La protagonista de «Jane the Virgin» es una joven estudiante latina de magisterio en Miami con sueños de convertirse en escritora, que vive a caballo entre la modernidad de su madre Xiomara, una devota seguidora de Paulina Rubio, y las tradiciones de su abuela Alba, una ferviente católica que imparte moralidad.
Además vive desde hace dos años las mieles del amor junto a Michael, un atractivo agente de policía que le pide matrimonio a pesar de no haber pasado de los apasionados besos porque Jane no ha olvidado la lapidaria advertencia de su abuela.
«Nunca podrás volver atrás si pierdes la virginidad», le espetó a su nieta cuando era pequeña, haciéndole arrugar una bonita flor para que el mensaje fuera más gráfico.
Pero la obediencia de Jane se esfuma en cuestión de segundos cuando su ginecóloga le insemina por error el esperma de otra paciente, Frankie, que había resuelto su futuro económico teniendo un hijo in vitro a escondidas de su marido.
Y Jane se pregunta: «¿Qué debo hacer?».
La serie se ha convertido en uno de los estrenos más esperado del otoño boreal estadounidense, gracias a una fuerte campaña en las redes sociales y la trama salpicada de humor y palabras en español, aunque sin rozar el «spanglish».
Tanto es así que los productores ampliaron de 13 a 16 los capítulos previstos antes de que la comedia haya llegado a la pequeña pantalla.
Gina Rodríguez, que encarna a Juana, tiene claro que el éxito se debe a la astucia de la guionista Jennie Urnam, quien adaptó la historia mostrando que latinos y estadounidenses «no son diferentes».
«Amamos, queremos triunfar, tenemos miedo al fracaso, queremos que nuestros sueños se hagan realidad y queremos construir nuestra familia como cualquier persona en el mundo», aseguró Rodríguez en una entrevista con la AFP.
«Lo único es que a veces hablamos español en casa, cocinamos arroz con gandules (plato típico puertorriqueño) o bailamos salsa como locos», dijo bromeando.
La actriz señaló que «actualmente hay una luz que brilla sobre los latinos» y que espera que la serie ayude a mejorar la imagen de los hispanos en Estados Unidos.
Paulina Rubio y Juanes, de visita
El intérprete mexicano Jaime Camil, que da vida a Rogelio, un actor de telenovelas lleno de estereotipos, va más allá y apunta al productor Ben Silverman como el gran visionario de este proyecto, especializado en «tropicalizar» series latinas para el público de Estados Unidos. Ya lo hizo con «Ugly Betty» («Betty la fea», 2006).
«La serie tiene un balance perfecto entre lo que espera el mercado estadounidense y los elementos significantes de los latinos (…), que con 50 millones son la minoría más poderosa del país», explicó.
La serie, que se emitirá por el canal CW -el mismo que «Nikita» o «Hart of Dixie»- busca adentrarse en el público anglófono a través de una «familia latina común y corriente, en la que no hay caricaturas».
«Al parecer está bien que en programas de televisión anglófonos se enseñe a familias o situaciones latinos desde el punto de vista de la burla. Aquí tenemos una familia latina normal, que no se la pasa gritando ni tiene piñatas colgadas en su casa», agregó.
El personaje de Camil dará pie a que Paulina Rubio y Juanes participen en la serie con estelares papeles.
«No sé si vendrá algún famoso más», contó el actor. «Recibimos el ‘script’ un día antes de la lectura del guión y grabamos al día siguiente. Es increíble porque no te predispones a las situaciones, que te van sorprendiendo».
«Juana la Virgen» es una de la telenovelas venezolanas más exitosas y versionadas de todos los tiempos, que emitió la extinta RCTV en 2002 y fue protagonizada por Daniela Alvarado, Ricardo Álamo y Roxana Díaz.
Televisa emitió este año la adaptación «La virgen de la calle» en una producción mexicano-venezolana.