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Omar Vizquel y colegas de Beto Perdomo recuerdan sus mejores frases

La noche del jueves falleció el narrador y comentarista deportivo, conocido por contagiar con su carisma y lenguaje popular a los fanáticos. El mánager de Venezuela y ex jugador de las Grandes Ligas, Omar Vizquel, y varios compañeros de trabajo de Perdomo recuerdan sus ocurrencias, dentro y fuera del campo.

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Adriana Flores dio sus primeros pasos en el programa Fuera de Base, precisamente de la mano de Beto Perdomo. «Nos conocíamos desde hace 10 años. Yo comencé en Fuera de Base en octubre de 2005 y en 2006 viajé por primera vez a los entrenamientos primaverales de las Grandes Ligas con él. Recuerdo que ese mismo año me animó a pedirle una entrevista Derek Jeter. Él no hablaba bien el inglés y pues me mandó a hablar con él, siendo yo una jojota».
Flores tiene muchas anécdotas, pues viajó con frecuencia con el narrador, pero recuerda específicamente dos: «Una vez nos íbamos en distintas conexiones a San Francisco (Estados Unidos). A él le tocaba la última y se quedó dormido frente a la puerta de abordar. Obviamente la perdió. Era muy distraído y por eso Mikel Pérez, productor de Fuera de Base, nos pedía que le guardáramos la credencial. Algo muy cómico era que si teníamos que grabar dos programas el mismo día, se ponía una chemise encima de la otra  (risas). Si no, no le importaba quitarse una y quedarse en franelilla en el sitio reservado para los fotógrafos, para luego volverse a cambiar».
La periodista de Meridiano Televisión fue testigo del impacto de las pegajosas frases de Perdomo: «Vi muchísimas veces como fuera de Venezuela la gente le gritaba ‘No es un bombo’, en los diferentes estadios. Eran venezolanos, claro, pero eso pegó». Para ella, la mejor expresión era la usada para invitar a ver algún contenido: «Por aquí, por aquí, por aquí… Recuerdo que no solo lo decía en las transmisiones, también en nuestro programa».
Muchas de las hazañas de Omar Vizquel fueron narradas por Beto. «Él cambió la manera de narrar el juego, con sus frases y su humor», comenta el ahora coach de los Tigres de Detroit. «No tenías que saber de beisbol para disfrutar de su narración. Además, tenía una manera especial para incluir la publicidad en el juego. Se nos fue un grande». Esa relación entre el protagonista y el comentarista trascendió lo laboral: «Él me casó con mi esposa Blanca (García), la última vez que estuvo en Toronto. En mi retiro (2012), como si fuera el padre de la iglesia». Cuando se le pregunta cuál fue la locución más memorable, coincide con Flores: «Por aquí, por aquí, por aquí».
«Mira carajita, esa entrevista estuvo DE-LU-JO». Así inicia la periodista Meche Celta su relato sobre las ocurrentes salidas que tenía Perdomo. «A mí siempre me fastidiaba con mi estatura (1,79 metros) y mis piernas largas (risas). Los ‘bates’ les decía». La relación entre ambos se inició en 2008. «Lo traté más a partir de 2009. En mi primer año en Meridiano me hizo agarrar una calentera porque teníamos un cliente en la antesala, ‘Espina Jeans, todos somos reinas’ era el eslogan. Era una línea de jeans de Hugo Espina, diseñador oficial del Miss Venezuela. En medio de las menciones, él decía que diéramos una vueltita. Yo no podía hacer menciones porque no tenía aún mi certificado de locución. Un día me dijo que lo mío entonces sería una VUELTOTA porque con ese tamaño no podía de ser otra manera».
Para Celta, quien ahora tiene su propia página deportiva (mechecelta.com), la sentencia «Es un bombo», para referirse a los elevados inofensivos a los jardines, es la de mayor impacto, aunque la acompaña con «comiquita», como sinónimo de los errores en el fildeo.

