"Homenaje a Soto": Arte y diseño unidos para la ciudad
El mural "Homenaje a Soto" fue ejecutado en tiempo récord: dos días y medio interrumpidos por los aguaceros que impulsaron al equipo de trabajo / por Elina Pérez Urbaneja
El mural "Homenaje a Soto" fue ejecutado en tiempo récord: dos días y medio interrumpidos por los aguaceros que impulsaron al equipo de trabajo / por Elina Pérez Urbaneja
Arte y diseño tienen una esencia en común: la creatividad, pero mientras que el arte es pura expresión, el diseño es funcionalidad.
La diferenciación de estas dos actividades llegó a principios del siglo XX, siendo Bauhaus, la legendaria escuela alemana que este 2019 cumplió 100 años, la que sintetizó estas ideas en su rompedor pensum de estudios donde artes plásticas y artes aplicadas se integraron para crear un nuevo oficio: el diseño.
Por las tres sedes de Bauhaus transitaron principalmente artistas, arquitectos y artesanos. En ella dieron clases pintores tan reconocidos como Paul Klee y Wasily Kandinsky y de ella salieron otros no menos destacados como Josef Albers y Max Bill.
Desde entonces la dicotomía arte-diseño ha sido una constante en el mundo y Venezuela no ha sido la excepción, porque contamos con numerosos artistas que tienen como base educativa el diseño. Así lo han demostrado Sigfredo Chacón, Alexandra Kuhn, Ricardo Benaím, Magdalena Fernández, Jorge Blanco, Patricia Van Dalen, Jorge Pisani y Teresa Casanova, quienes tienen en común el haber pasado por las aulas del Instituto de Diseño Neumann.
Iván Salgrero egresó con honores en la primera promoción de diseñadores industriales de una escuela recién creada a principios de los años ochenta llamada Instituto de Diseño Caracas (IDC). No obstante, él se concibe como artista desde la infancia.
«Cuando me gradué de bachiller, por casualidad recibí un volante que promovía algo que llamaban diseño, y me llamó tanto la atención, que insistí a mis padres para que me inscribieran. Yo dibujaba y pintaba desde niño, era sumamente inquieto y mis padres sabían que me tranquilizaba creando, haciendo cosas con las manos. Mi mamá estaba consciente de que iba a costar mucho, pero como era buen estudiante y me apasionaba todo lo que tuviera que ver con lo creativo, ella y mi papá que era ingeniero, decidieron hacer el esfuerzo de pagar esos estudios”, cuenta emocionado.
En el ínterin, se enroló como aprendiz de dibujo para afinar el volumen y la anatomía con Pedro Centeno Vallenilla. También hizo una pasantía en el taller de Carlos Cruz-Diez y declara que aprendió muchos secretos del oficio con Secundino Rivera. Agradece a cada maestro las lecciones plásticas y de vida.
Tal formación hizo que Iván sobresaliera en las clases de dibujo y modelado, al punto de que a partir del tercer semestre, cuando decidió irse por la mención “diseño industrial”, el IDC lo becó hasta culminar la carrera.
Tan pronto como se graduó lo captaron como profesor de la materia Dibujo Libre, lo que dio pie para que desarrollara su trayectoria docente por más de veinte años, dictando diferentes asignaturas en el IDC, en el Instituto de Diseño de Valencia y posteriormente en el Centro de Diseño Digital.
Si bien Iván se ha dedicado en paralelo a la pintura -con gran inclinación a pintar El Ávila en tono surrealista al óleo-, en su senda profesional ha ejercido el diseño tridimensional, aclara, desarrollando prototipos y productos muy puntuales elaborados de forma semiartesanal o artesanal, como el envase de lubricantes PDV, los premios para ExpoTattoo o letreros para restaurantes como Kabuki o Shawarma Factory, entre tantos.
Cada proyecto de diseño le deja conocimientos a nivel de investigación, más el profundo conocimiento de los materiales y distintas técnicas productivas, tanto industriales como artísticas que le han brindado fortalezas a la hora de la ejecución.
En el país están ocurriendo iniciativas positivas atomizadas ante la severidad de la crisis humanitaria. Las redes sociales de alguna manera se han convertido en las ventanitas que les permite tener salida hacia un mundo que queda atónito de que en este terruño la vida continúe palpitando en positivo.
Desde el ámbito ciudadano se gestan y llevan a cabo actividades que construyen país, como Los Palos Grandes de Noche, que inspirado en la pionera Caracas Ilumina, reconquista los espacios públicos de la urbanización chacaoense cuando la oscuridad se cierne sobre sus calles.
En su más reciente edición se dedicaron varios murales a nuestros maestros del cinetismo, recayendo sobre el ingenio de Iván Salgrero, el «Homenaje a Jesús Soto», en el exterior del edificio Vista Hermosa, en la 2da transversal de Los Palos Grandes.
Iván Salgrero indica que el mural, de más de siete metros de largo, se ejecutó en técnica mixta, principalmente pictórica, «pero con elementos tridimensionales como mi humilde acercamiento al trabajo de Soto. El mural lleva en su extremo izquierdo un retrato en síntesis gráfica de Soto, de quien también he tomado referencias plásticas, teniendo como base su etapa de los Cuadrados Vibrantes, para los que he sobrepuesto una serie de cuadrados sobresalientes.
Luego, el apellido Soto a la manera de las Escrituras Invisibles, que cierran con una «O»que alude a la Esfera de Caracas, el mejor obsequio que el maestro le dió a nuestra ciudad».
El diseñador y artista fue propuesto para el mural por Flamboyant Gallery, patrocinante de esta actividad. Al respecto señalan Juan Carlos Vannini y Adriana Manzanares, de Flamboyant: «Seleccionamos al maestro Salgrero porque venimos trabajando con él desde hace tiempo y sabemos que su trabajo versátil como pintor y escultor es acorde con lo que este mural requiere, además de que interactúa muy bien con el público».
El mural «Homenaje a Soto» fue ejecutado en tiempo récord: dos días y medio interrumpidos por los aguaceros que impulsaron al equipo de trabajo de Iván Salgrero, integrado por Iam Salgrero, José Carlos Conceiçao Rodríguez, Raúl Cera y Jesús Labrador a trabajar aceleradamente en la instalación de los elementos tridimensionales, pero sobre todo, en la pintura.
Arte y diseño se unieron nuevamente para otorgarle un obsequio a Caracas, en esta oportunidad a través de la unión de la técnica tridimensional constructivista desarrollada en tiempos recientes por Salgrero, que comenzó con una gran puerta creada especialmente para una residencia particular en Caracas en la que no sólo se concibió la parte estética, sino sus mecanismos, para que abriera y cerrara con facilidad.
«Homenaje a Soto» es una obra a cielo abierto que ha causado el efecto “wow” entre los transeúntes que a pie o en carro desaceleran o se detienen para disfrutarla. Es una iniciativa «totalmente ciudadana, con el respaldo de patrocinantes locales y la alcaldía», afirma orgullosamente, una de las vecinas del lugar.