La actriz, fallecida el pasado viernes 10 de marzo en Miami, conoció e hizo amistad con el músico y cantante estadounidense durante su visita a Caracas en 1970 para actuar en el Show de Renny, y lo convenció para irle a dar una serenata sorpresa al autor de “Moliendo café” y “El burrito sabanero”
El cantante Stevie Wonder estuvo en Venezuela hace 53 años para presentarse durante dos semanas en el Show de Renny y ofrecer tres conciertos en el Gran Salón del desaparecido Caracas Hilton y a instancias de la actriz Nury Flores, recién fallecida en Miami, le llevó una serenata al compositor Hugo Blanco a su residencia de la urbanización Moltalbán. Para entonces el artista iniciaba su fructífera y muy exitosa carrera artística.
Fallecida a los 80 años de un cáncer que le hizo metástasis y que la aquejaba desde hace algún tiempo, Nury Flores, nacida en Maracaibo el 26 de mayo de 1942, siempre contaba, divertida y entre risas, esta anécdota, que aunque era conocida por su entorno familiar y de amigos íntimos, transcendió muy poco.
Nosotros la contamos aquí en El Estímulo el 20 de octubre de 2020, en el marco de una crónica sobre Stevie Wonder, publicada con motivo de su regreso a la composición de canciones, después de 15 años sin hacerlo. El anuncio también le sirvió para dar a conocer que los dos temas que acababa de escribir y que pusieron fin a ese paréntesis, atribuible a una “sequía creativa”, serían publicadas en una casa disquera propia y no en Motown, sello al cual había pertenecido desde que iniciara su brillante carrera hacía entonces seis décadas.
El 1° de enero de 1970, Stevie Wonder, quien para entonces tenía 19 años, llega a Caracas contratado por Enzo Morera para presentarse en “El Show de Renny” y en “Renny Presenta”, los dos programas que conducía el animador Renny Ottolina por Radio Caracas Televisión.
También actuó en el Gran Salón del Hotel Caracas Hilton, los días 8, 9 y 10 de enero. Por Venezuela actuó la cantautora Gloria Martín, muy celebrada en aquel momento por sus canciones llenas de poéticas historias de amor o de cuestionamientos al sistema político imperante en nuestro país, entonces gobernado por Rafael Caldera (1969-1974).
El artista estadounidense ya era muy popular en Venezuela, pues aquí había pegado fuertemente con dos de sus éxitos de 1969: “Yester-Me, Yester-You, Yesterday”, compuesto por Ron Miller y Bryan Wells, así como “My Cherie Amour”, una de sus primeras creaciones en alcanzar la cima de las carteleras discográficas y de difusión radial internacionales.
Al finalizar uno de sus shows en el Hilton, Steve Wonder pidió hacer un recorrido noctámbulo por Caracas, durante el cual sus anfitriones lo llevaron al Diplomático, una boite situada en el edificio Cedíaz de la avenida Casanova, en donde cantaba boleros la también actriz Nury Flores, quien al término de su presentación, y a pedido del vocalista, compartió con él y sus acompañantes en su mesa.
Inmediatamente surgió entre la simpática y conversadora Nury Flores y Stevie Wonder una corriente de simpatía, que se tradujo en franca camaradería. Durante los días en que el cantante permaneció en Caracas, ella lo llamaba frecuentemente para saludarlo y acudía a Radio Caracas Televisión para ver sus presentaciones con Renny Ottolina.
En uno de esos encuentros, ella le comentó al cantante que conocía al compositor Hugo Blanco -autor deMoliendo caféyEl burrito sabanero, entre otros muchos éxitos-, que era su gran amigo y que sabía que admiraba mucho al intérprete visitante. Ella le dijo bromeando que si no se atrevía a darle una serenata a Blanco en su casa, a lo cual Wonder le tomó la palabra y aceptó porque le parecía divertido y porque conocía la canción “Moliendo café”, que era ya entonces una de las canciones venezolanas de mayor resonancia fuera de nuestras fronteras.
Al día siguiente, procedieron a alquilar un camión, donde Wonder con sus músicos en la parte trasera, y Nury Flores en el asiento al lado del conductor, se trasladaron a la urbanización Montalbán, donde residía Hugo Blanco. Se estacionaron frente a la casa de éste y procedieron a cantar, para sorpresa, no solamente del compositor venezolano, sino también de los vecinos de la cuadra, que a esas altas horas de la madrugada salieron a la calle sorprendidos y regocijados.
Nadie lo podía creer. Al finalizar, y luego de departir un rato con el homenajeado y su espontánea audiencia, Nury Flores y el cantante regresaron al Hilton, el hotel donde se hospedada Stevie Wonder, en medio de risas y jocosos comentarios por el reto que la actriz le hizo asumir al norteamericano y que éste había aceptado en medio de bromas, pero cumpliéndolo a cabalidad.
La anécdota es oportuna ante el reciente deceso de Nury Flores en Miami, ciudad a donde se había ido a vivir hace más casi 20 años con su hija, la también actriz Patricia Noguera y sus nietos.
Había iniciado su dilatada trayectoria histriónica en 1959 en “Yo y las mujeres”, filme venezolano estelarizado por Amador Bendayán y Susana Duijm, dirigido por el realizador italiano Giuseppe Maria Scotesse, en cuyo elenco figuraban además María Luisa Lamata, Olga Teresa Machado, Jesús Maella, Mario Santacruz y Graciela Henríquez, entre otras figuras populares de la época .
A partir de allí forjaría una sólida carrera como actriz de soporte en numerosas telenovelas, tanto en Radio Caracas Televisión, el canal donde más trabajó, como en Venevisión, a donde llegó de la mano del productor de dramáticos Arquímedes Rivero, quien la consideraba una de sus artistas de mayor consistencia profesional.
Participó en varias de las teleseries venezolanas más icónicas, como “La Señorita Elena” (1967), “Una muchacha llamada Milagros” (1973), “Estefanía (1979)”, “Mi amada Beatriz” (1987), “Emperatriz” (1990) y “Kassandra” (1992). En Miami también intervino en numerosas producciones dramáticas. La última que hizo fue “Santa Diabla” (2013), una coproducción entre Caracol TV y Telemundo.
En total, trabajó en más de 50 telenovelas, tanto dentro como fuera del país.
Destacó muy especialmente en roles de villana, que ayudaron especialmente a consolidarla dentro del medio.
“Partió una gran actriz, la querida Nury Flores. Pero mucho más que una excelente y gran actriz fue un ser humano espléndido, afectuosa y una de las mujeres más divertidas que conocí en mi vida”, expresó su colega Carolina Perpetuo vía redes sociales.
Por otra parte, Marisela Berti le escribió vía Facebook, a Patricia Noguera, hija de Nury Flores:
“Hoy supe la mala noticia de que nuestra amada Nury Flores se fue de este plano… No sabes cuánto lo siento. Y sé que el año que viene Marina Baura se quedará esperando esa llamada de Nury que tanto le gustaba. Te amo, te abrazo el alma a tí y a tus hijos. No sólo murió una gran actriz, sino una gran amiga, madre, y abuela”.
Después de 15 años sin componer ha vuelto a hacerlo, pero no editará sus nuevos temas con Motown, el sello al que renunció para fundar su propia disquera. Hace 50 años estuvo en Caracas y en compañía de la actriz Nury Flores le llevó una serenata al compositor Hugo Blanco
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