Canelita Medina, se despide una verdadera señora del canto popular

“Canelita representa el señorío popular. Era una persona que, ética y estéticamente, era una verdadera señora. Y lo reflejaba absolutamente en su arte, el canto. Era una artista que proyectaba ese refinamiento popular, traducido en una pronunciación impecable y en una observación de todas las reglas naturales que tiene la vocalización”.

Así describe Federico Pacanins el arte de Canelita Medina, fallecida este lunes en Caracas, a los 84 años de edad, luego de una fructífera carrera de más de 65 años en la música, cultivando el son, la guaracha, el bolero y otros ritmos afrolatinos, que supo acometer con una sensibilidad muy particular y cautivante.

El productor, crítico musical y cronista puntualiza que por estos atributos especiales que le confiere a la artista, “la canción surgía en ella con la belleza popular de jamás fingir su origen, el de una señora de La Guaira que cantaba con toda la esencia de lo que decía la letra, pero también con toda la finura que tenían sus raíces populares”.

-Y ni se diga dentro de toda la historia de lo que fue el canto bailable. Por supuesto que el Sonero Clásico del Caribe, la Sonora Caracas, la Orquesta de Pedroza le proporconan una gran trayectoria. Tuve la suerte de poder haber ofrecido con ella conciertos en los antiguos espacios del Banco Industrial de Venezuela y en la compañía de Andy Durán poder grabarle un disco, donde ella le rendía un homenaje a quien fue su inspiración, que era Celia Cruz. Ese disco hoy día pueden tenerlo como una referencia de lo señora cantante que era Canelita Medina.

Una presencia importante

-Ella se inició, como todos, tocando con grupos amateurs por aquí y por allá, pero profesionalmente se da a conocer con la Sonora Caracas. Carlos Guerra, el compositor, resultó igualmente importante dentro de la carrera de ella, lo mismo que Pedro J. Belisario. También grabó un disco con Víctor Piñero. Después está toda la pasantía como primera voz femenina de la salsa en Venezuela, porque hace “Besos brujos”, que pega mucho en la radio respaldada por Federico y su Combo Latino.

-Luego llega el tiempo del Sonero Clásico del Caribe y después ella es líder de sus propias formaciones -prosigue Pacanins-. En una última etapa la presentaba también Andy Durán. Y hubo un concierto, hace unos cinco años, que por cierto dirigió Elisa Vegas, en el Aula Magna de la UCV, que fue notable, por cierto, por sus 80 años. Tuve el honor de participar allí presentando algunas cosas de ella.

-¿Crees que realmente Canelita tuvo la presencia mediática que una cantante de su categoría debió haber tenido?

-Pudo haber tenido más de lo que tuvo; sin embargo, ella tuvo una presencia muy importante. Lo que pasa es que, como todo artista íntegro, era muy consciente de cuáles eran sus cualidades y hacia dónde quería dirigir su arte. No se prestaba sino a estilos que consideraba afines a lo que ella hacía. Cantaba sones, guarachas, boleros y lo hacía con los ingredientes clásicos: soneros, afrolatinos.

-En ese sentido era una persona muy íntegra, era capaz de decirte: “Mira, esto no me lo pidas, porque no lo siento. No es que no lo pueda hacer, sino que no siento que lo voy a interpretar correctamente”. Y eso a veces hace que las disqueras se vayan. Aunque ella tiene una etapa, con una de las disqueras, donde sí le grabaron bastante.

-Por otro lado, está su etapa de juventud. Acuérdate que está marcada por un tiempo en donde las mujeres tienen una participación muy relativa en la música bailable, que fue a finales de los años 50 y principios de los 60. Emilita Dago (la notable guarachera de Los Melódicos entre 1960 y 1964) rompió un poco ese esquema. De eso sufrieron también Elisa Soteldo y Graciela Naranjo y otras, que no las ponían como exponentes del canto bailable de la mujer.

-Porque La Lupe, por ejemplo, o la misma Celia Cruz, quien fue a partir de los 50 cuando revienta su estrellato con la Sonora Matancera, así como Mirta Sylva, la pionera de todas ellas, eran un éxito, pero relativo también. Jamás en comparación de lo que hacían Daniel Santos, Tito Rodríguez y otros cantantes. Creo que a ella la tomó un poco esa onda: al hecho de que su primera juventud estuviese marcada por los años 50, donde la participación de la mujer en la música bailable era un mero complemento de la orquesta básicamente.

Toda una señora

-¿En música tropical fue la única presencia femenina relevante en Venezuela?

-No, porque después viene Arabella, que aunque era colombiana también tuvo buenas reseñas aquí. Y antes de eso, Emilita Dago fue un auténtico fenómeno. Tenemos que entender la música tropical como varios estilos distintos de un todo. Porque unos eran los grandes toques bailables que hacían las orquestas y otros las sonoras. Ella tiene un gran éxito también después con “Rosas rojas” con el Sonero Clásico del Caribe. Pero quizás el gran éxito de ella fue hacer “Besos brujos” con Federico y su Combo, en algún momento de los años 70, un popular tango de Libertad Lamarque, pero hecho en clave salsera, que estaba muy bien. Nosotros lo rehicimos con Andy Durán para un concierto y después de eso se la pedían mucho.

