El centro cultural de La Castellana ha elaborado un atrayente programa de comedias teatrales, monólogos y conciertos para atraer público a sus salas, guardando estrictamente las medidas sanitarias que exige la actual situación de salud mundial
Con una variada y atractiva programación, apoyada en espectáculos teatrales y musicales, el Centro Cultural BOD prosigue con su reciente apuesta de abrir sus puertas, para ofrecer opciones presenciales que contribuyan a que el público retorne a sus diferentes salas. Lo hace ya pasada la etapa más dura de la pandemia del coronavirus, que inicialmente los obligó, primero a clausurar sus actividades y luego a producir montajes adaptándolos en clave de streaming y vía Zoom, destinados a una audiencia confinada en sus casas por exigencias sanitarias.
Aún cuando este formato originó interesantes propuestas, nunca serán tan eficaces, en términos de interacción con el público, como los espectáculos en vivo. Allí su respuesta es inmediata, pues los asistentes nutren con sus reacciones, cualquiera que ellas sean, la sensibilidad de los artistas que les entregan su trabajo desde el escenario, íntimamente, muy cerca de ellos.
Esta iniciativa presencial del centro cultural de La Castellana por supuesto que no deja de tomar en cuenta su interés primordial de que el público que asista siga contando con el habitual confort y seguridad que ofrece su sede. Pero además de ello, bajo el estricto cumplimiento de las medidas sanitarias que exige la actual situación de salud mundial. Es una manera de generar confianza en quienes decidan dejar por un rato el confinamiento para disfrutar de un buen entretenimiento, sin aprehensiones ni temores.
El menú es apreciablemente jugoso y bien concebido. Hilarantes comedias, musicales y conciertos llegan este febrero a la prestigiosa institución, “para celebrar el amor, la amistad y el Carnaval”, tal y como lo afirman en su oportuno anuncio promocional, en el cual se promueven las distintas manifestaciones del arte venezolano y sus protagonistas, que conforman su programa para este segundo mes del año.
Este domingo 13 de febrero se estará presentando la actriz y cantante Evlin Pérez con su concierto “De amor y otras patologías”, mientras que Augusto Nitti y Mariela Marcano estelarizan los sábados y domingos “Él en mi cuerpo”, una chispeante comedia argentina que fue un suceso en la sureña nación. La parte musical correrá por cuenta del venerable Sonero Clásico del Caribe, con un concierto celebratorio de sus 45 años, previsto para el sábado 12 de febrero.
Por otro lado, el joven cantautor Eudomar Chacón presentará un show con el sugestivo título de “Feliz día de los enguayabados”, con un repertorio de clásicos de la canción latinoamericana en clave de despecho. Con cada uno de ellos conversó El Estímulo para conocer detalles de estas propuestas.
Cuándo. Domingo 13 de febrero. 11:30 am.
La música será el hilo conductor de esta propuesta escénica, en la que Evlin Pérez se paseará desde el jazz hasta el bolero, pasando por la balada y el bossa nova. Todo ello, mientras la psicóloga Atenea Anca repasa temas como el amor romántico y sus fases; o lo que es lo mismo, ¿qué implica enamorarse?
-Es un “concierto terapia”, como yo lo denomino, pues a través de la música como hilo conductor voy a tener una invitada, que es la doctora Atenea Anca, psicólogo clínico y sexólogo. Y entre las dos iremos desmenuzando cuáles son las fases del enamoramiento, qué pasa en los primeros momentos de esa chispa que es una patología, porque nos volvemos un poco locos, las hormonas se nos alborotan, nos ponemos ciegos, mentirosos, hacemos todo lo posible para que la otra persona nos guste. Entre esas fases voy a ir cantando temas muy conocidos -explica Evlin-. Hay mucha gente que no me ha visto cantando como lo haré, en modo cabaretero, pues en mis otros espectáculos lo he hecho de otra forma.
-Este es un concierto con piano de cola, con un saxofonista, pero además con ese guiño terapéutico, psicológico, lleno de mucho humor. Es una mezcla de canciones y monólogos, que serán interactivos, pues la idea es que la gente pueda participar. Le vamos a dar ejercicios a la audiencia para que se acuerden del primer amor que tuvieron. Es algo divertido, lleno de contenido, que parece muy serio, pero es tratado con humor, por lo que se van a divertir mucho. Está hecho para que la gente pueda participar cantando.
