"Estragos": final explicado de la violenta película que estrenó Netflix

Uno de los actores que más películas de acción ha protagonizado y un director especialista en escenas violentas. ¿Qué podía salir mal? Bueno, eso dependerá del espectador. «Havoc», cinta que lidera Tom Hardy («Mad: Max Fury Road», «Venom», «Peaky Blinders») y dirige Gareth Evans («The Raid», «Gangs of London»), es un bocadillo de reina para los que aman las grandes coreografías que involucran luchas cuerpo a cuerpo, fracturas y muchos tiroteos. De hecho, ¡la sangre salpica hasta la pantalla!

Pero que la excitación no nos haga perder los papeles. La producción de Netflix estrenada este 25 de abril tiene muchos huecos en el guion. Vamos primero con lo obvio: ¿de qué va «Havoc»? Pues la premisa es tan sencilla como poco novedosa. Hardy es Walker, un detective que se ha dejado llevar por la corrupción que impera en esta ciudad sin nombre. Puede ser cualquier lugar carcomido por el crimen y los políticos estafadores.

Como policía corrupto, Walker se ha alejado de la paternidad. Apenas si responde económicamente a sus responsabilidades. En plena Navidad, se ve envuelto en un lío enorme. Charlie (Justin Cornwell), el hijo del candidato a la alcaldía, Lawrence Beaumont (Forest Whitaker), queda en fuego cruzado entre diferentes organizaciones criminales y los propios compañeros de Walker.

Debido a que Walker tiene negocios y deudas pendientes con Beaumont, no tendrá otra opción que enfrentarse a sus propios compañeros y a un sindicato del crimen chino para rescatar a Charlie y su novia, Mia (Quelin Sepulveda). Dicho esto, pasemos a lo que vinimos: explicar el fondo de esta chorrera de sangre que deja la cinta. Advertimos, obviamente, que vienen spoilers.

¿Quién es enemigo de quién?

Si algo tiene el cine de Evans es que sus tramas no tardan mucho en explotar. Para él, es la misma acción lo que importa. Por lo tanto, apenas si tenemos contexto. Sabemos que Walker y varios policías se quedaron con un botín de drogas y, al mismo tiempo, que Charlie y Mia están conectados con un grupo ilegal chino. El destino hace que todos estos personajes entren en conflicto en un mismo día.

Entones, vamos a despejar algunas cosas para que se comprenda por qué rápidamente todo se va al diablo en esta producción y por qué la única forma para resolver los conflictos es a punta de disparos y machetazos (y hasta anzuelazos). Lo primero que debemos saber es que un intercambio de drogas termina mal y el organizador, Tsui (Jeremy Ang Jones), muere. Como consecuencia, la madre (Yeo Yann Yann) viaja de China a Estados Unidos pasa conseguir su venganza.

Para mala suerte Charlie y su novia Mia, están en el lugar y momento equivocados. Y para la mamá de Tsui, son los responsables de esa muerte. Pero eso no es cierto. Aquí los verdaderos responsables son Vincent (Timothy Olyphant), agente de narcóticos y los otros compañeros de Walker, con la ayuda de un soplón, Ching (Sunny Pang).

¿Cómo se entera la madre de Tsui que se ha equivocado?

La madre de Tsui se entera de que ha perseguido a las personas incorrectas en el tramo final de la película, cuando todo sucede en la cabaña del padre de Walker. Allí, la mafiosa le dice a Lawrence: «Tu hijo me quitó lo único que amaba en este mundo. Es justo que le hagas lo mismo». Básicamente le ordena que le dispare a Mia delante de Charlie.

Lawrence le pide perdón a su hijo, y parece aceptar su destino. Sin embargo, en ese momento aparece Ellie (Jessie Mei Li), la policía novata y en la que Walker ha confiado desde el inicio, para aclarar las cosas. Allí quedan descubiertos los verdaderos responsables de la muerte de Tsui: Ching, Vincent y el resto de compañeros de Walker (que usaron las máscaras de hockey). De inmediato y como ha sido en el largometraje, se inicia un nuevo tiroteo.

En este enfrentamiento muere Lawrence al interponerse entre Jake (Richard Harrington) y Charlie. La mamá de Tsui cae a manos de Ching. Mientras, Vincent y sus hombres consiguen eliminar a varios elementos de la Triada china. Finalmente, Ellie parece que morirá en un enfrentamiento con Jake, no obstante Charlie regresa milagrosamente a la escena para evitarlo.

¿Muere Walker?

Cuando ya todo parece zanjado y apenas quedan dos otras vidas importantes en toda la película, Vincent y Walker tienen un último enfrentamiento. El primero, herido, tomó un maletín que pertenecía a la Tríada e intenta escapar en un tren. Ese plan es boicoteado por un disparo del protagonista.

En el suelo, Vincent pregunta: «¿Por qué no me dejaste subir a ese tren? ¿Qué más te da?» y Walker responde: «No puedes escaparte de esto». El excompañero le advierte que está igual de involucrado en la corrupción que él, a lo que Walker concluye: «No voy a escapar más» y lo aniquila. Al mismo tiempo, Ellie recomienda a Charlie y Mia que se entreguen a la policía. Sin embargo, ellos deciden seguir como forajidos. Tal vez porque no confían en las autoridades tras conocer el pasado corrupto de Lawrence.

Ya en un especie de epílogo, Ellie le pregunta a Walker: «¿Y ahora qué?», a lo que él responde: «Ahora deberías arrestarme». Acota: «Eres una buena policía, Ellie. Probablemente debería haber sido más amable contigo».

A medida que se acercan más policías en sus autos, Ellie le dice a Walker que se asegurará de que su hija reciba el regalo que había comprado en una tienda barata el inicio de la película. Pero él rechaza esa oferta. «No, no quiero arruinarle la Navidad». Con esta sentencia, el protagonista parece claudicar. No es que muera. Simplemente ha decidido pagar por sus actos y por ello no quiere formar parte de la vida de su hija en lo inmediato pues lo que viene a continuación es la detención por los crímenes del pasado.