Colēre: la nueva colección de Yenny Bastida

Una de mis diseñadoras venezolanas predilectas es definitivamente Yenny Bastida, quien a lo largo de su trayectoria siempre ha resaltado nuestra herencia artesanal y cultural.

La marca Yenny Bastida nos presenta Colēre, en la que se celebra la belleza de la artesanía y la herencia cultural de nuestros artesanos y su saber hacer, cultivar el legado y la moda sostenible. La colección ha sido totalmente hecha a mano y se basa en las investigaciones de Yenny Bastida y desarrollar nuevas técnicas y texturas

Hoy les traigo una entrevista exclusiva con la diseñadora quien nos cuenta detalles de esta magnífica propuesta.

– ¿ Desde cuando nació tu pasión por la tradición artesanal?

– Aunque siempre he sentido la gran influencia en mi ADN de la marca, fue desde 2017 que despertaron en mí esas ganas de crear algo que fuera único en su estilo y que reflejara mis pasiones y mi creación pero que, a su vez, tuviera un acento totalmente personal, inspirado en eso pero llevado a algo que mas nadie tuviera.

«Ese año me dediqué a buscar de qué modo podía traducir con materiales y texturas esta inspiración. Me dediqué también a buscar talleres y artesanos cultivando maravillosas relaciones con todos ellos y así poder desarrollar con el tiempo lo que hoy en día proponemos en cada uno de los diseños de la marca y esa influencia se debe también a mis viajes continuos en el interior de Venezuela ya que estoy siempre muy en contacto con nuestras raíces. Ya en 2018 se concretó nuestra primera colección Tintorera con acentos artesanales“.

– ¿ Qué tipos de técnicas emplean las artesanas que interpretan tus diseños?

-En la búsqueda de técnicas y trabajo artesanal siempre trato de hallar inspiración en todas las áreas culturales y traducir este lenguaje a técnicas realmente venezolanas. Somos producto de un mestizaje que ha dado como resultado un continente y país rico en cuanto a mezclas de tradiciones, reinterpretación de todas estas culturas transmitidas de generación en generación, que se fueron dando.

«Por ejemplo el crochet que, aunque no es nuestro, viene de la técnica de ganchillo española, francesa y portuguesa, pero la adaptamos a un estilo completamente nuestro y me enfoco siempre en mantener el tejido artesanal que se realiza en telar que llegó a Venezuela hace más de 100 años al estado Lara y allí se estableció este oficio.

Otra de las técnicas que me gusta emplear es el macramé, totalmente distinto, ya que se basa en el tejido de nudos. Tenemos las técnicas de los soles oriunda de Maracaibo y son labores que se enseñan en esa ciudad desde hace más de 50 años y provienen de una técnica ancestral española y que se realiza en bastidor. En realidad se emplean infinidad de técnicas a las que yo llamo manipulación textil, que se basa en saber manipular las telas para reinterpretarlas. No se trata de cortar y coser simplemente, sino de emplear nuevas técnicas para recrear otra clase de movimientos siempre muy manuales y bastante elaborados y así convertir estas telas sencillas en materiales únicos y ricos».

– ¿Qué materiales autóctonos utilizas en tus colecciones?

– Desde el año pasado comenzamos a mantener una relación bien estrecha con diferentes proveedores ya que cada vez se nos hace mas difícil desarrollar proyectos nuevos con productos locales. Tenemos proveedores de botones hechos en maderas con artesanos expertos en tallado y, además, quisimos investigar por lo menos tres tipos de materiales que son originalmente para otros rubros.

«Así, hemos logrado hacer telas con la palma de moriche de la zona del Delta del Orinoco y que es cultivado y recogido por los indígenas de la etnia pemón. También logramos introducir en nuestra colección un material extremadamente laborioso para hacer que es la curagua, una fibra natural que proviene de Aguasay en el estado Monagas. La siembra y el procesado de la Curagua están protegidos por la Unesco, parte de nuestro patrimonio inmaterial y tengo entendido que a pesar que las personas que lo hacen no son indígenas tienen una gran tradición ancestral que se remonta a etnias que ya no existen provenientes de la zona de Oriente. Este tejido es muy importante además del sisal del estado Lara, un producto sumamente conocido que proviene de una especie de agave con el que vendrán nuevos diseños.

Para la curagua estoy trabajando con una pareja increíble en el estado Nueva Esparta y junto con ellos, en sus telares, creamos una tela verdaderamente única como una especie de taffeta y los de algodón natural tramados con curagua, un producto muy interesante“.

– ¿Cómo ha sido recibida tu propuesta por las clientas tanto en Venezuela como en el mercado internacional?

