El Gobierno de Maduro quiere, pero la ministra de Aruba puso el freno. La apertura de la frontera entre Aruba y Venezuela podría verse como una victoria para un gobierno que busca legitimarse antes de las elecciones presidenciales, sin embargo, esta apertura no será tan rápida ni tan directa si no hay una negociación clara.
La primera ministra de Aruba, Evelyn Wever-Croes, señaló que el gobierno de Venezuela le pidió que anunciara una pronta reapertura de la frontera, pero Aruba se negó porque aún Maduro no se sienta en la mesa para acordar unas condiciones claras para poder avanzar en una posible apertura.
“Las autoridades venezolanas recientemente nos pidieron hacer una declaración de que se va a abrir la frontera para después sentarnos en la mesa a negociar. Así no trabajamos nosotros”, señaló Wever-Croes en una entrevista de un medio de Aruba.
La mandataria de Aruba subrayó que primero debe celebrarse la negociación entre las partes y, posteriormente, anunciar la reapertura bajo condiciones bien definidas, que garanticen responsabilidad y seguridad para ambos países.
“Si anunciamos una reapertura sin tener nada arreglado, eso no es transparente y da esperanzas falsas a la comunidad. Aruba quiere reabrir la frontera, pero tiene que ser bajo condiciones bien definidas”, insistió la primera ministra.
Aruba no cerró la frontera
La primera ministra dejó un punto en claro: “Aruba no cerró la frontera”. “En 2018, el presidente Maduro cerró las fronteras con Aruba, Curazao y Bonaire y nos acusó de estar robando el cobre de Venezuela”, apuntó.
En ese momento, desde el Gobierno de Caracas se tomó la medida de cierre argumentando que las islas eran el destino del tráfico de material estratégico y oro que salía de la nación de forma irregular. Tan solo cinco meses después, alrededor de junio de 2018, la restricción fue levantada; sin embargo, Caracas volvió a pasar la llave en febrero de 2019, en respuesta a la decisión de Curazao de ceder su territorio para instalar un centro de acopio de ayuda humanitaria para Venezuela.
Esa ayuda humanitaria trató de ser ingresada al país por el líder opositor Juan Guaidó, reconocido en ese momento como presidente encargado de Venezuela por Estados Unidos, las potencias europeas y la mayoría de los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La jefa del gobierno de Aruba comentó que durante la toma de posesión de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, en enero de 2022, planteó la misma propuesta al canciller de Venezuela. “Hablé con el Canciller en Honduras, los invité para estas reuniones. Ya lo hicimos en 2018, 2019 y 2020 antes del covid19, pero Venezuela prefiere hacer el anuncio antes y luego sentarse en la mesa de negociación”.
Una isla con sentimientos mixtos
La primera ministra admitió que en la isla existen “sentimientos mixtos” ante la eventual reapertura de la frontera: por una parte, el sector comercial espera poder importar frutas, verduras y materiales a precios más bajos, lo que ayudaría a combatir la inflación, aunque por otro lado, hay preocupación porque el gobierno arubeño -presionado por Países Bajos- debe reducir gastos y eso afectaría su capacidad para atender la frontera.
En este momento, el número de venezolanos indocumentados en la isla equivale al 15% de su población total.
Wever-Croes sostuvo que la “negociación es compleja”, pero sigue siendo prioridad abrir la frontera “de forma segura y responsable”. Acotó que todos los esfuerzos están siendo coordinados por la embajada de Países Bajos en Caracas, “que tiene contacto constante con las autoridades en Venezuela”, resaltó.
Con información de Banca y Negocios