César Manzano: "Visceral" es una exploración del comportamiento humano
"Visceral”, escrita y dirigida por César Manzano llega a la cartelera precedida de varios reconocimientos importantes en el Festival de Cine Venezolano. En esta entrevista con El Estímulo el director cuenta cómo una comedia derivó en un producto completamente diferente y el uso tan comentado de planos secuencia para involucrar al público
El estreno de “Visceral”en las salas de Cines Unidos el pasado 12 de noviembre fue todo un éxito. No es de extrañar, pues pareciera que la convocatoria estaba garantizada desde que la producción inició su recorrido por festivales nacionales e internacionales. De hecho recibió el Premio especial del jurado a su director, César Manzano, en el Festival de Cine Venezolano. En este mismo certamen triunfaron Irene Esser (Mejor actriz), Vicente Peña (Mejor actor de reparto), Fabiola Arce (Mejor actriz de reparto) y José Ramón Barreto (Mención especial de actuación).
La cinta cuenta con un cuidadoso trabajo técnico, por lo que Manuel Díaz Casanova (Mejor cámara) y Luis Emmanuelli y Gonzalo Zubillaga (Mejor música) fueron reconocidos en el mismo festival de cine criollo. Además, la obra formó parte de la selección oficial del Festivalde Cine Independiente de Montreal,
Para Manzano, “Visceral” es un acto de fe y de empeño de todos los involucrados en la producción. Para el espectador, es una película atípica, que descoloca pues combina temas como la corrupción, el sexo, el encierro pandémico y el desequilibrio psicótico. Todo esto en una trama que involucra al espectador mediante el uso de diferentes planos secuencia.
El director y escritor de “Visceral”, habla de cómo pensó en esta cinta, desde el bosquejo del guion hasta su edición final, con El Estímulo.
—Tres planos secuencia, tres días de grabación, ¿cómo fue ese proceso de grabación y de preparación de los artistas?
—Lo que más nos llevó tiempo fue precisamente prepararnos para ese día de rodaje de plano secuencia y por lo tanto tuvimos casi tres meses de trabajo, no solamente con los actores, también el trabajo de cámara, el camarógrafo, que es el director de fotografía Manuel Díaz Casanova, casi era un actor más porque él se tenía que aprender toda la coreografía de los movimientos. Nosotros estuvimos una semana antes ensayando en cada locación con cámara porque lo importante era llegar a ese día del rodaje preparados y listos para rodar porque, además con las limitantes presupuestarias, tenía que salir el plano secuencia en ese día. No había ningún tipo de backup.El plano secuencia tenía que salir el mismo día y tomando en cuenta que nuestra luz principal era la natural, teníamos un rango, diría yo, de ocho horas y dentro de esas horas debíamos tener el plano secuencia por un tema inclusive fotográfico.
«El plano secuencia tenía que salir el mismo día y tomando en cuenta que nuestra luz principal era la natural, teníamos un rango, diría yo, de ocho horas y dentro de esas horas debíamos tener el plano secuencia por un tema inclusive fotográfico»
César Manzano, director de «Visceral»
Cada plano secuencia se rodó entre cinco y ocho veces y no todos quedaban completos porque el tema es que en el plano secuencia si algo sale mal a la mitad, tienes que arrancar desde el principio. Yo creo que los planos secuencia que salieron completos serían como tres.
—¿A qué se debe que los tres planos secuencia están estructurados como capítulos dentro de la película?
—Para diferenciar en tiempo y en lugares lo que sucede en cada acto. Es una estructura de tres actos y le quise dar una diferencia en todo sentido a cada uno de los tres momentos, porque es una historia que se cuenta en tres momentos que duran aproximadamente 30 minutos cada uno, pero es un momento de tiempo real. Entonces, ese elemento estructural me hizo falta para diferenciarlos. De hecho, cada acto, inclusive, en términos ópticos, en términos de colorimetría, son distintos. En términos de música, cada acto tiene un tipo de música totalmente distinto, tiene un color, una óptica y un manejo de cámara distinto. Todo ello buscando darle al público la vivencia de cada uno. Cada momento tiene una temperatura, una sensación específica y quise ser muy, muy específico al respecto.
—¿Cómo fue la preparación a nivel de desdoblamiento que tuvieron los artistas? Sobre todo porque en el caso de Irene, ella sumerge al espectador en ese estado de psicosis y crisis de pánico que ella experimentaba
—Sí, porque hay una inmersión, y eso es algo que es exótico en nuestra industria, y una de las cosas que yo siento que son importantes, básicas y fundamentales para el desarrollo de la nueva industria audiovisual venezolana, que es dar personajes. Los personajes tienen que ser más comprometidos, los actores tienen que entregarse totalmente a la vida de estos personajes. Irene logró eso, logró comprometerse con este personaje a un nivel humano, orgánico que uno queda atrapado por esa interpretación. Y yo creo que tiene que ver con eso, primero tener guiones que hablen de cosas importantes, profundas, interesantes, buscar alternativas, historias que nos representen; cómo es el día a día, la lucha moral y ética que vive el venezolano diariamente debe estar reflejada en nuestro cine y “Visceral” es un ejemplo de eso. Es ese constante decidir entre ser santo o un demonio. Creo que como venezolanos estamos enfrentados a esa decisión constantemente. Y el personaje de Susana (Irene Esser) no es otra cosa. Irene lo supo interpretar maravillosamente.
—¿Cómo cree que este tipo de planos influyen en la experiencia del espectador?
