Cine y TV

"Estamos muertos": final explicado y todo lo que sabe de la nueva temporada

Lanzada para el mercado anglosajón como "All of us are dead", esta serie sigue el éxito de producciones surcoreanas como "Squid Game". El último episodio, sin embargo, fue muy abierto, pero con toda intención. Aquí contamos cómo se relaciona con una posible continuación

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Estamos muertos
Portada: Daniel Hernández/ Fotos: Netflix

No nos cansamos de los zombis. «All of us are dead» («Estamos muertos» para Latinoamérica) lo confirma. La serie de 12 capítulos disponible en Netflix usa los tropos del género para contarnos una historia novedosa. Aquí el tema de fondo no es la amenaza de la infección sino sus razones y consecuencias. Pero además, si se aguza el ojo y el oído, encuentras una gran crítica al sistema educativo coreano y a las exigencias que los jóvenes deben cumplir.

Como ya es costumbre en este espacio, vamos profundizar en lo que acabamos de describir, pero para ello debemos comentar lo que sucede en varios capítulos. Así que seguirás leyendo bajo tu propia responsabilidad.

¿En qué radica la novedad de «Estamos muertos»?

La sinopsis de «All of us are dead» nos dice: «Una escuela secundaria se convierte en la zona cero de un brote de virus que transforma a todos en zombis. Los estudiantes quedan atrapados y deben luchar para salir o transformarse en uno de los infectados rabiosos». Cualquiera que lea este resumen pensará que es un título más en el extenso catálogo de producciones, que tuvieron un gran impulso tras el éxito de «The Walking Dead» y que dieron paso títulos como «Train to Busan» y «Kingdom». Afortunadamente no es así.

La originalidad de «Estamos muertos» comienza con la explicación científica del virus. En la mayoría de películas y series del género Z, poco importa cómo se generó la infección. Prácticamente mencionan la sospecha del origen y se concentran en la acción. Así, lo que el espectador ve es el agotador viaje del protagonista (o protagonistas) para sobrevivir. En cambio, en esta producción de Corea del Sur hay un gran esfuerzo por hacerle un seguimiento al experimento que terminó mal y que afecta especialmente a los estudiantes de la Hyosan High School.

La idea de ayudar con una vacuna a los que sufren de bullying, que no pueden enfrentarse a sus abusadores, con una vacuna es una idea brillante. Y enfocar el drama en un instituto educativo, mucho más. Es decir. Es toda una paradoja que el experimento del profesor Kim Byong-chul (Lee Byeong-chan) para convertir al débil en fuerte termine por igualar a la mayoría de personas con los débiles. Peor aún, como lo vemos en el caso del principal villano, Yoon Gwi Nam (In-soo Yoo), potencia a los abusadores.

Luego, a medida que se desarrolla la serie encontramos infinidad de referencias a la presión que sufren los estudiantes para sobresalir en una sociedad muy competitiva, donde fallar un examen para ingresar a las principales universidades es sinónimo de suicidio porque se pierde la oportunidad de conseguir un trabajo en las principales empresas, incluso de conseguir pareja y tener una familia.

En la serie se refleja en la presión para que la chica que tira flechas consiga entrar al equipo titular o a la sobreviviente que lleva un letrero, en el pecho (como los que anuncian el fin del mundo), pidiendo que se exonere de examen de admisión a los sobrevivientes del virus. Cada cierto tiempo hay una referencia a los trabajos, profesores y pruebas que deben superar en su vida como estudiantes. Todos estos son elementos que generan estrés y ansiedad en el grupo.

Se trata de un problema complejo. Corea del Sur lidera lidera al mismo tiempo los ratings educativos en el mundo y la lista que clasifica a los países OCDE según su porcentaje de suicidios; la primera causa de muerte en edades comprendidas entre los 10 y los 39 años, según datos de Stadistics Korea de 2014. Además, ocupa el puesto número 58 en el ranking de felicidad (World Happiness Report 2016).

En este contexto, «Estamos muertos» reflexiona sobre el lugar que ocupan los estudiantes en la sociedad. Y la conclusión es que ellos deben proveerse su futuro tal cual como sucede en la vida real. Es decir, abandonados por los adultos, estos jóvenes deben buscar la manera de sobrevivir en un mundo muy exigente y adverso. Si apelamos a la metáfora, los zombis representan a ese sistema que devora las esperanzas y los sueños de la población mucho antes de llegar al mercado laboral.

