Hiperactivos Mimí Lazo y Luis Fernández estrenan en teatro, cine y plataformas

Han pasado casi 30 años del estreno de El aplauso va por dentro, la obra más taquillera y representada -dentro y fuera de Venezuela- del repertorio de Mimí Lazo, ocasión más que oportuna, expresa la actriz, para llevar a escena una nueva pieza de Mónica Montañés, otro monólogo, titulado Mi sexta boda, cuya primera función, a sala llena, tuvo lugar el pasado 1 de marzo en Maracaibo y ahora, a partir de este viernes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, estrenará en el Centro Cultural Chacao de Caracas, también con las localidades agotadas, al igual que las que tiene previstas para los días sábado 9 y 23 de este mismo mes en ese escenario capitalino.

Pero todo no quedará allí. Otro proyecto a desarrollar por la actriz en 2024, siempre en conjunto con su esposo, el actor, director y productor Luis Fernández, es una nueva versión de la película de Román Chalbaud El pez que fuma (1977), pero no en un remake, sino dentro de la modalidad de cine dentro del cine.

Y en su exitosa plataforma de propuestas experimentales en streaming (transmisión en directo), basadas en piezas teatrales, ya están dándoles los toques culminantes a la versión en inglés, con actores anglosajones, de El vendedor, obra de la dramaturga venezolana Mariela Romero, con la que se disponen abarcar nuevos mercados.

A ello se unirá la comedia con toques agridulces Tequila o ron, original de otra escritora venezolana, Gennys Pérez, sobre el sensible tema de la migración venezolana, que estelarizan Mimí y Rafael Romero, con la cual, al igual que con Mi sexta boda, se proponen recorrer el país a lo largo del año.

Venezuela 10 años después

En entrevista telefónica con El Estímulo, tanto Mimí Lazo como Luis Fernández, residentes en Los Ángeles desde hace diez años, anuncian que trabajarán más en Venezuela, dada la reactivación de su conexión -la de ellos y las de otros colegas teatreros- con los teatros en todo el país.

“Por ello, aunque sigo viviendo en Los Ángeles, trabajaré más aquí. Estoy arreglando mi casa, dejé mi apartamento cerrado durante esa década que estuve fuera y ahora lo reacondiciono”, expresa una entusiasta Mimí con su elocuencia habitual.

-¿De qué va “Mi sexta boda”?

-Es un unipersonal en clave de comedia sobre una mujer costurera que se casa seis veces, buscando el amor de su vida y ahora lo ha encontrado. Aparecerá en escena haciéndose un traje de bodas, con retazos de los vestidos de sus anteriores matrimonios. Allí se aborda todo el proceso de la decepción de las parejas, para remarcar que lo importante es empezar a quererse uno mismo para poder encontrar el amor. No se trata de mis cinco bodas -ríe-, sino las de Esperanza, que así se llama mi personaje.

-Creo que es la misma mujer que ha descrito Mónica (Montañés) en diferentes etapas de la vida: en la menopausia, el primer amor, el divorcio. Esta mujer tiene eso mismo de la Valeria de El aplauso va por dentro, en el sentido de que busca la felicidad, que no se queda, que se arriesga. Mónica, como autora, siempre nos habla de que hay que buscar la felicidad pese a todo. Ella y yo tenemos ya casi 30 años hablando de la autoestima, de cómo se hace para uno quererse. Creo que allí está todo. Y esta mujer, Esperanza, se arriesga a divorciarse. Primero cuando era jovencita y se casa para huir de su casa y así sigue, pero a medida que se va casando se va decepcionando, pero permanece en esa eterna lucha por buscar la felicidad.

Vale destacar que Mimí tenía una década sin venir a Venezuela, cuando aceptó el año pasado participar en Dramáticas, la miniserie de Hispanomedios que transmitió Venevisión.

“No imaginaba que la gente me recordara con tanto cariño y así lo comprobé con las innumerables manifestaciones de afecto que recibí entonces en todas partes, tanto en Caracas como en otros lugares de mi país”.

Mimí Lazo

-¿Qué propició eso?

-Cuando Daniel Ferrer, presidente de Hispanomedios, me invita a hacer Dramáticas; o mejor dicho, me convence, porque inicialmente no estaba tan ganada para venir, desde que me monté en el avión que me trajo comenzaron a pasarme una serie de cosas, de las más hermosas que me han pasado en mi vida entera. Llegar Venezuela y ver el amor y el cariño de la gente, que yo pensaba que no me quería, que se había olvidado de mí, era como si no hubiera pasado nada. Necesitaba tanto ese cariño, que no me quiero ir.

