"iRehén": cuál es la historia real detrás de la película de Netflix

Las películas basadas en hechos reales siempre dejan con ganas de saber más. Es el caso de «iRehén» o «iHostage» (título en inglés). Esta producción, una de las más vistas en Netflix tras su estreno en abril, es dirigida por Bobby Boermans («La hora dorada») y coescrita con Simon de Waal («Sleepers») y en efecto relata con veracidad un hecho muy curioso.

«iRehén» es la adaptación de un secuestro, ocurrido en febrero de 2022, en un Apple Store de Ámsterdam, un suceso que terminó con una toma de rehenes por parte de un hombre que exigía 200 millones en criptomonedas.

En una entrevista con TUDUM, Boermans dijo que fue de mucha ayuda que su compañero en el guion, De Wall, había trabajado como detective, lo que les permitió ahondar en la investigación y mostrar lo sucedido de la manera más fidedigna posible.

«Empezamos a investigar y fue entonces cuando descubrimos… cómo la policía había mantenido contacto con las personas escondidas en el armario, cómo Apple intervino cuando las luces estaban a punto de apagarse automáticamente, qué impacto tuvieron los sucesos en los agentes de policía, etc.».

Pero, ¿qué más hay de cierto en este relato? Vamos a responderlo en las siguientes líneas, obviamente con spoilers.

Diferentes nombres, mismo fondo

A pesar de que los creadores de la película se basaron en los hechos que registró la policía de los Países Bajos, prefirieron cambiar los nombres de los protagonistas para preservar sus identidades. Así, en el largometraje, el delincuente que entra en la tienda es un ciudadano holandés llamado Ammar Ajar (Soufiane Moussouli).

Ajar lleva un supuesto chaleco con explosivos y solo tiene dos solicitudes: que le depositen 200 millones de dólares en criptomonedas y una salida segura de Ámsterdam. No parecen demandas reales, lo que puede dar un indicio de su estado mental. A pesar de que hay mucha gente en la tienda de Apple, solo puede secuestrar a un ciudadano, un visitante búlgaro.

En la historia real, Abdel Rahman Akkad de 27 años utilizó un camión de reparto de un supermercado para visitar una Apple Store en la plaza Leidseplein de Ámsterdam. Como en la cinta, llevaba ropa tipo militar y un chaleco supuestamente cargado con explosivos más dos armas de fuego. La policía posteriormente desmintió que el chaleco tuviera alguna carga peligrosa.

Tal como en la película, Akkad usa como rehén a un búlgaro de 44 años, pero otras personas logran escapar o esconderse, entre ellas las cuatro que vemos en un cuarto pequeño. Los organismos policiales llegaron a los 10 minutos del secuestro. Se contabilizaron cuatro disparos sin consecuencias. La zona fue acordonada, por miedo a que hubiera más material explosivo.

En poco tiempo, la policía rescató a unas 70 personas que estaban en el edificio. Los medios locales se enteraron del hecho porque Akkad se tomó una selfi (como pasa en la cinta de Netflix) con el rehén búlgaro y la envió a AT5, una cadena de noticias local.

El escape

Tras cinco horas de negociación, Akkad pidió agua a la policía. La botella fue llevada por un robot, cuando el delincuente abrió la puerta, el ciudadano búlgaro aprovechó la ocasión para escaparse. Akkad lo siguió sin dispararle y acto seguido, como se ve en Netflix, un carro de la policía lo embiste, dejándolo inconsciente.

Cuando el cuerpo de Akkad estaba en el piso, la policía pudo determinar que el chaleco no tenía artefactos explosivos. El jefe de policía Frank Paauw le dijo a The Guardian: «Un vehículo de las fuerzas especiales reaccionó de forma muy adecuada y atenta. El rehén ha desempeñado un papel heroico. En cuestión de segundos escapó de la situación; de lo contrario, la noche habría sido aún más larga y desagradable».

Con antecedentes

Una vez identificado el secuestrador, se supo que Akkad había sido condenado a 60 horas de servicio comunitario, enfrentó un mes de libertad condicional y una orden de alejamiento de tres años tras agredir a su exnovia. También había sido investigado por porte ilegal de armas.

El caso no tuvo un cierre satisfactorio en el sentido de que nunca se supo exactamente cuáles eran los motivos detrás de la irrupción a la tienda de Apple. Akkad murió en el hospital por las múltiples lesiones tras el atropello.

El ciudadano búlgaro, que en la cinta llaman Ilian (Admir Sehovic), tampoco aportó mucho pues si bien recibió el trato de «héroe» por parte de la policía y medios de comunicación, prefirió seguir su vida en estricto anonimato y no quiso formar parte de los reportajes ni dio entrevistas.

Se sospecha que el perpetrador pudo haber tenido algún tipo de enfermedad mental. En una entrevista con Time, el director de la cinta, Boermans, señaló que esperaba que «esta película impulse un diálogo importante sobre el creciente número de personas con problemas de salud mental que viven en la calle».

«Muchos ciudadanos comunes y bienintencionados están siendo marginados», continuó, «a menudo debido a dificultades económicas o problemas de salud mental, y están siendo ignorados por nuestros servicios de salud pública».

«Se trata de personas que podrían haber recibido ayuda antes de recurrir trágicamente a acciones tan terribles. Es desgarrador, y espero que nuestros gobiernos comiencen a dedicar más tiempo, energía y recursos a mejorar nuestros sistemas de salud pública», concluyó.