Pero la presión también recae en los puestos de mando. Y ese es otro gran acierto de la serie. El enfoque a las decisiones políticas y militares es más realista que ficciones anteriores. De allí que se haga énfasis en cómo la sociedad civil pierde cualquier derecho ante la intervención militar.

Por supuesto, una ficción no tiene la obligación de hacerse «real», pero se agradece que los guionistas de «Estamos Muertos», encabezados por Seog-il Cheon y los directores, J. Q. Lee y Kim Nam-Soo, le dieran tiempo a personajes que representan el poder político, y cómo actúan ante el avance del virus. Así, la verosimilitud de lo que acontece como sociedad equilibra el elemento fantástico, encarnado por la figura del zombi.

Final explicado

Si bien la historia ha gustado mucho y la serie se ubica entre lo más visto en diferentes países, es cierto que el final es muy abierto. Repasemos lo que sucede en el tramo definitivo: On-jo (Victoria Grace) le cuenta a Su-hyeok (Darren Keilan) que ha visto una luz en la institución y le recuerda que Nam-ra (Yi-Hyun Cho) dijo que si se volvían a encontrar, debían encender una fogata.

Para despejar la duda, On-jo lee pide que le acompañe a la escuela para comprobar si su amiga «mediozombi» está allí, pero le propone que no le diga al resto de compañeros que sobrevivieron. Por supuesto, Su-hyeok no cumple con su promesa y todo el grupete termina en el techo de la institución. Y en efecto, allí está Nam-ra.

Pero Nam-ra no es la misma. Se le ve feliz. Ha asumido su condición y no solo eso, ha encontrado a otros infectados como ella, que han evolucionado. No son humanos ni monstruos. Y esto concuerda muy bien con las palabras del creador de este desastre, el profesor Kim Byong-chul, quien dice que al final todo virus evoluciona sin que se puedan prever las consecuencias.

Finalmente, Nam-ra promete al grupo que continuarán en contacto porque «siguen siendo amigos». Luego, salta desde el techo. La cámara se queda con el resto de estudiantes que no fueron contagiados. Ellos miran al horizonte con cierto asombro y beneplácito. Los espectadores, sin embargo, nos quedamos rascándonos la cabeza. ¿Qué ven? ¿A su compañera? Todo indica que sí.

Es un final que deja abierta la posibilidad de una segunda parte. Probablemente se pueda explorar cómo Nam-ra lidera a sus compañeros que evolucionaron como ella. ¿Hacia dónde van? ¿Cuántas personas más se han convertido en ‘mediozombis’? ¿Dónde viven? ¿Cómo se alimentan? ¿Pueden vivir sin morder a los humanos? Al mismo tiempo, las autoridades continuarían sus investigaciones en la mutación del virus que convierte a los individuos en superhumanos.

¿Habrá una segunda temporada?

En conexión con el párrafo anterior, la realidad es que el último capítulo se desarrolló con toda la intención para que exista una segunda temporada. Así lo confirmó uno de los directores, Lee, a The Korea Herald: «Se produjeron intencionalmente muchas direcciones, escenarios y escenas para expandir la historia a una temporada adicional, incluida la introducción de nuevas razas de zombis».

«Si se puede ver que la primera temporada presentó la supervivencia de la humanidad, la próxima temporada puede hablar sobre la supervivencia de los zombis. Espero presentarles a los espectadores otra temporada», agregó Lee.

Es cierto que todavía no hay noticias sobre una continuación, pero Netflix se toma su tiempo para analizar el resultado de una serie en todos sus mercados. Y esa es una buena notica para los seguidores de este drama coreano: desde el  7 de febrero, «Estamos muertos», encabezó las listas de TV diarias de Netflix en docenas de países, incluido Estados Unidos. De esta manera se convierte en la segunda serie en idioma no inglés en alcanzar esa posición después de «Squid Game» («Juego del Calamar»). Y, como sabemos, ya fue confirmada una segunda parte de este último título, de manera que no debería sorprendernos que en poco tiempo nos digan que tendremos más zombis evolucionados. 

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