– Ha sido un trabajo muy bonito ya que, con el tiempo, hemos podido participar en la educación no solamente de los artesanos, del equipo de trabajo e incluso del propio cliente, ya que para mí algo fundamental es que nosotros hacemos un producto con conciencia, con temas importantes que queremos resaltar pero siempre manteniendo una voz que pueda ser entendida en distintos lenguajes. Lo que a mí me inspira de Venezuela lo traduzco a nivel de diseño para que le pueda atraer a mujeres de todas partes del mundo. Y estamos logrando llegar a esas mujeres sensibles a nuestra propuesta.

A veces a las clientas venezolanas les cuesta comprender nuestro producto, mientras que a escala internacional es muy codiciado. Nos va muy bien en países como República Dominicana y en Centroamérica, y siempre apuntamos a conservar estas alianzas. Son aprendizajes que valoro muchísimo».

-¿ Cómo se desarrolló la conceptualización de la campaña para Colēre?

Siempre desarrollamos nuestras campañas con una preproducción de no menos a 6 meses, llenos de investigación. Para Colēre, que corresponde a otoño 2023, quisimos reflejar en las imágenes nuestras piezas elegantes, básicas y súper femeninas y con materiales cada vez más únicos, trabajados con técnicas cada vez más increíbles.

«Creo que parte de nuestra estrategia es poner la vara alta a nosotros mismos y lograr sorprender al cliente para que vean que estamos enfocados y fajados para que el producto y la marca refleje un estandarte de marca país. Las imágenes son producto de mis viajes. Queremos diseños que funcionen también en la parte comercial, no solamente estéticos, ya que quiero que nuestro producto se venda realmente.

Hacemos muchas pruebas con anterioridad y además encontramos ese lugar increíble en Quíbor, son unas cárcavas que parecen Petra en miniatura. Fue un proceso muy interesante ya que el equipo experimentó una sinergia y, en base a mis ideas, pudimos concretar todo logrando un resultado espectacular. En cuanto a las modelos utilizamos diferentes tipos de cuerpos, todas con look bastante criollo para exaltar la belleza venezolana».

– ¿Cómo seleccionan los puntos de venta?

– Para nosotros los puntos de venta son fundamentales. Nos hemos enfocado en cultivar muchísimo las ventas directas al consumidor, no solo en Venezuela, sino también en el exterior y hemos logrado captar clientela en muchísimos países. Nuestra tienda física en Altamira siempre está a la disposición, así como la página web e Instagram.

-¿Cuáles son sus próximos eventos y como es el día a día en el taller?

– Todavía no hemos participado en un fashion week, ya que para lograr este crecimiento sostenido en forma ascendente, si ves nuestro brand book te das cuenta que estamos en el interior del país, que el equipo cuenta con una cantidad importante de personas, la mayoría mujeres, que trabajamos desarrollando a la par un desarrollo social y que el ambiente de trabajo en muy bueno.

«Estar ubicados en el interior del país es mucho más costoso y, bajo nuestras políticas, hemos logrado que nuestros empleados tengan un wellness real para disfrutar de un bienestar de verdad. Además de tener buenos salarios, gozan de beneficios infinitos con nosotros, gozan de alimentación, almuerzos diariamente y los hijos de nuestras trabajadoras cuentan con un área donde reciben una atención especial por parte de una maestra que imparte clases extracurriculares. Estos niños almuerzan con sus mamás y luego los atiende la maestra. Es un aporte totalmente gratuito para ellos. Pienso que se trata de un proyecto único en su estilo. La empresa paga la educación de los niños para que no tenga que salir del bolsillo de las madres, mujeres jóvenes y queremos ser un apoyo real y de desarrollo para estas familias.

«Hemos soñado con ir a fashion weeks pero, de momento, la estructura no permite invertir en este tipo de cosas, pero sí me encantaría ir a presentar la colección en Paris, no sabemos si este año. Con respecto a los summits, concursos y plataformas estamos seguros de que nos encantaría participar y mostrar nuestro talento para darnos a conocer aún más”.

-¿Donde se fabrica tu colección?

– Nuestro taller está en el estado Yaracuy, en Chivacoa, donde yo crecí y mi familia tiene sus empresas allí. Debido a la sustentabilidad y ética creo pertinente que estemos allí. Las activaciones y colaboraciones artesanales que hacemos son en los sitios donde se encuentran los artesanos. Hemos trabajado no solamente con gente de Tintorero, sino también en Nueva Esparta, Caracas, Acarigua y desarrollamos una red de comunicación en la que les enviamos los insumos necesarios para ejecutar los proyectos.

Créditos de las fotos

Fotógrafo. Rafael Franceschi
Maquillaje. Judith Padrón
Dirección Creativa. Daniel Santoloc
Estilismo. Samuel Coelho
Talentos. Thalia Hernandez, Fer Julio, Daniely Figuera