Sobre el repertorio, dice que la mayoría de los temas son conocidos. “Boleros muy antiguos, canciones de Aldemaro Romero, temas como Quiéreme tal como soy, de Herb Alpert, que es viejísimo, pero cuya letra está llena de cosas maravillosas, que es justamente el momento de quiebre de una relación, que es cuando tú espabilas y dices: ‘Un momentico: Quiéreme como soy, porque es mi forma de ser y tú verás si te la calas’. Porque siempre estamos buscando cambiar a la otra persona y es uno de los errores que cometemos en las relaciones”.
-Todos como seres humanos pasamos por el mismo proceso del enamoramiento, pero llega el momento de quiebre, donde el amor propio tiene mucha importancia porque es el momento en donde tomas la decisión final. Que es una elección que hay que hacer todos los días, porque por eso hay parejas que duran 30 y 40 años de casados. No es por el aguante, es porque tú eliges todos los días estar con esa persona.
-¿Hay experiencias personales en esas historias?
-¡Por supuesto! Es que si no hablamos desde la experiencia todo suena muy fingido. De hecho, por ese motivo es que invito a Atenea, porque yo soy una loba solitaria, estoy soltera, no tengo hijos, he tenido mis relaciones y mis rupturas, y de hecho mis monólogos hablan mucho de mi vida real.
-Atenea, la psicóloga, es una señora centrada, casada, con un hijo y además terapeuta de pareja. Nos va a nutrir muchísimo de la propia experiencia que tiene con sus pacientes. Vamos a tener nuestro pequeño consultorio a un lado del escenario, donde iremos explicando, o contando a través de mi experiencia y de lo que ella puede comentar acerca de eso, muchas cosas con las que la gente se va a sentir identificada sin ninguna duda.
-La producción y dirección del espectáculo las he hecho yo. Es un espectáculo sabrosito, como para ir en pareja a escuchar y cantar. Es más concierto que otra cosa.
Pero como en todos mis espectáculos, está presenté también el tema de movilizarte, de despertarte, de darte contenido de valor acerca del tema y el humor.
-¿Crees que este inicio de espectáculos presenciales se mantenga aún cuando la pandemia persista?
-Yo espero que sí. Siento que la pandemia va a empezar a mermar. Nos tenemos que seguir cuidando, sin lugar a dudas. Sé que hay gente que tiene más resistencia que otras a los temas presenciales. Pero aquí en el BOD yo les digo sinceramente que tengan la seguridad y la confianza de que se cumplen las normas de bioseguridad. La sala no se vende completa para facilitar el espacio entre las personas. Solo se sientan dos personas juntas. O sea que si vienen dos solteros por separados es capaz hasta de que se conocen. No sabemos. Yo estoy poniendo ejemplos…
Cuándo. Sábados y domingos 12. 13, 19 y 20 de febrero.
El actor Augusto Nitti vuelve a las tablas con una comedia en la que comparte escena con las actrices Daniela Marcano y Danae Giachetta. Se titula “Él en mi cuerpo” y tiene como ingredientes poderosos enredos, humor y un final inesperado.
-La escribió un argentino que se llama Casper Esposito y tuvo enorme éxito en Buenos Aires. Yo me puse en contacto con él porque me gustó mucho. Es una comedia fresca y reflexiva -revela Nitti-. Allí Roxana y Raúl son una pareja muy opuesta. Ella es una arquitecta que gana mucho dinero y trabaja en una multinacional, mientras Raúl es un paseador de perros místico y ambos van creando situaciones que llegan a un clímax. Él, creyente de las energías místicas, hace que vayan a un chamán, donde hablan con la luna, hacen un ritual y ocurre una transmigración de almas: yo en la de ella y ella en la mía.
Daniela Marcano, intérprete del personaje protagónico femenino, es particularmente entusiasta en torno a su participación en este montaje.