-¿Cómo era Canelita en su trato?

-Era una Señora. Con todas las letras de la palabra Señora. Era una mujer discreta, muy bien hablada, no le gustaban las vulgaridades, las groserías, los excesos. Daba respeto y pedía respeto. No tenía vicios. Era graciosa, porque parecía refunfuñona, pero eso era un acto de ella, porque se reía con eso. Es más, Trina, que es su hija, recibe esa influencia de ella, en el sentido de que es una persona realmente educada, de buen trato y de buen contenido y corazón. Tengo la mejor opinión de Canelita Medina.

-¿Crees que Trina, como cantante, ha sido una digna sucesora de ella?

-En cierto modo sí, pero también heredó cierta rebeldía, que intenta buscar que el artista esté convencido de lo que hace. Creo que Trina solo hace cosas en las cuales ella cree, igual de su mamá, Canelita.

-Canelita fue una artista que debe quedar en la historia de nuestro acervo cultural como una artista importante, tal vez como la pionera del canto en orquestas bailables; y si no la pionera, como una figura muy destacada en eso que llaman el son afrocaribeño, pues en lo que se refiere a Venezuela no puedes hablar de solistas, masculinos o femeninos, sin mencionarla a de ella.

-¿Cantó hasta el final de sus días?

-Casi hasta el final. Que yo sepa, creo que en el último año no cantó mucho. Ella tenía un problema en las piernas. Pero era una persona increíble. Recuerdo que cuando hacía el libro “Tropicalia caraqueña”, me llegó una gran cesta con licores y flores y era Canelita quien me la mandaba. Nuestras conversaciones por teléfono eran muy divertidas, siempre tenía una frase o algo muy simpático que comentar.

Compendio de una vida

-Canelita Medina nació en La Guaira el 6 de marzo de 1939. Su verdadero nombre era Rogelia Medina Romero.

-De niña soñaba con ser cantante y su referente era la cantante cubana Celia Cruz.

-En 1955 se presenta por primera vez como cantante aficionada en Radio Continente.

-Se inicia profesionalmente en 1957, como integrante de la Sonora Caracas, en donde permanece siete años.

-Se casa en 1959 con Alfredo Sojo, pianista de la Sonora Caracas, de cuya unión nació Trina Medina, su única hija y también cantante.

-En 1964, al cumplir su ciclo con la Sonora Caracas, participa en numerosos bailes, conciertos y programas de radio, así como grabaciones discográficas, respaldada por orquestas como Los Megatones de Lucho, Los Caribes de Víctor Piñero, Estrellas Latinas y Pedro José Belisario, entre otras.

-En 1974 se retira parcialmente de la música y solo hace presentaciones muy esporádicas.

-En 1978 retorna a lo grande con Federico y su Combo Latino,en pleno auge de la salsa brava, agrupación con la cual pegó en la radio el que se considera su gran éxito: “Besos brujos”, versión salsera del tango del mismo nombre que dio a conocer Libertad Lamarque.

-En 1980 graba con el Sonero Clásico Del Caribe un álbum de son cubano y salsa,iniciando con esta formación una fructífera etapa, en la cual populariza su otro suceso radial: “Rosas rojas”.

-Andy Durán, músico y director musical especializado en mambo, jazz, latin jazz y ritmos caribeños, graba en 2004 con la cantante el álbum “Canelita y Andy Durán: en concierto tributo a Celia Cruz”, CD editado por el sello Pacanins-Obeso, con una selección de temas de la guarachera de Cuba.

-Participa como invitada en 2006 en otro álbum con el maestro Andy Duran, titulado “Salsa dura y descarga: Un tributo a la Fania”.

-Forma parte en 2012 del álbum del pianista venezolano Mauricio Silva, titulado “El legado de la salsa venezolana”. Aquí Canelita canta el tema “Soneras unidas”, junto a Arabella, Diana, Marianella, Mariana y Trina Medina. Este disco es un homenaje a los grandes de la Salsa en Venezuela, como Oscar D ’León, Naty Martínez, la Dimensión Latina, el Grupo Mango y La Salsa Mayor, entre otros.

-Tras un tiempo retirada de los escenarios, su hija Trina Medina presenta en 2014 un nuevo trabajo musical de salsa, su quinto disco, titulado “Claroscuro”, en el cual canta con Canelita el tema “Sabor a Canela”.

-La cantante puertorriqueña Choco Orta grabó un tema, titulado “Amigas”, con la participación de Trina Medina y Canelita Medina. El tema se estrenó el 31 de mayo de 2019, poco después de que Canelita cumpliera 80 años.

-Tiene en su haber más de20 producciones discográficas y ha trabajado con luminarias de la música de la estatura de Celia Cruz, Oscar D’León, Albita Rodríguez, la Sonora Ponceña, Los Van Van y Eddie Palmieri, entre muchas otras.

-El experto en ritmos salseros, y autor de este resumen, Frank Manuel Orellana Rosas, la considera “la máxima exponente de los ritmos cubanos en Venezuela, representados en el son, el montuno, la guajira, la guaracha y el bolero, que es la esencia de la salsa.”

Canelita canta “Besos brujos en el Aula Magna