Nicolás Maduro cumple este lunes 53 años. Por lo que sabemos no habrá mariachis ni tortas en las plazas públicas para festejarlo, porque el “hijo de Chávez” se encuentra en Irán para asistir a una cumbre del Gas, como si Venezuela tuviera una industria fuerte para influir en el mercado del combustible.
Ya Mauricio Macri se anticipó en el regalo desde Argentina cuando sacó con votos a 12 años de kirchnerismo. El triunfo le supone muchos dolores de cabeza porque ventilará el caso de los presos políticos y, lo más seguro, los contratos opacos que suscribió el chavismo con los gobiernos de Néstor y Cristina.
Maduro cumple años en medio de la peor crisis económica que ha padecido Venezuela en las últimas décadas, golpeado por el escándalo de sus sobrinos por narcotráfico -del cual no ha dicho ni pío- y por unas elecciones en la que el chavismo está en jaque el 6 de diciembre.
Como no hay harina, azúcar ni huevos, no hay torta para hacerle al “presidente obrero”. Pero en Miraflores ya la pusieron (desde hace muchísimo tiempo) y la colocaron en la mesa. Pensamos que en una del Salón Néstor Kirchner.
Dos meses han pasado desde que el gobierno de Maduro expulsó a la oficina de ONU-DDHH. Entonces, el chavismo consideró a sus representantes "un bufete particular de golpistas y terroristas". Ahora les "reabre" las puertas y dice colaborará a pesar de las diferencias
La decisión de Maduro pone en una situación crítica a casi medio millón de venezolanos que residen en Ecuador. Ahora no tendrán sede diplomática para solicitar o renovar documentos personales y se tambalea la posibilidad de ejercer su derecho al voto
El pasado 13 de abril, Nicolás Maduro aseguró que la pena de cadena perpetua sería para "corruptos y traidores de la patria". Para ello, buscará impulsar la reforma de la Constitución, que hasta ahora solo admite una pena máxima de 30 años. ¿Qué hay detrás de esto?