De Interés

Amor en tiempos de crisis 2: El no-viazgo

La casa olía a quemado y yo solo me reía. “Huele a cigarro y tú no eres así de feliz. ¿Fumaste marihuana otra vez?”, preguntó mi mamá. Le contesté que no, y solté otra carcajada sin saber porqué. Yo no estaba seguro si esa alegría de gafo era porque había comido demasiada azúcar en el cine o porque me estaba enamorando de mi futuro ex.

Publicidad

La vieja revisó las gavetas a ver si me encontraba un porro, una pipa o una jeringa. No halló nada. Yo hubiera preferido inventarle que estaba fumando monte a contarle la verdad: que estaba saliendo con alguien. Y no porque mi mamá sea homofóbica, sino porque ella iba a querer conocerlo, invitarlo a desayunar los sábados a la casa, sentarse a hablarle de mis mañas y lanzarse a la Asamblea Nacional a sacar de la gaveta el proyecto de ley de Matrimonio Igualitario para que Arturo se casara conmigo.]]>

Publicidad
Publicidad