El amante de las caraotas en lata
El también narrador Guillermo Arcay fue la persona que estuvo más cerca de Perdomo en los últimos años.«Viví en su casa, desde 2011 hasta febrero de 2016. Cuando firmé con Meridiano, tenía mi familia en Caracas, pero no podía vivir allí. Entonces, un productor y yo estábamos buscando hogar y le preguntaron a Beto si podía alojarnos y dijo inmediatamente que sí. Nos cobraba una cosa irrisoria, como dos mil bolívares», recuerda el joven comunicador.
«El carisma que él tenía para narrar no lo igualaba nadie. Yo crecí escuchándolo y a Delio Amado León, dos grandes, pero ese carisma lo diferenciaba del resto. No había manera de que uno no se enganchara a la televisión», afirma Arcay, quien se siente apadrinado por Perdomo: «Ha sido mi mentor. Creo que cuando narro, tengo muchas cosas de él. Para que veas la influencia que tuvo: la primera vez que relaté, me tocó un juego perfecto de Félix Hernández. Cuando llegué, en la casa, recuerdo que tenía una libreta de anotación intacta, firmada por él, que decía: ‘para un gran narrador, de parte de Beto Perdomo».
Cuando se le pide a Arcay que cuente una afición que el público no conoce del fallecido narrador, suelta la carcajada y dice: «era un amante del picante y de las caraotas negras en lata. Era un comprador impulsivo de las latas de caraotas. Se podía parar a las tres y media de la mañana para preparárselas con picante. Una cosa inexplicable. Era todo un personaje en ese aspecto».
«Bautizamos una cámara por él. Fue un homenaje. Le pusimos «Betico» porque era nueva y era la pieza central de un set que estrenábamos. Fue una idea que vino de un fanático y  nos encantó», confiesa Carlos Mauricio Ramírez, quien era el presentador del programa Se Habla Deporte, al que Perdomo asistió muchas veces. «Invitamos a Beto para bautizarla y en vez de echarle el agua a la pata de la pantalla, me la echó a mí, encima». Entre risas, el ahora conductor de Good Morning Show, en Unión Radio, recuerda que Perdomo siempre se acercaba «con alegría, bromas, consejos, preguntas… pendiente de la familia, de lo que uno andaba haciendo». 
Ramírez, mejor conocido como «Tomapapá», recita las frases de memoria para recordarlo: «llamen a sus amigos y díganles», «¡es un bombo!», «yyy laaa booo-tóoo», «y viene dándoleeee la vuelta al cuadro».

Carlos Valmore, compañero de Ramírez en el programa radial, regresa a sus años de fanático cuando se le pide que recuerde la frase que más le impactó: ¡Cómo se goza ganando! «La grité de joven caraquista», rememora. Ambos compartieron en diferentes transmisiones. En el caso del  director de Meridiano, como comentarista. «Fuimos a la calle del hambre (sitio de comida rápida en el este de la capital), más de una vez». Para William Brito, jefe de redacción del diario Líder, se trataba «de esos hombres agradables, que siempre tienen un cuento. Para mí, su marca característica también es ‘¡y cómo se goza, ganandooo!'»
La trascendencia de Perdomo se nota hasta en la ascendencia que tenía en los jóvenes que cubrían otras disciplinas. Fue el caso de Erasmo Provenza, relator de fútbol en Meridiano. «Increíble el legado que dejó. La cantidad de gente plegada al dolor es impresionante. Fue muy querido. Demasiado. Y merecido», escribió el narrador en su cuenta en Twitter. Para él, hay una frase que reina sobre las otras: «Esto está feo, muyyy feooo, Me quedo con esa».
Mari Montes, mejor conocida como @Porlagoma,  periodista y quien por muchos años presentó a los Leones del Caracas en el estadio Universitario, comenta: «No fuimos muy cercanos. Coincidimos en Televen, cuando yo trabajaba en Flash Tv», pero eso no impide que rápidamente le vengan a la mente varias ocurrencias de Perdomo, cuando estaba al aire. Estas son las que más recuerda: «Es verdad, es verdad, es verdad»; «Y-la-bo-tó» y «Llamen a sus amigos y díganles….». El famoso «Ponty», @alfonzoalvarezD, se alternaba con Beto la narración de los partidos de pelota en el circuito de los escualos, Televen y Meridiano. «Por esa misma condición, coincidíamos poco». Sin embargo, también recita de memoria las que considera son sus mejores frases: «yyyy la-bo-tó»; «Esto está feo, muy feo» y «Es verdad, es verdad, es verdad…».
Y es verdad, es verdad, es verdad que nadie olvidará el ingenio de Humberto «Beto» Perdomo.
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