Las arepas de Arepa Factory
Del lustre del maíz nace un ícono: la arepa. Ninguna casa venezolana detenta su maternidad. Son solo acólitos cautivos que insisten en recrearla estén donde estén: Venezuela, Nueva Zelanda o México
Del lustre del maíz nace un ícono: la arepa. Ninguna casa venezolana detenta su maternidad. Son solo acólitos cautivos que insisten en recrearla estén donde estén: Venezuela, Nueva Zelanda o México
Lleno de valor e hidalguía y con cabeza reverente se presenta el cacao venezolano. Todo en su figura segrega placer desmedido hasta que la voluntad comedida establece límites; la razón ajusta la demasía de sensaciones que provoca y se generan las secuelas: para unos deviene en obsesión y para otros en vicio
Cada mañana, sin delectación morosa, el venezolano afirma su amor por el café
La comida provoca, disgusta, evoca, se alaba, se desea o se necesita. Opípara o suntuosa; presentada con frugalidad o sobriedad, siempre representa el punto de llegada o partida del ser humano