—La idea del plano secuencia es lograr pasar de una simple observación de una historia en una pantalla, es tratar de involucrar al público de una manera activa y que tal cual el experimente la trama, experimente el viaje de los personajes, las transformaciones de los personajes, que se sienta más como una experiencia, más que una visualización por parte del espectador. Lo que a mí me encanta del cine es dejarme atrapar y dejarme soñar, dejarme llevar por una historia en términos sensoriales no solamente visuales, sino también auditivo. Pienso que como cineasta busco siempre involucrar al público de una manera más completa, más estéreo, más tridimensional y, en ese sentido, “Visceral” busca que sea una experiencia para el público y no una simple visual.
—¿Cree que el espectador reflexione sobre la sociedad venezolana después de ver la película?
—Bueno, ojalá. Yo creo que “Visceral” refleja esa constante lucha entre el bien y el mal que tenemos cada uno como seres humanos y, hoy en día, como venezolanos más todavía. Entonces yo sí espero que la película sirva de alguna reflexión porque, además, el arte lo que busca de alguna manera es eso: un momento de inflexión, de reflexión de quien vive, de quién ve una obra de arte. La idea es que ese arte le dé algo espiritualmente a esa persona y que eso sirva como una forma de reflexionar y una forma de revisar nuestro actuar, nuestro ser dentro de nuestra sociedad y ojalá que “Visceral” sirva para eso.
—¿Qué lo llevó a explorar esa psicosis… la rabia, el descontrol, lo irracional que puede tener una persona?
—Siempre he sido una persona muy curiosa con el comportamiento humano. Me atrae mucho el tema del comportamiento de nuestro actuar como seres humanos. De hecho, mi primera película “Espejos” también es una exploración de ese mundo interno, de decisiones éticas que tomamos en nuestra vida cotidiana, qué es lo que a mí, siempre como artista, creo que me ha sorprendido y me ha influenciado, me ha llevado a hacerme preguntas y esas preguntas se han transformado en películas, en series, en escritos. Eso es algo con lo que creo que nací y que en mi vida ha sido importante: ese analizar, estudiar, reflexionar sobre el comportamiento individual en el día a día. Entonces, “Visceral” es esa continuación de esa exploración.
«Me atrae mucho el tema del comportamiento de nuestro actuar como seres humanos. De hecho, mi primera película “Espejos” también es una exploración de ese mundo interno, de decisiones éticas que tomamos en nuestra vida cotidiana, qué es lo que a mí, siempre como artista»
César Manzano, director de «Visceral»
—¿Y cómo construyes, en este caso, esa atmósfera de miedo psicológico a través de la sugestión y la ambigüedad?
—Eso es interesante porque a veces la obra de arte te lleva a donde tú no te imaginas. Por eso es el vértigo del artista, que cuando tú comienzas a crear una obra de arte, tú no sabes a dónde te va a llevar y yo creo que con “Visceral” pasa un poco eso. Para serte sincero, cuando yo me siento a escribir esta historia, yo quería hacer una comedia. Yo me senté diciendo: “¡Oye!, mira esta situación”. Tenía la premisa clara: una infidelidad que se descubre y que te lleva a tomar decisiones que te involucran en algo que no tenía nada que ver con el problema sentimental. Y digo: “¡Ah, bueno! Esto puede ser material para una buena comedia”. Y empiezo a escribir y, mira, de verdad, es una cosa que la misma historia te lleva, tú no tienes control sobre eso cuando escribes. Y es como que la historia me llevó a esto y todas esas tensiones que siento que atrapan al público son consecuencias de una historia que se escribió así y que tomó vida propia y que estos personajes de alguna manera empiezan a tomar vida propia, es como esas obras de Pirandello de teatro donde los personajes se vuelven independientes del escritor. Y, en este caso, a mí me pasó igual cuando uno empieza a escribir lo que les sucede a estos personajes, comienzan a llevarte y tú como escritor tienes el deber de copiar eso, de anotar eso que te está pidiendo la historia.
—¿Cómo cree que esta película desafía las convenciones del género de terror y el tratamiento de temas como el sexo, la corrupción, las distorsiones psicológicas dentro de la narrativa del cine venezolano?
—Creo que intenta buscar una forma de decirlo distinto. “Visceral” es una búsqueda también de un lenguaje cinematográfico venezolano. Y tiene que ver con darle una importancia trascendental a lo que se hace, a lo que se dice, ir más allá de lo anecdótico y yo creo que eso es un deber que como escritores tenemos en nuestra industria venezolana. Nosotros nos hemos quedado con la anécdota. La dramaturgia contemporánea venezolana, la televisión, el cine nos hemos ido a lo anecdótico y hemos dependido totalmente de ello. Creo que llegó el momento de trascender. Lo anecdótico tiene que quedar de segundo plano porque hay cosas mucho más importantes en la vida y hay cosas mucho más internas y reales y “Visceral” es esa exploración desde el cine.
El Festival de Cine Venezolano Entre Largos y Cortos de Oriente se distingue por su enfoque en proyectos que abordan temas sociales y culturales tanto en Venezuela como en el ámbito hispanoamericano. Con este galardón "Mariposa de papel" reafirma el objetivo con el que se generó la idea: visibilizar a las comunidades olvidadas puede traer a la luz relatos humanos poderosos
Ganadora del “Premio especial del jurado” en la vigésima edición del Festival de Cine Venezolano, la película se adentra en la dura realidad de los agricultores de La Grita, encargados de traer alimentos al centro del país. El director reflexiona sobre esta obra
A los 97 años falleció la reconocida directora y guionista venezolana. Margot Benacerraf se dedicó a impulsar y mostrar el valor de la cultura del cine en el país. Fundó la Cinemateca Nacional de Venezuela en 1966 y recibió un premio en el Festival de Cine de Cannes en 1959 por su película Araya