Cultura

FOTOS Y VIDEOS | María Rivas vivió y murió rodeada de afectos incondicionales

La deshauciaron de un cáncer con metástasis, del que tuvo una sorpresiva recuperación al someterse a un nuevo tratamiento, lo que le permitió retomar su carrera, aunque años después el mal reapareció agresivamente.

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Desde 2010 María Rivas estaba viviendo en Miami y en un viaje que hizo a Caracas, a finales de 2012, no se sintió bien. Entonces decidió hacerse un examen médico. Le diagnosticaron cáncer de seno en tercer grado, un estadio muy alto, pero sin metástasis. Así comenzó la historia de la enfermedad que durante casi siete años padeció la cantante. Un mal que, aunque en su caso nunca remitió, sí dejó de hacerse presente en su organismo durante un largo tiempo, al someterse a una nueva terapia que le aplicaron en el Baptist Hospital, de Kendall, Miami, un proceso que sorprendió a todos por lo dramáticamente asombroso de su recuperación.

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A partir de allí su vida experimentó una serie de avatares que fueron modelándola a todos los niveles, tanto en lo artístico como en lo personal, hasta que el enemigo agazapado en su organismo reapareció y la acosó hasta su muerte el pasado jueves 19 de septiembre. En ese transcurrir estuvo rodeada permanentemente del afecto de los suyos, tanto de su familia biológica como la adquirida, integrada por Ken y Leana Bresnahan, pareja norteamericana que desde hace 25 años la acompañó como una suerte de ángeles protectores (todo el entorno de la artista los califica de esta manera).

Otro amigo muy cercano, Boris Bossio, músico y abogado venezolano residente en Miami, así como la pareja de la artista, el bajista y productor musical Miguel Chacón, nos narraron cómo fueron esos años, una historia tan interesante como conmovedora, que fuimos enhebrando alternadamente en forma cronológica.

Buenas y malas noticias

Luego del diagnóstico en Caracas, regresa a Miami en enero de 2013. Allí se entera que ha sido seleccionada como la creadora oficial del diseño original de los Latin Grammy, de cara a la ceremonia de entrega que se realizaría en Las Vegas en noviembre de ese año. La artista, además de cantar, se dedicaba también al dibujo y la pintura.

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En febrero viaja a Palma de Mallorca, España, donde reside su madre, Chony; su hijo, Jeremías Loscher (producto de su relación con el fotógrafo Roberto Loscher) y su único hermano. Allí se somete a un tratamiento alternativo contra el cáncer. En esa primera instancia no recibió quimioterapia. De España viajó después a Caracas para participar en un concierto tributo a Aldemaro Romero, quien le profesaba un paternal afecto y con el que mantuvo una estrecha relación artística. En ese viaje ya empieza a presentar un cuadro de tos, semejante a una neumonía.

Cuando regresa a Miami es diagnosticada con metástasis en el Baptist Hospital. Allí la atienden el médico venezolano Gilberto Torres y la doctora Garrido, una oncóloga colombiana. Fue desahuciada, pero aceptó que la sometieran a un tratamiento nuevo. La metástasis le había afectado especialmente los pulmones. Le dijeron inclusive que no podía cantar. Antes de que le aplicaran la terapia, en septiembre, fue a la sede de la Academia de Artes y Ciencias de la Grabación de Estados Unidos, en Los Ángeles, para presentar a los medios su propuesta gráfica para los Latin Grammy.

Desde septiembre hasta diciembre estuvo internada en el hospital y por ello no pudo ir a la entrega de los Latin Grammys. Producto del tratamiento empieza a experimentar una notable mejoría. Ella lo complementa con ayunos y con una dieta especial para sobrellevar las sesiones de quimioterapia. Todo eso funcionó. En enero de 2014 empezaron a ver que la mejoría se estabilizaba eficazmente, hasta que en 2015 le diagnostican que la enfermedad “no estaba presente” en su cuerpo. No era una remisión, sino que no tenía síntomas del cáncer. Su allegados, e inclusive sus médicos, calificaron de milagroso su proceso de recuperación.

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Fue el mismo año que a Yordano le diagnosticaron cáncer y en junio le hacen un concierto tributo al cantautor venezolano en el Miramar Cultural Center de Miami, bajo la producción de José Luis Ventura y Boris Bossio, donde participaron, entre otros, Luis Enrique, Lena Burke, Jorge Luis Chacín y Pedro Castillo, entre otros, con animación de César Miguel Rondón y George Harris. Allí participó María y para alentar al homenajeado dio su testimonio de recuperación ante una audiencia devota, conmovida y emocionada. Muchos lloraban.

Alfombra roja en Las Vegas

Impulsada por sus amigos y protectores, Ken y Leana Bresnahan, produce en su disco «Motivos», con canciones de Aldemaro Romero, Italo Pizzolante y Juan Vicente Torrealba. Lo graba entre Palma de Mallorca y Miami. Al álbum lo nominan al Latin Grammy en 2018. Esta vez sí pudo viajar a Las Vegas e hizo su alfombra roja, en una participación de mucha proyección. Siguió activando su carrera. Recupera la voz, estaba cantando como nunca. Hace su viaje anual a Japón, donde desde 2006 se presentaba en el emblemático club de jazz del Hyatt de Tokio. Luego sigue en gira hacia Tailandia, Alemania, Austria y Singapur. Ese mismo año vino a Caracas para una serie de shows. Así estuvo el resto de 2018. Solo se sometía a tratamientos intermitentes para prevenir la reaparición del cáncer.

