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Balón de Oro: ¿Quién acabará con el duopolio?

Será difícil ver a alguien distinto a los dos genios del Barcelona y Real Madrid levantar el máximo trofeo individual que se pueda entregar a un futbolista. Cuando eso ocurra, seguramente muchas cosas habrán cambiado en el fútbol y en sus clubes.

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Tengo que admitir que, a veces, la perfección me aburre. Nadie puede negar que el por quinta vez electo Balón de Oro, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo son futbolistas extraordinarios y que sus nombres quedarán escritos por el resto de la historia de este deporte, si es que nuestra tierra desea seguir sobreviviendo. Sin embargo, desde 2008, el contrapunteo de goles, títulos y buen juego de ambos ha hecho que el premio al mejor del mundo sea empalagoso.

Me pasa con esta elección como cuando la Liga Española me dejó de ser atractiva al momento que Real Madrid y Barcelona ya no tuvieron contrincantes en ese campeonato. Quizás ambos hayan cumplido en los últimos diez años con ser los mejores en su centenaria leyenda, pero convirtieron el ibérico en un torneo como el escocés o portugués, donde todo se lo dividen dos o tres equipos. Hoy la votación del mejor futbolista del mundo es tan igual, tan predecible, que no provoca tanto entusiasmo.

Kaká en 2007 fue el último mortal en escribir su nombre como el más destacado en el orbe, antes que el dúo Messi – Cristiano se intercambiaran el galardón por ocho años consecutivos. Hoy genera amplio interés quién es el jugador que se cuela en el podio final cada año, junto con los dos extraterrestres. Aunque a ambos le quedan por lo menos tres años más al más alto nivel, que les permita seguir compitiendo por ser el mejor de todos, el panorama invita a iniciar un ejercicio del pensamiento para saber quién podría heredar el trono.

Dada la actualidad del argentino y el portugués, es complicado entender que pueda haber pronto alguien que les supere. Sin embargo, por edad, títulos y juego, un dúo podría batirse en duro duelo para asumir el primer lugar. Se trata de Neymar, en el podio para la elección del mejor de 2015 y cuya magia sigue creciendo al servicio del Barcelona y Luis Suárez, para muchos, uno que debería haber entrado en los tres elegibles por su borrachera de goles el pasado año.

Neymar lo tiene todo para ser el heredero. Adoctrinado por la religión culé, su talento innato ha sido depurado al servicio de un club donde comparte protagonismo en el terreno de juego. Hay quienes creen que el brasileño, sin Messi y Suárez a su lado, sería otro Caso Robinho, pero el ex Santos ha dado muestras de la capacidad que le sobra de asumir las más altas cuotas de responsabilidad cuando se le requiere.

La lesión de Messi a finales del año pasado sirvió para que Neymar destapara el tarro de sus esencias. Sin perder su alegría y vistosidad con la pelota al pie, haciendo recordar en compases al inolvidable Ronaldinho, su aporte al juego del Barcelona es trascendental, sin decir lo fundamental que se ha convertido su fútbol en el juego de la Brasil de Dunga, que tendrá bastante exposición en el año que comienza, cuando dispute las eliminatorias mundialistas, la Copa América Centenario y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Además, hay cifras que de alguna manera justifican el análisis: la web Globoesporte revela que a los 23 años, el crack brasileño supera al rosarino y a Cristiano Ronaldo en cantidad de goles anotados (252) cuando ambos tenían su edad. Claro, ellos ya habían levantado un Balón de Oro con los 23 cumplidos.

Añadiendo el contenido publicitario, que mucho peso tiene en la elección del mejor, Neymar lleva una ventaja verdaderamente considerable.

Pero los goles también dan caché. Pidiendo paso está otro barcelonista, otro sudamericano. Luis Suárez es hoy por hoy e indiscutiblemente, el mejor “9” del mundo. El goleador traía un enorme cartel desde Liverpool a su llegada a la Ciudad Condal, donde las juntas con Messi y Neymar lo han encumbrado al lugar que está entre los mejores centro atacantes del planeta. Salvo por sus años (tiene 28), las condiciones para hacerse como el mejor futbolista del mundo dependen exclusivamente de los goles que pueda hacer.

La reivindicación del “9” llega de la mano del charrúa. En un balompié revolucionado por los impresionantes registros facturados por dos jugadores que arrancan pegados desde una banda, con Suárez la figura del artillero también se ha modificado. Es tan vertical y directo como elaborador. Su olfato goleador es tan inigualable como la capacidad de ceder a su compañero mejor posicionado la oportunidad de marcar (los 22 pases a gol que entregó vestido de azul y grana lo hace ser también uno de los jugadores más altruistas). Toques sutiles, jugadas fabricadas, demoledoras finalizaciones en contragolpe… el repertorio del uruguayo lo hace ser el mejor en su puesto.

El “Asesino del Área”, tal como lo catalogó su entrenador Luis Enrique, hizo 48 goles en 2015, con el hándicap que por la suspensión que acarreaba del Mundial de Brasil, no pudo disputar la Copa América con su Selección y así aumentar sus registros frente a los arqueros rivales. La Copa América Centenario, las eliminatorias de Rusia y todos los frentes que encara el Barsa, hacen de 2016 el año en que Suárez pueda explotar todo su poderío goleador.

Lo cierto es que será difícil ver a alguien distinto a los dos genios del Barcelona y Real Madrid levantar el máximo trofeo individual que se pueda entregar a un futbolista. Cuando eso ocurra, seguramente muchas cosas habrán cambiado en el fútbol y en sus clubes. Se les extrañará, no hay duda, pero salvo el surgimiento mesiánico de algún joven que rompa los esquemas y registros de la noche a la mañana, el status quo no variará y la “Guerra Fría” entre Messi y Cristiano se sostendrá, muy seguramente, por unos tres años más.

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