Un email aceleró la trayectoria artística de Legz -sobrenombre de Luis Edgardo García Zapata. No, no es familia del célebre caricaturista, comenta y añade que "ojalá sí". Ese correo lo enviaron los encargados del proyecto ArteZanos de cerveza Zulia, una iniciativa que fusiona arte con publicidad. Lo invitaron a participar en un concurso para rellenar la larga valla horizontal que corona la avenida principal de Las Mercedes, Caracas.
El diseñador de 27 años cuenta en que el correo que siguió a ese, le informó que había sido seleccionado. Una conbi -sinónimo de aventura- que lleva los colores de la cerveza Zulia, azul oscuro abajo y amarillo arriba, pasean al calígrafo, a su novia y a dos jóvenes promotoras por Caracas.
Luego de un incidente frente a la plaza Francia –la puerta del vehículo se salió de sus rieles y se llevó consigo a uno de los empleados de la agencia de comunicaciones, quedó intacto, un poco acalorado, pero intacto-, la primera parada fue uno de los primeros graffitis de Legz frente al Budare de La Castellana. Le da pena tomarse fotos, pero reconoce que forma parte de los gajes del oficio.
No pasa nada. Continúa hablando de su relación con la empresa. Después de ese intercambio con ArteZanos, se reunieron varias veces para cuadrar el montaje de una de las vallas más grandes de la capital, ciudado y no la más, y para revisar los bocetos que él les envió.
Desde los asientos amarillos de la van, García Zapata ofrece detalles sobre su trabajo y conjetura sobre las posibles razones por las cuales lo eligieron a él para ocupar uno de los espacios publicitarios más grandes de Venezuela:
«Yo practico caligrafía a mano alzada y eso a nivel mundial se está haciendo muy popular. Hay una movida de calígrafos muy grande. Acá en Venezuela eso está un poco crudo y capaz soy el primero que se lanza a gran formato».
Luis dice que él «intervenía en las calles». Esto significa que fue grafitero durante un tiempo. Explica que la primera expresión tipográfica que uno ve en Venezuela es el graffiti. «Lo que me gustaba eran las letras, pero no me había dado cuenta. Cuando estudié diseño en el Instituto de Diseño de Caracas (IDC), me di cuenta de que habían otras expresiones tipográficas», señala. Se graduó del instituto en 2013.
A la pregunta «¿quién es tu graffitero favorito en Caracas?» se niega a responder porque tiene muchos amigos y muchos artistas que admira. No quiere dejar a ninguno por fuera. Sin embargo, después de un rato de insistencia se rinde y menciona a los primeros que le vienen a la mente: Daos, Romanok, Spawer y Dagor, nombres que todavía cubren parte de la infraestructura caraqueña.
Legz no solo se aplicó en la calle. Ha trabajado en empresas como 20 Segundos producciones, Disfuncional y Buena. Les ha creado imagen corporativa, ha hecho trabajos tipográficos y logotipos y hoy es un agente libre.
El recorrido en la combi azul y amarilla termina en la valla de Las Mercedes. Luis se para frente a la inmesa tela. Es un punto que casi ni se ve entre su caligrafía.
Una casa
En cuanto al futuro, Luis está planificando un viaje. No obstante, hay un proyecto que está cocinando desde hace un rato. «Un amigo me dijo que le pintara su casa en Caraballeda». Y él aceptó, es uno de los proyectos que más lo seducen: «Eso es lo que siempre he querido hacer».
El diseñador no ve su oficio como algo solitario. Piensa que mientras más manos en la masa, mejor. «No puedo ser mezquino y siempre pienso en mis panas que me han apoyado. Así que llamé a mis amigos y entre todos vamos a pintar la casa». Son como 14 artistas los que ahora forman parte del proyecto que, según Luis, nunca se ha visto en Venezuela.
Quizás en la farándula caraqueña, «Legz» no es un nombre en la punta de la lengua de todos, pero sí suena entre los artistas y los graffiteros. ArteZanos le invistió una promoción inesperada. «Me ven con un estatus un poco más profesional que antes», compara.
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