en un hospital. Allí revive una serie de eventos que el espectador puede llamar visiones, sueño, estado de coma o alucinaciones. No importa el nombre, sino lo que el espectador presencia. En ese contexto, Leo (Guillermo Toeldo) asesina a todos, incluida su esposa, María (Pilar del Castro). Aunque el protagonista termina siendo víctima de este criminal, no es la realidad.

Como se sabe, Leo, el vecino de Alex, es el narcotraficante Souza y ahora que Alex tiene conciencia de ello por haberlo «soñado» mientras estaba en el hospital, puede intervenir en los eventos del futuro. Lo hace llamando a la Interpol y revelando la identidad de su vecino, no sin antes sacar el arma que hay en esa casa, evitando un enfrentamiento entre el delincuente y la policía.

A Souza, pues, no le queda más remedio que rendirse. De esta forma todo el entorno de Alex se libera de un trágico final.

Para ser más claros, en el episodio de cierre se nos revela que todo lo que habíamos visto en los siete anteriores no era más que una visión de Alex tras ser alcanzado por un rayo. Esto puede ser decepcionante para muchos espectadores, pero es así de simple. Todas las otras «realidades alternativas» (por ponerle un nombre), en las que ocurren asesinatos, quedan eliminadas de un solo plumazo.

Un final para la interpretación

Cuando creemos que ya todo está servido en la mesa y no hay más sorpresas, sucede algo que deja una duda rebotando: ¿y si nada de lo que estamos viendo realmente pasó y es la invención de un compositor para concebir la pieza musical que estaba buscando para un guion de una película?

Veamos: en el cierre de la miniserie, parece que Alex está componiendo una tema para July (Ana Polvorosa) o, al menos, que la bonita relación con ella le ayuda a salir del hoyo creativo en el que se encontraba. Al finalizar el tema, el protagonista ve a Elvira (Nora Navas). su madre, sonriendo. Pero luego la toma se va a negro y la mujer desaparece. Eso sugiere que Alex la ha imaginado y, en consecuencia, todo lo narrado. En otras palabras, la serie no es más que el propio guion que el protagonista imagina para componer la banda sonora de una película escrita por un tal Peter Harper. ¿Y quién es este Harper?

Pues cuando uno va a la ficha de la película «La última noche en Tremor», se lee en la sinopsis de IMDB: «Peter Harper es un afamado compositor de bandas sonoras que, tras un doloroso divorcio, se retira a un rincón perdido de la costa irlandesa para recuperar la pasión». La interrogante es: ¿Javier Reyes que interpreta a Alex es realmente Harper?

En el primer episodio, Alex dice que no encuentra la forma de ponerle música a una película llamada «Way Up». Se refiere a ella como una historia cliché y predecible sobre dos amantes que estaban divididos «por el Muro». Imaginamos que se refiere al Muro de Berlín. Entonces, es muy probable que el protagonista haya decidido fabricar una historia más elaborada, en la que sus verdaderos vecinos Leo y María eran unos prófugos de la justicia, de allí que el origen de Leo podía ser «brasileño o colombiano» (otro cliché). La historia se conecta, además, con con la mujer que vio en el hotel donde consiguió wifi gratis (Judy).

En el anterior orden de ideas, Judy nunca tuvo una relación con Alex, o al menos no en la profundidad que se muestra en los capítulos anteriores. Por lo tanto, en este contexto, tampoco fue violada. De hecho todo lo desarrollado sobre una violación grupal podría ser otra pista para que el espectador sospeche del relato que está viendo pues es una obvia referencia a lo sucedido con el llamado «caso de manada», una violación sucedida en 2016, en España.

En conclusión, es posible que Alex/Harper solo está echando mano de casos conocidos (violaciones, narcotraficantes, Interpol) para configurar una historia que le permita inspirarse y llegar a la base musical que necesita. Sobre si llega a sanar o no, si hay una historia de liberación de culpa o de hacerse cargo de la salud mental, concluirlo es más complejo.

Entonces, ¿todo lo que vemos es una mentira?

No es tan sencillo como el viejo cliché de «todo fue un sueño», muy regular en las películas de los años 80. Pero sí es cierto que los trabajos de Oriol Paulo («Los ojos de Julia», «El Cuerpo», «Contratiempo») coquetean con lo inexplicable, partiendo de una base real.

En efecto, podría pensarse también que desde un inicio, la historia de Alex es la suma de cosas que ve a su alrededor y por eso es tan exitoso ganando premios y tan codiciado en el mundo de las películas. En este enfoque, la relación con una madre problemática, obsesionada con el futuro de su hijo pianista e involucrada en la muerte de Estrella (la joven novia del protagonista), es una ficción más.

Incluso, si seguimos pensando así, tal vez Alex realmente no tiene hijos ni una exmujer llamada Paula, que le rompió el corazón. Si las mejores composiciones provienen del dolor, Alex ha buscado meterse en los lugares más oscuros de la mente, echando mano de las desgracias de otros (y asumiendo el papel del sufrido) para parir una buena música. Obviamente esto es solo una especulación, una teoría de muchas.

Otra teoría posible es que todo lo que pasa en Tremor es fabulado. Sin embargo, el pasado del compositor sí es real: lleva una mala relación con su esposa e hijos. Su carácter narcisista le conduce a crear una ficción en la que termina salvando a su familia, haciendo la paz con su pasado y encontrando un nuevo amor.

Finalmente, es probable también que todo sea más convencional y solo se trate de una historia de redención (en la que Alex perdona a su madre y supera la muerte de su exnovia) y que el resto son fuegos artificiales para confundir a la audiencia. Esto solo lo puede decidir el espectador.

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