Todos somos Jon Snow

¿Jon Snow en verdad está muerto? Según el actor que lo interpreta, sí. Caput. No va más. El propio Kit Harington lo confirmó a EW. «Si algo en el futuro no es así, entonces no lo sé. Me dijeron que estoy muerto. Estoy muerto. No regresaré la próxima temporada», lanzó el actor quien además reveló que de dejó el cabello y la barba con el look Jon Snow para no despistar al público, y más nada.

También negó los rumores sobre haber firmado para aparecer en la sexta temporada, como había informado The Hollywood Reporter, aunque en el set nadie le dio un regalo de despedida, como ha ocurrido con otros actores cuyos personajes protagónicos terminan.

George R.R. Martin ha sido menos determinante. «Mis lectores deberían saber que no todo está dicho», dijo en 2011 cuando le preguntaron por el personaje. Sin embargo, aunque en los libros reviva en la pantalla pudiera no aparecer más. Después de todo, desde hace dos años se espera el regreso de Catelyn Stark como Lady Stoneheart, y nada.

Claro que las teorías sobre tal resurección no faltan. En el libro, la muerte de Jon Snow ocurre de manera muy similar, aunque sin el añadido emocional de que fuese Olly -un personaje creado para TV- quien diera la estocada final. Sin embargo hay un diálogo que en el libro ocurre y en la serie no: Jon Snow llama a su lobo Ghost. Eso ha despertado el rumor de que el Lord Comandante preserva su espíritu en el animal y que Lady Melisandre pudiera revivirlo (quien en los libros vio su rostro intercalado con el de un lobo en una visión de fuego).

En todo caso, la muerte de este personaje que había crecido hasta hacerse un líder capaz de ver más allá de lo urgente, pero que no se ocupó de su propio entorno, deja varias cuestiones sin resolver. Por ejemplo, el misterio sobre quién es su madre, e incluso la confirmación o no de la teoría «R+L=J», que asegura que Snow es hijo de Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark, y por tanto un predestinado al trono.

Tambien habrá que ver quién se queda con la espada capaz de matar a un White Walker. En la sexta temporada, un asunto a resolver en Castleblack será la relación entre la Guardia Nocturna y los Salvajes.

En la capital, Cersei Lannister fue humillada, y se mostró desnuda en cámara por primera vez. No es ligero que la mujer más poderosa de Westeros, la reina madre, no solo haya estado presa y haya tenido que lamer agua del suelo de su celda, sino que haya sido vejada en público, frente a los pobres, hasta llegar al castillo y a los brazos protectores de un revivido -aunque gris- The Mountain.

Su hijo sigue siendo rey, al menos nominalmente, y su deseo de venganza pudiera ser mayúsculo frente a quienes ella misma dotó de poder poítico en base a lo religioso, y no olvidemos que su hija también muere envenenada (¿habrá guerra?). Así que tendremos mucho Cersei el año que viene, siendo además que ella está libre mientras que la reina Margaery Tyrell sigue presa.

Por cierto, con la muerte de Myrcella y de Stannis, Tommen es el último Baratheon vivo. Además, de la «Guerra de los cinco reyes» (Joffrey Baratheon, Renly Baratheon, Stannis Baratheon, Rob Stark y Balon Greyjoy) que comenzó en la temporada 3, solo uno sigue vivo y tiene rato sin ser visto: el padre de Theon. ¿Será que volveremos a verlo en 2016?

Quizá una de las historias más interesantes del año que viene se dará en Meereen, donde Tyrion se convierte en una suerte de Rey encargado. Lo veremos haciendo lo que más domina: política, y con el regreso de Varys se aseguran tremendos diálogos… mientras dure. En ese «te extrañé», no solo habla Tyrion sino los productores, y hasta los espectadores.

El Lannister asume que su gran logro es seguir vivo, y como tal es reconocido. La canción «Still Going Strong» del falso musical con Coldplay toma más y más sentido. Mientras tanto, ¿será que Daenerys convence a los Dothrakis de aún considerarla su reina?

En la sexta temporada deberemos reconectar con Bran, al norte del muro con el Cuervo de tres ojos. Bran es clave para el futuro de la historia, y el único que lleva rato montado en la parte más fantástica de la historia, la que pudiera dominar el final cuando llegue el momento de afrontar a los White Walkers.

Buena parte de las discusiones sobre la quinta temporada de Game of Thrones se dedicó a las diferencias entre los libros y la pantalla, a cómo se dejó de traducir exactamente lo que está en los textos. Desde la primera temporada se han hecho cambios, y eso ha conducido a más cambios. George R.R. Martin los ha defendido diciendo que son como un efecto mariposa de la trama: cuando cambias algo luego eso generará más consecuencias.

Más allá de la violación a Sansa, o la muerte de la princesa Shireen (que Martin ya confirmó sí será llevada a la hoguera en próximos libros), estos diez episodios no solo retrataron parte de la historia de dos libros sino que avanzaron más en el relato. Por ejemplo, los lectores aún no sabían de la alianza Tyrion-Daenerys, ni habían leído que Lady Olenna admite haber matado a Joffrey.

Esta temporada tuvo muchos cambios, incluyendo no solo un impactante capítulo nueve sino un comienzo que algunos vieron «lento» y al final trres episodios cargadísimos de eventos y emociones. Los productores Weiss y Benioff defienden que al final la historia llegará al mismo lugar, y para eso han tenido que avanzar, poniendo a correr a George R.R. Martin, quien había dicho que el sexto libro no saldría en 2015.

¿Comenzará la sexta temporada sin que haya un libro publicado con la historia? El hombre suspendió apariciones en universidades y jornadas de escritura para la serie para dedicarse a sus libros. Lo que sí pareciera estar claro es que la séptima, y quizá última entrega de la serie, saldrá al aire en 2017 antes de que Martin termine la novela correspondiente. Curiosamente, el final del Juego de Tronos pudiera verse primero y leerse después.