De Interés

Caracas Utópica: Epifanías de Donaldo Barros

Caracas, ciudad de aires afanados, tiempos cortados, ruido, tráfico y sopor; una montaña que la abraza a pesar de su rudeza y contempla desde el verde compasivo, Caracas la que conocemos… Caracas tomada por Donaldo Barros, la que anhelamos, no por la belleza de su imágenes, o porque se trate de lugares conocidos, es la connotación de humanidad y pertenencia que nos ha sido devuelta.

Publicidad

Al observar cualquiera de sus fotos, agradecemos que alguien más siente como nosotros, Donaldo Barros no le exige al espectador conocimiento a priori, un ojo muy crítico o saberse de memoria teorías del arte, su obra nos hace sentir cómodos e informales , lo cual crea una empatía de inmediato con sus imágenes.

Hace un tiempo sigo el trabajo de este peculiar fotógrafo, mis primeras aproximaciones a sus piezas fueron de manera fortuita, y sí, me agradaron pero lo sentí como algo azaroso; Fue en una exposición hace poco más de un año, cuando al entrar, en primer plano estaba una de sus obras, en gran formato, y fue allí donde comprendí la majestuosidad de sus obras.

Processed with VSCOcam with c1 preset

Se trataba de una bailarina, retratada en una terraza, rodeada de edificios, calles, antenas de tv , cables de luz y todos esos artilugios que deshumanizan y a la vez dan vida a una ciudad, la bailarina pareciera que levitara , y que aunque forma parte de este caos, ella está muy por encima de esto… lo que trasmitió aquella foto en mí , perdura hasta el día de hoy , pues es ese anhelo de libertad que perseguimos todos los seres humanos , ese clamor al cielo y esa entrega total a la vida.

Concreto, naturaleza, un instante de luz que se eterniza a través del lente, ciudadanos que pasan a ser personajes efímeros, pues con el tiempo vuelven al anonimato donde habitan, emociones expresadas en miradas y gestos , es solo parte del colectivo emocional con el que nos atrapa el artista Donaldo Barros.

Considerar la fotografía como arte ha sido un tema con miles de páginas y tratados a la orden del día, es debatible y conlleva largas horas de discusión, empero en este caso, se despeja toda duda con solo pararse frente a una de sus piezas; son imagines de mi ciudad, de plazas y calles, que si bien conozco desde la niñez, a la vez se hacen nostálgicamente desconocidas, y es allí donde radica la grandeza de este fotógrafo, que de inmediato lo vuelve un artista. El arte no debe explicar, no es inteligible, solo busca producir un cambio de ánimo a quien la contemple y cuando esto sucede, no hay más que decir…

Donaldo1

Al artista no le importan las críticas, sus cánones de belleza son los que se imponen en su juicio, por ello se arriesga con lugares, personajes, tomas y ángulos que otorgan esa rareza de la que nos habla el escritor  Charles Beaudelaire cuando dice. “… Lo bello siempre es raro, lo que no es ligeramente deforme presenta un aspecto inservible…”

Esa belleza en sus fotos, que muchos llaman rebeldía o protesta, no es más que la honestidad brutal de un juicio estético y emocional del artista; Barros logra convertir lugares comunes, en espacios de alma compartidos.

Tener una obra de este ingenioso artista, es mucho pero mucho más que eso, es pertenecer y participar en un tiempo y lugar efímero y eterno.

Processed with VSCO with f2 preset

donaldo4

Publicidad
Publicidad