En Miami vivió siempre en la casa de una pareja norteamericana amiga, Ken y Leana Bresnahan. Los conoció en 1990 en un concierto en el Teresa Carreño, donde alternó con Pablo Milanés. Ken Bresnahan era entonces agregado militar en la embajada de Estados Unidos en Caracas. Él y su esposa quedaron tan conmovidos con la actuación de la venezolana, que luego hicieron contacto con ella y de allí surgió una gran amistad. Del concierto les impactó muy especialmente la canción «Hasta cuando ya no aguante», un tema ecológico de denuncia que le valió ser reconocida con el premio conservacionista Katty Phelps. La relación con los Bresnahan se intensifica hasta hacerse prácticamente familiar, cuando María los lleva a conocer Venezuela sirviéndoles de guía. A partir de allí fueron sus protectores. El de ellos era su hogar en Miami, donde llegaba y vivía.

El enemigo reaparece

Cuenta Boris Bossio que la principal alarma sobre el resurgimiento de la enfermedad la tuvo en enero de este año. “Me reuní con ella y la encontré fatigada, pues había reaparecido el cáncer y, con él, el problema de los pulmones”. Ella regresa a España a activar el tratamiento, pero ya su condición era crítica. Vuelve a Miami y en junio, en muy malas condiciones respiratorias, la ingresan en el Baptist Hospital de Kendall y le aplican otro tratamiento. Pero ahora, debido a lo complicado de su condición pulmonar, no había mucho que hacer. Aparte del cáncer, tenía líquido pleural en los pulmones, para lo cual debían someterla a un tratamiento muy doloroso para sacarle periódicamente el líquido de sus órganos respiratorios.

Desde finales de junio hasta el momento de su muerte iba al hospital a recibir el tratamiento y a veces estaba tan delicada que la dejaban ingresada. En ese interín Ilan Chester, que estuvo muy cerca de ella en los últimos meses, la llama en agosto para grabar un video de una canción titulada «Lo feo», que habla “de cómo lo feo se transforma en bonito”. El la canta y ella participa como invitada. Toda la poca voz que le quedaba sonó bien. Esa misma semana, el jueves 12 de agosto, regresa al hospital. A pesar de todo, siempre estaba de buen ánimo. Cuenta Ken Brenahan que una tarde fue a verla al hospital y la encontró sentada en su cama, con un espejo en la mano y maquillándose. Cuando él le dijo que no necesitaba hacerlo, pues se veía muy bien sin pintarse, ella le ripostó: “Yo siempre con el glamour hasta el final”.

Ya estas alturas, tenía un nivel de aceptación muy alto sobre su inminente final. Rezaba constantemente el rosario, un hábito que adquirió después de su recuperación en 2015. Irradiaba mucha paz, aun cuando el cuerpo físico presentaba un desgaste demasiado grande. El jueves 19 de septiembre la someten a una sesión de quimioterapia y allí colapsó. Los pulmones estaban muy comprometidos y tenía que ser asistida por máquinas para respirar. Ese mediodía ya estaba inconsciente. Se encontraban con ella Boris Bossio y sus entrañables amigas Ruby Romero (hija de Aldemaro Romero) e Irene Trujillo. Ambas comenzaron a rezar un rosario junto a la cama de María, mientras Boris se iba a trabajar. “Cuando estaba llegando a mi oficina recibí un mensaje de ellas: “‘No terminó el rosario, acaba de morir’”.

Cenizas en San Antonio de los Altos

-Además de cantar, le apasionaba pintar y dibujar. Su padre fue el principal impulsor de esta vocación desde que ella tenía 7 años. Estudió con Pascual Navarro como profesor.
-En las sesiones de quimioterapia se dedicaba a dibujar.
-Al decir de sus allegados, su casa en San Antonio de Los Altos, llena de obras de arte, es como una gran galería.
-En esa casa reposarán sus cenizas. Fue su última voluntad.
-Su cuerpo permanece en una morgue mientras se lleva a cabo el proceso para su cremación, que en Estados Unidos lleva varios días.
-Luego habrá una misa en Miami para sus familiares, amigos y allegados.
-Aunque Ken y Leana Bresnahan asumieron buena parte de los gastos médicos y el Baptist Hospital de Kendall también dio su aporte, todavía quedan muchas deudas por pagar, razón por la cual se habilitó un crowdfunding. La página de recaudación es: https://www.gofundme.com/f/maria-rivas-memorial-manduco
O buscar:
Official María Rivas Memorial – Artista Venezolana (www.gofundme.com)
El primer encuentro musical en su memoria será el jueves 17 de octubre en el Open Stage Club de Coral Gables (Miami).

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