“Los venezolanos están llenos de entusiasmo”

-¿A qué atribuyes esa reacción, después de que hubo hasta quienes te criticaron por tus supuestas simpatías con el régimen?

–Eso fue producto de una campaña que generó un grupito muy pequeño, se aprovecharon del odio generado por la coyuntura de lo que estaba pasando. Ahora veo que esas personas, que tan mal hablaron de mí, van a Venezuela, viven o están allá. Y nadie dice nada. Y me parece bien, porque este es el país de todos. Pasan la página y no les da dolor el daño que han hecho. Siento que perdí diez años fuera de mi país, sin ver a mi gente. Creo que no valió la pena eso.

-¿Cómo percibes a los venezolanos?

-Yo ahora percibo a los venezolanos llenos de entusiasmo, con ganas de trabajar, pese a las dificultades. Nunca había visto esa energía, así de esa manera. Que te agradecen que vayas, que hagas cosas. Estamos trabajando otra vez los actores en Venezuela, después de años sin hacerlo. El actor que esté fuera de Venezuela siempre va a querer regresar a su país, aunque no te lo diga. Y ojalá que todos pudieran regresar.

-¿Crees que el país está cambiando?

-Estamos cambiando los venezolanos.

-¿A pesar de las circunstancias políticas y sociales?

-Los venezolanos estamos montándonos al país encima, no esperamos que otros resuelvan. El que se quedó en Venezuela ha pasado por mucho. Yo admiro profundamente al que se quedó, tiene comida y recursos, todo lo que tenemos ahora, que antes no tenía, y que por esfuerzo propio ha logrado. Creo que ha llegado el momento de que los profesionales de la política se ocupen realmente de la política. Y nosotros los artistas nos ocupemos de unir al país a través del arte. Eso es lo que yo creo. En mi caso, quiero recuperar el tiempo perdido y estar aquí más tiempo que en ninguna otra parte -remarca-. Es el comienzo de una nueva etapa en Venezuela y yo tengo que estar.

Luis Fernández y teatro venezolano en inglés

Entre de todos estos proyectos, Luis Fernández ha estado especialmente ocupado en producir para mimilazo, su plataforma de propuestas experimentales en streaming basadas en piezas teatrales, la versión en inglés de El juego, una de las obras más emblemáticas de la escritora, actriz y dramaturga venezolana Mariela Romero.

-Desde hace tiempo yo he venido trabajando en esta nueva versión de El juego y se nos ocurrió hacerla en inglés -explica-. Ya estamos trabajando en ella. Estamos rodándola en este momento. A mí me gusta mucho el planteamiento de esa obra, ese estudio de los personajes, que son como marginados psicológicamente, que tienen esa psique fracturada, tan compleja y autodestructiva. Cómo explorar en unas relaciones desde ese ángulo mental me pareció muy interesante, tomando en cuenta también el tema de la salud mental y de los personajes de psique compleja.

-Se nos ocurrió hacerla en inglés (su título en este idioma es A Salesman) con unos actores que conocimos en Los Ángeles que son maravillosos. Es la apertura de nuestra productora a hacer un primer producto en inglés. No paramos de experimentar y estamos llevando a cabo este experimento, que se inició en la pandemia, que es mucho más exigente y su producción mucho más complicada, pues el tema es bastante más complejo. Estamos explorando hasta dónde podemos llegar con esta propuesta audiovisual, que como las anteriores parten siempre de obras de teatro, de textos dramáticos escénicos traducidos a lo audiovisual.

-¿Es el primer intento de hacer otras cosas en inglés?

-Es la primera producción que hacemos en inglés y quién sabe qué puertas nos abrirá. Queremos abrirnos también a que el público pueda ser más diverso y que nos acompañe también nuestro público de siempre, y los que no hablen inglés tengan sus subtítulos, por supuesto, como vemos casi todas las películas.

-¿Son actores norteamericanos?

-Son dos actores estadounidenses y uno británico, actores de Los Ángeles que hacen cine. Mimí y yo tendremos también una participación.

-¿Cómo llegaron a ellos?