-Cuando Augusto me mandó la propuesta, la leí y no podía dejar de reírme por lo que sucedía. Me preguntaba: ¿Cómo llevar esto al teatro? Porque en película se han visto situaciones similares, pero en teatro muy poco. Es un reto actoral, porque de ser una mujer totalmente opuesta a él, empoderada, con un carácter bastante fuerte, paso a ser un hombre por la transmigración. Los dos tenemos ese reto y debemos hacerlo en una hora y veinte minutos que dura la pieza.
-¿Cómo plantean la transmigración de almas?
-Mostramos cómo sería un hombre con sus problemas y su vida, pero desde el punto de vista hormonal de la mujer -explica Augusto-. Y cómo sería la mujer a través de un cuerpo de hombre. Plantea algo que es cómico, pero es empático, porque estás viviendo lo que a mí me está pasando y yo estoy viviendo lo que te está ocurriendo a tí. ¿Cómo lo solucionamos? ¿Cómo le damos la vuelta? En medio de todo eso, viene una amiga de Roxana, que es como ese satélite que molesta y que le pone más trabas y más obstáculos a estos dos planetas. Entonces la comedia tiene que ser más rápida, ingeniosa y precisa. La transmigración de personajes es a base de pura actuación, sin caracterizaciones, lo cual hace que sea un desafío actoral mucho mayor.
-¿Similitudes y diferencias con el montaje de Buenos Aires?
-El escritor Casper Esposito me dijo que prefería el montaje de acá que el de Argentina. Y lo digo con todo orgullo -enfatiza el histrión-, porque no estamos acostumbrados a ver las cosas buenas que están pasando en Venezuela, siempre juzgamos. Esta es una obra que ha llevado a más de 500 mil personas en Buenos Aires y aquí tiene doscientas. Vio retazos en video y me dijo: “Está mejor hecha, mejor construida”. Quedó muy impresionado. Es un dramaturgo joven que acaba de firmar una obra muy importante a estrenarse en la avenida Corrientes, que es como el Broadway suramericano.
-¿Qué hicieron durante lo más crudo de la pandemia?
-Me dediqué a los estudios, a ocuparme de mí -ataja Daniela-. Yo me disfruté mi proceso de pandemia durante estos dos años. Sí extrañaba el arte, pero lo practicaba mediante otras cosas, aplicándolo a mi autoconocimiento. Porque cuando ya te conoces a tí mismo tanto, nada puede cambiarte. Y si no lo haces, cuando llegas a interpretar ciertos personajes, vas experimentando a través de ellos y no es la idea. Ese fue mi tiempo de reposo en pandemia, algo espectacular. Estudiar fue todo lo que hice.
-Yo sí tuve la oportunidad de hacer algo -dice Augusto-. Venía trabajando con la gente de Skena en la obra “Bajo terapia”. Nos salieron dos funciones y el año pasado pude realizar una película, como parte del elenco protagónico, con el director Carlos Caridad Montero, que para mí es el mejor realizador venezolano en estos momentos. Ya está terminada y espero que se pueda mostrar, pero todavía no sé nada al respecto. Toca ciertos temas y es muy interesante.
-¿Piensan hacer algún recorrido con esta comedia?
-Con “Él en mi cuerpo” vamos paso a paso, porque hay que ir midiendo, La primera aceptación fue positiva en las tres primeras funciones que hicimos el pasado fin de semana aquí en el BOD, en las que fueron a vernos 200 personas. La la reacción resultó muy buena. Tenemos tres semanas más para continuar pulsando sus efectos y luego decidiremos.
Cuándo. Sábado 12 de febrero, Día de la Juventud.
La Sala de Conciertos del BOD será el escenario para la celebración de los 45 años del Sonero Clásico del Caribe, Patrimonio Cultural de la Nación. Y lo hará
con un antológico concierto bajo la dirección de Pablo Landaeta, hijo del famoso percusionista y lutier Carlos Emilio Landaeta, “Pan con queso”, uno de los fundadores de esta reconocida agrupación.
-Es un legado que nos dejaron estos viejos -destaca Pablo Landaeta-. Vamos a presentar en vivo nuestra más reciente producción discográfica, la número trece. Tendremos a más de 20 artistas en escena, porque vamos a hacer partes sinfónicas orquestadas, con un ensamble de cuerdas que viene del Sistema de Orquestas, donde está mi hijo, Diego Landaeta. También hará una muy particular interpretación de un tango llevado al son, especialmente hecho para este concierto.
