Cultura

Macondo Club, intercambios para nutrir el hambre de lectura

La agudización de la crisis que vive Venezuela redujo a tal punto el poder adquisitivo que con el presupuesto empobrecido de buena parte de la población tuvo que decidir entre comer, vestirse o leer. Pero hay un segmento de la población, la cada vez más precaria clase media, que requiere de letras que ya no se consiguen o no puede pagar dentro del país. Una iniciativa desde Australia brinda respuestas

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En las crisis el conocimiento también languidece. Poco a poco en la dinámica del país, los venezolanos vieron desaparecer la comida de los anaqueles, las medicinas de las farmacias, los repuestos, la ropa de los mostradores. Y silenciosamente también se fueron vaciando los estantes de las librerías y las bibliotecas comenzaron a quedarse desactualizadas.

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