-A la actriz protagonista, Natalie Lymor, la conocemos desde hace tiempo. Yo había hecho unas lecturas con ella para una obra que queríamos montar y que al final no se concretó, pero siempre había querido trabajar con ella porque es una actriz con un entrenamiento maravilloso, del “método”, igual que Mimí. Es muy interesante su trabajo. Y al actor británico, Julian Grant, lo conocí a través de nuestro agente. Se trata de un actor mayor, que ha hecho también bastantes experimentos como director con celulares. Hay mucha gente que está utilizando el celular como recurso para filmar como cámara y entramos en sintonía en este tema de experimentar estos proyectos, que producimos nosotros mismos para nosotros mismos. Ellos están en las mismas también, sin esperar decisiones de terceros, sino tomando las riendas de los personajes y las historias que queremos contar.

-¿Es una historia para cuántos personajes?

-Básicamente son dos personajes protagónicos de la obra original de Mariela Romero, pero hay tres personajes secundarios en la historia, que la hacen un poco más compleja visualmente también.

-¿Están muy avanzados en su realización?

-Vamos a iniciar la cuarta semana de rodaje. Claro, no lo hacemos todos los días, ya que es un rodaje bastante sui géneris, porque lo manejamos nosotros mismos, pero ya estamos por terminarlo para comenzar el proceso de edición. Quiero mantener también escenas en directo, vamos a ver cómo hacemos con el tema de los subtítulos y cómo lo podemos lograr.

-¿Tienen prevista una fecha de estreno?

-Estoy apuntando a que la podamos estrenar en abril. Lo bueno de este proceso de posproducción que tenemos, es que es bastante rápido. Luego de los estrenos que tendremos en Venezuela de las obras nuevas para marzo y abril, creo que podremos tenerla para abril y mayo.

Ficha artística y técnica de “El vendedor”

El Vendedor (A Salesman)

Basada en la obra de Mariela Romero.

Con: Natalie Lymor, Luis Fernández, Julian Grant, Alexia Kim y Mimí Lazo.

Una producción de Mimí Lazo

con la colaboración de: Elizabeth Baralt y Nina Rancel

Dirección de Fotografía: Mateo Arturo

Dirección de arte: Mimí Lazo

Una película de Luis Fernández.

“El pez que fuma” en otra lectura

-¿Te propones también trabajar más en Venezuela, además de lo que están haciendo en Los Ángeles?

-Así es. Tenemos muchos proyectos y varios de ellos para hacerlos en Venezuela. No solamente las obras de teatro que vamos a seguir haciendo, porque se ha reactivado esta conexión con los teatros en toda Venezuela. Mimí ahora va a recorrer varios estados y tenemos también en proyecto nuestra versión cinematográfica de El pez que fuma de Román Chalbaud.

-¿De qué manera abordarán este clásico del cine venezolano?

-Estamos trabajando en esta versión desde hace ya varios años. Mimí y yo nos conocimos cuando Cabrujas nos dirigió en la versión teatral, basada en el exacto guion que él y Román escribieron para la película. Es parte de nuestra historia personal y entonces eso va a ser protagónico en nuestra propuesta. No es tanto un remake de la película de Román, que ya está hecha de manera brillante, sino El pez que fuma como retrato no solamente del país, que lo es, sino de la manera como esa historia nosotros, Mimí y yo interpretándola, partió de la ficción y se traspasó a la realidad.

-La película es bastante compleja en ese sentido -explica Fernández-, porque es la historia de un grupo de actores que están interpretando a los personajes en la película que hacen y cómo la trama de la ficción los afecta a ellos en la realidad. Ese es el argumento original de nuestra versión de El pez que fuma, bastante autobiográfica, por decirlo de alguna manera.

-¿Es cine dentro del cine?

-Sí, cine dentro del cine, y sobre todo vida real dentro de la ficción. La rodaremos totalmente en Venezuela.

-¿Cuándo comenzarán a hacerlo?

«Bueno, es un proyecto muy grande y tiene el tema del financiamiento, de reunir el equipo, pero estamos en acción en este momento. Mientras estamos conversando, están ocurriendo cosas con miras a concretar este proyecto. Así que vamos cautelosamente optimistas, pero a paso seguro».

Luis Fernández

-¿Qué puedes decirnos de Mi sexta boda?

-Esta obra surgió de la necesidad de Mimí de darle un cierre a estas historias de mujeres que viene haciendo en El aplauso va por dentro desde hace casi 30 años, cómo Mimí y Mónica han ido cambiando como mujeres y cómo perciben ahora la vida, las relaciones y el amor, no solamente por la pareja, sino por sí mismas. A mí me parece que es un cierre hermosísimo a una historia que comenzó hace tres décadas sobre la mujer, que es el tema de Mimí y Mónica, sobre cómo esa mujer venezolana, o la mujer en general, de alguna manera navegan normas sociales que atentan contra su propia felicidad y que ellas mismas aceptan, el tema del patriarcado y las normas que la mujer se impone a sí misma, que son imposibles de cumplir. Y de la búsqueda de la felicidad y del auténtico autoamor.