Pablo Toro, cantante, compositor y arreglista del Sonero, ofrece detalles de lo que verá el público asistente a su esperada reaparición.´
-Hay una primera parte donde vamos a tocar todo el repertorio que el Sonero ha hecho famoso, el que todo el mundo espera escuchar, canciones como-“Carmelina”, “Sobre una tumba una rumba” y “Papá Montero”, entre otras. En una segunda parte presentaremos nuestra más reciente producción discográfica, titulada “Somos el son”, con clásicos como “Yo no engaño a las nenas”, “Bruca maniguá”, “Donde vas Chichí” y otros temas, algunos de ellos inéditos. Es una producción novedosa en muchos aspectos, no solo por el sonido que tiene el Sonero actualmente, sino porque a diferencia nuestros discos anteriores, que eran de repertorio tradicional cubano, aquí habrá mitad y mitad, pues hay cuatro temas inéditos. Ya está próximo a salir, tanto en las plataformas digitales como en físico. Estamos preparando también un video y tenemos planes de sacar el disco igualmente en vinil, para seguir una tendencia con cada vez más adeptos.
-¿Han podido trabajar durante la pandemia?
-Bajaron nuestras presentaciones -reconoce Pablo Landaeta- , pero sí hemos hecho bastantes a nivel privado. Después de la pandemia esta será la primera presentación en público. Es interesante que haya un público seguidor del Sonero Clásico que llama y nos pide para sus eventos. Es una de las cosas que mantiene vigente a la agrupación, pero en espacios públicos no habíamos hecho presentaciones de esta envergadura.
-El disco lo grabamos durante la pandemia, lo terminamos en diciembre pasado. No hemos perdido el tiempo, siempre hemos estado “por ahí”, nunca hemos desaparecido. La constancia es lo que da nuestra permanencia en el tiempo. Y así seguirá.
De los seis primeros integrantes del Sonero (José Rosario, Pichín, Carlos Guerra, Carlos Landaeta, Peruchín y José Castro), todos fallecidos, hoy por hoy son diez. “Es sangre nueva, gente que tiene trabajando conmigo desde hace diez años para acá”, expresa Pablo. Los integrantes actuales, además del hijo del fundador, son: Tadeo Guédez, Ramón Méndez, Pablo Toro, Carlos González, Miguel Illaraza, Luis Gámez, Ignacio Blanco, Linedo Landaeta y Diego Landaeta.
-Desde 2017 somos Patrimonio Cultural de Venezuela -remarca Pablo Toro- Han sido años de perseverancia, de trabajo. Como uno de los integrantes más recientes, puedo decir que es increíble ver cómo la gente nos recuerda y nos recibe bien a donde vayamos. Somos una institución y es una responsabilidad grande estar aquí en este grupo con tanta historia, que ahora nosotros seguimos escribiendo. Es todo un privilegio tener ese honor y formar parte de este legado.
Cuándo. Domingo 20 de febrero.
En este espectáculo, el cantautor Eudomar Chacón se paseará por temas de su autoría y por una selección del repertorio latinoamericano, acompañado por Ángel Fernández (cuatro), Aquiles Hernández (violín), Xavier Perri (bajo) y Jorge Villarroel (percusión).
-Plantemos una versión distinta del Día de los Enamorados y lo hacemos con mucho humor, bastante sátira. También nos pasearemos por emociones como la rabia y la tristeza, que forman parte del guayabo (despecho) -explica el artista-. Lo que queremos, a través de las canciones y de la puesta en escena, es poner a transitar al público por la historia de una persona que está enguayabada y que sufre por esta situación.
-Todo está contado a través de canciones, pero tiene elementos teatrales. Vamos a recrear un bar, en el que yo hago de mesero. El director musical del lugar está preocupado porque el cantante no llegó y el mesero, con su situación de guayabo, comienza a acercarse a través de la música y ganarse a los músicos como aliados ante su situación.
-¿Por qué utilizas música latinoamericana en esta propuesta?
