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Festival de Teatro de Caracas: Un telón rasgado por la crisis

La capital fue la tarima en la que los actores políticos montaron sus escenas: la oposición realizó “La marcha del silencio” y el chavismo continuó el show como si nada estuviera pasando en la ciudad. 

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Fotografías: Shakira Di Marzo

En la Plaza Diego Ibarra duerme un monstruo que mide unos 15 metros de alto y 20 de ancho. Los curiosos lo ven sin saber exactamente a qué hora despertará. Sobre su lomo hay pantallas gigantes y lo rodean dos torres de luces robóticas. Es una de la tarimas del Festival de Teatro de Caracas.

“Tremenda miniteca”, dice un señor desde la Panadería Royal Century, que queda al frente del escenario. Al mediodía, hay más gente haciendo la cola para comprar un combo de seis panes pequeños en 760 bolivares, que niños paseando en bicicleta frente al CNE, una de las actividades programadas en la llamada “Ciudad Teatro” que se dispuso para la sexta edición del evento.

“Necesito la cédula del representante. Pueden manejar como 20 minutos, si no echa mucha vaina, lo puedo dejar un ratico más”, dice el encargado de asignar los vehículos a los infantes, un muchacho de 16 años, con brazos tan delgados como un manubrio y cuya gorra del PSUV parece pesar más que su cuerpo.

Festival de Teatro  Foto:Shakira Di Marzo/

A las 6:00 pm está programada “La fiesta del color”, aunque por los momentos todo sea rojo. Hay un par de micrófonos huérfanos en los que parece que va a declarar alguien importante. “No sabemos nada, no nos han pasado la grilla”, dicen los organizadores quienes advierten la presencia de periodistas. Se resguardan bajo la sombra de un toldo escoltado por la mirada de Chávez hecha mural.

“La marcha del silencio” no hace bulla en la zona. La movilización convocada por la oposición, activa a los cuerpos de seguridad nacional. Se dificulta la tarea de llegar a los 25 recintos donde se presentarán las 120 compañías de teatro nacionales y las 23 internacionales hasta el 30 de abril.

Festival de Teatro  Foto:Shakira Di Marzo/

La ciudad es un enorme escenario en el que cada quien interpreta su guión: los guardias montan piquetes más grandes que sus caras de aburrimiento, algunos se sientan a resolver Sudokus, se acuestan y se arropan con sus escudos de plástico. Hay otros que resguardan todo el perímetro del Parque Los Caobos, lugar en el que queda el pabellón infantil del festival.

Las sirenas de los polícias interrumpen cada tanto los parlamentos del grupo uruguayo El Galpón, quienes se presentan a cielo abierto. Algunos asistentes corean sus canciones, otros aplauden para evadir la realidad. “Yo no tengo plata para llevar a mis chamos al cine. Yo no soy chavista, pero hay que aprovechar las cositas chéveres que hagan”, dice Madeleine Contreras mientras toma de la mano a sus dos hijos.

Festival de Teatro  Foto:Shakira Di Marzo/

Países invitados como Chile, España y Colombia (homenajeado de esta edición) se alternarán las tarimas dispuestas para el encuentro. “Esa gente no va a cobrar en bolívares, por más hippies que sean. ¿Por qué el gobierno no invierte esos reales en medicinas o comida? Yo entiendo que la cultura es importante, pero, por ejemplo, yo no voy a comprar un libro si no tengo ni para comer”, sentencia Carlos Gamboa, un vigilante que pasaba por la zona.

Freddy Ñañez, ex Ministro de Cultura y Presidente de Fundarte, recibió un mensaje por Whatsapp. Se le consultó cuánto dinero se invirtió en esta edición del Festival de Teatro de Caracas. Nos dejó “en azul”.

Hace dos años había contestado la pregunta al diario El Nacional. 320 millones de bolívares fue el presupuesto del festival en 2015, un monto que en ese entonces superaba al situado constitucional que recibió el municipio Sucre: 255.746.325 bolívares.

Cuentos cortos.

800 bolívares cuesta el algodón de ázucar. El vendedor pellizca un poco para endulzar su café. La jornada será larga. La carpa del circo que se levanta frente a su puestico aún no se llena. La gradas oxidadas reciben más polvo que gente.

Festival de Teatro  Foto:Shakira Di Marzo/

Las caricaturas caminan entre quienes recorren el parque Los Caobos. Un guardia le pide el número a una chica y lo anota al margen de un ejemplar de Ciudad CCS, un muchacho fuma mientras hace biceps con una barra de concreto y el motorizado con quien hago el recorrido tiene un fetiche con frenar en seco cada siete minutos. Lograr escribir esta nota es mi fe de vida.

La próxima parada es el Teatro Nacional, donde la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas empezó a tocar a las 3:00 pm, hora en la que las bombas lacrimógenas rompieron el silencio en el que se encontraba la urbanización, Altamira, aunque es un dejavù de todas las tardes recientes.

El Celarg se encuentra en zona de guerra. En la sala 2 esperan para presentar Era mi mejor amigo pero lo maté de Kabreteatro. Son las 5:00 pm y los asistentes entran a la sala, mientras, más abajo del recinto, los acceso a la Plaza Altamira siguen cerrados.

El arte de la protesta

Locación: exterior del Teatro Municipal.
Acción: guardias persiguiendo actores.
Extras: oficialistas reactivos.

“¡Escuálidos!,¡Váyanse a Miami!, ¡Viva Chávez!”. Una retahila de insultos recibieron los artistas que manifestaron el viernes frente al Teatro Municipal de Caracas, lugar en el que se inauguró el festival. Ayer se repitió la escena frente a Unearte, luego de que terminara la función de El pez que fuma. Los manifestantes pensaban apostarse en la Plaza Morelos, pero estaba tomada por unos 150 efectivos de la GNB.

Festival de Teatro  Foto:Shakira Di Marzo/

Intérpretes, directores y productores repudiaron que desde la cuenta en Twitter del Ministerio de Cultura se promocionara la etiqueta #AlGuaireLoQueEsDelGuaire, hashtag con el que el oficialismo se mofaba de los manifestantes que han tenido que refugiarse en el vertedero para escapar de la represión de los cuerpos de seguridad nacional durante las marchas.

“Salimos del Guaire limpios de conciencia”, se podía leer en la pancarta que sostuvieron respetados artistas de la escena teatral, entre los que se encontraban Rossana Hernández (quien dirigió La cocinera) y Gabriel Agüero (ganador del premio Marco Antonio Ettedgui 2015).

Festival de Teatro  Foto:Shakira Di Marzo/

“El ambiente estuvo tenso. Algunos de mis compañeros sintieron que pudo haberse desatado un hecho violento si permanecíamos parados allí por más tiempo. Estuvimos lo suficiente para que la gente hiciera fotos y compartiera por redes. A Ricardo Nortier lo persiguió la GNB hasta su carro, hubo otras personas que se refugiaron en una tasca porque también los estaban siguiendo. Afortunadamente no pasó a mayores”, comparte Agüero, miembro de Deus Ex Machina, uno de los nueve grupos que decidieron retirar sus obras de la programación del festival.

“Si el año que viene tienen un poquito de menos odio, acá los esperamos”, dijo al respecto el Alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez, durante la inauguración del evento. “Venceremos la tristeza, la oscuridad, la muerte, que sea El Festival el exorcismo contra la violencia”, agregó.

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