-Y por ahí se va Mi sexta boda -puntualiza Mimí-, un poco la premisa de qué se planteó en El aplauso va por dentro hace 30 años, de cómo es imposible encontrar una pareja, si tú a tí misma no te valoras y te quieres. Es un cierre muy maduro, pero igual es una comedia de cómo la mujer va navegando las vicisitudes de las relaciones de pareja, hasta que por fin encuentra a la pareja ideal.

“Tequila o ron”, agridulce migración

-¿Y qué dices de Tequila o ron, que siendo una comedia es bien agridulce?

-Esa obra también va a estar en temporada recorriendo Venezuela -ataja Luis- .Rafael Romero y Mimí recorrerán varias ciudades muy pronto. Es una obra que conecta muchísimo con la gente, porque nace de una realidad venezolana que es muy particular, que yo creo que no tiene igual en ninguna parte del mundo.

-El tema de la migración venezolana, cómo ha evolucionado esa migración y cómo la percibe la gente que está afuera que no quiere regresar, así como la que quiere volver, la gente que regresa hoy en día y los que están todavía en Venezuela. Esos cuatro subtítulos que le pusimos: irse, quedarse, volver o reinventarse. Es como las posibilidades que tiene la migración en el caso específico de Venezuela.

-Planteado esto en tono de comedia, obviamente toca una fibra interesante, al mismo tiempo que divierte. Yo creo que el público se conmueve muchísimo con esta historia y se identifica con los dos personajes. Creo que a medida que se vaya exhibiendo, esta obra irá adquiriendo sus propios matices. Nosotros la habíamos hecho antes en Nueva York, pero era otra realidad y otro momento, pero la historia ha ido mutando, como ha ido evolucionando también la realidad venezolana. Creo que se ha vuelto como más amplia en el tema de captar la sensibilidad del venezolano, sea cual sea su coyuntura personal dentro del tema de la migración.

-También hemos tocado el tema de la migración en Desconocidas, de Mónica Montañés, que por cierto está nominada en los premios de la Academia del cine venezolano y nos complace muchísimo, porque como lo plantea su autora en Desconocidas, es el tema de la pérdida de identidad que viene con la migración, en comparación con una metáfora del Alzheimer que sufre la madre ,que interpreta Verónica Oddó. Entonces, tocados estos temas que son sumamente dolorosos y agridulces, hacerlos desde el humor es la única manera de abordarlos para que sean tolerables y asequibles.

–Mi sexta boda, si bien es una comedia y la gente se va a reír, eso no cabe la menor duda, también está planteando un tema muy importante, que creo es la clave de esta colaboración entre Mónica y Mimí, que siempre tocan temas que son muy importantes. De hecho, ahora se habla de la sociedad patriarcal y cómo la mujer tiene que rebelarse de alguna manera contra estas normas, que siempre favorecen al hombre y que se dan por sentadas, y la mujer tiene que sufrir estas micro agresiones continuas todos los días de su vida, tanto por parte de la pareja como en el campo laboral.

-Eso lo plantearon Mónica y Mimí hace 30 años, cuando nadie hablaba del tema. Esa semilla que ellas sembraron ha dado evidentemente muchos frutos a lo largo de estas tres décadas, en que hemos evolucionado todos, incluso la sociedad y nosotros como individuos y como artistas. Parte de esas conclusiones a las que ellas han llegado, son las que se plantean en Mi sexta boda.

-¿Tienes planteado tú también hacer una nueva obra como actor?

-Sí, estoy tratando de multiplicarme para que me dé tiempo de hacerlo todo, pero por ahora estamos muy contentos Mimí y yo con estas posibilidades que se han abierto y con esta cantidad de trabajos que tenemos por delante en proyectos por hacer, muy ambiciosos y muy complejos todos, pero absolutamente llenos de gratificaciones creativas. Estamos muy estimulados y contentos de poder seguir en este momento explorando cosas totalmente nuevas. Después de estar toda la vida haciéndolo, que todavía tengas posibilidades de explorar cosas nuevas, con tanto aliento creativo, es maravilloso.