-Hay una cosa maravillosa del latinoamericano y es que puede expresar su situación dramática a través de cualquier tipo de canción, que puede ser la salsa más alegre y en realidad es un guayabo. O un merengue dominicano, o una samba. Puede ser cualquier ritmo. Eso forma parte de nuestra gracia para afrontar el guayabo.
-Ángel Fernández (uno de los productores, presente en la entrevista) y yo nos conocemos desde hace más de 14 años. La primera vez que actué aquí en Caracas fue en el festival de canto de la Universidad Central de Venezuela y el asistente a la dirección de ese festival era Ángel. De allí surgió una amistad. A partir de entonces empecé mi recorrido musical: estuve en el orfeón universitario, después empecé a tomar clases de canto lírico y luego inicié mi carrera como solista. Él también, por su lado, empezó a hacer su formación y hace poco nos reencontramos y diseñamos este concierto.
-Hemos hecho cosas, pero un poco más modestas. En cuanto a un concierto grande es la primera vez que trabajo con alguien -revela Ángel-. Hicimos una selección de temas emblemáticos del repertorio latinoamericano. Tenemos canciones de La Lupe, Luis Miguel, Armando Manzanero, Tito Rodríguez, la Sonora Matancera, entre otros, así como canciones venezolanas de Simón Díaz, Henry Martínez y temas de Eudomar y de mi autoría. Ese es el enfoque.
-No estamos fusionando géneros -aclara Eudomar-, sino que hacemos todas las canciones con base a géneros tradicionales latinoamericanos. De hecho, hay danzón, bolero, ranchera, tango. No estamos comunicando desde la fusión, sino desde cómo nació originalmente la canción, pues creemos que las canciones latinoamericanas son potentes de nacimiento, tienen combustión espontánea, por decirlo como Miguel Delgado Estévez.
-¿Han presentado este concierto anteriormente?
-Es la primera vez que lo presentamos en vivo, pero ya lo hicimos el año pasado, durante la pandemia, en una versión on line.
-En este espectáculo, no solamente queremos cantar las canciones y ya. No solo es una canción tras otra, sino que deseamos contar una historia a través de ellas. Lo que hacemos con este personaje, que es el mesero del bar, es que se va desnudando emocionalmente ante el público, va dando pinceladas en torno a la situación que lo aflige, qué es lo que le pasa, porqué está así. Hasta que llega a un clímax y hacemos una canción muy divertida, que es “Cara de payaso”, de Tito Rodríguez, pues es tal cual él se siente, como un completo ridículo, pues así quedó con una persona.
-Queremos hacer un arco dramático a lo largo de todo el concierto. Tenemos un dramaturgo y un director de escena, Miguel Cabrera, quien tomó todas estas canciones, nosotros le contamos lo que queríamos comunicar y él escribió un texto. No es un monólogo como tal, pero sí hay mucho parlamento hablado, justamente para que el público pueda entender el porqué de las canciones. Ya las canciones de por sí cuentan una historia, pero está potenciada por la intervención escénica que le pone Miguel Cabrera. Es música que cuenta y aparte hay un cuento.
-¿Qué te propones con este montaje?
-Queremos que la gente se divierta. Si estás despechado, eres bienvenido; y si no lo estás, también, porque además es un repertorio que trasciende generaciones. Incluso la gente joven, así no escuche estas canciones todo el tiempo, las tienen en su subconsciente, porque sus papás, o sus abuelos, las escuchan. Entonces creo que todos van a disfrutar ese día.
“La llamada”. Musical. 18, 19 y 20 de febrero.
“Sucedió en un Carnaval”. Con Vasallos del Sol. 26 de febrero.
“Se busca sapo, príncipe azul ya tuve”. Comedia con Diana Patricia “La Macarena” y Carlos Mezza. 27 y 28 de febrero.
“Lo que no te dijeron del sexo”. Monólogo con Astrid Carolina Herrera.4 y 5 de marzo
“La vida es un ratico”. Con Tania Sarabia. 6 de marzo.
“Noches de Guataca”. Concierto de Suena4. 25 de marzo.
“Monólogos de la vagina”. 27 de marzo.
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