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María Lionza: cómo es y de dónde viene el culto a la diosa y su famosa estatua

El doctor Omar Garmendia, docente, historiador y cronista fallecido en junio pasado, dejó una vasta obra, incluyendo un valioso Diccionario de María Lionza. Sus textos nos sirven para comprender mejor el mito en torno a esta figura del folklore venezolano que está hoy en el tapete tras la confusa sustracción de una estatua de valor histórico que estaba bajo resguardo de la UCV.

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María Lionza, estatua original

«El mito de María Lionzay su culto, en el aspecto más general, representa un fenómeno sociológico de carácter mágico-religioso-ritualista que pone de manifiesto el vínculo existente entre el hombre y la naturaleza, entre lo sagrado y lo profano, lo material y lo espiritual. Como culto, estas formas de ritualización expresan una disposición religiosa de carácter sincrético, sin estructura jerárquica, dogmas universales y carencia de doctrina».

En su origen mágico como concepción indígena, el mito de María Lionza tiene su génesis en Uyara o Wuhyara, diosa de las lagunas, ríos y cascadas, madre protectora de la naturaleza y reina del amor (Antolínez, 1974). Se la describe como una mujer de sonrisa dulce y melancólica, de inigualable belleza seductora y que a través de sus encantos ejerce el poder y el dominio sobre el género masculino. 

Fue en los territoriosde los hoy estados Lara, Yaracuy y Falcón en Venezuela, donde tuvo su iniciación el mito por parte de los indios arawacos, caribes y caquetíos, establecidos en lo que se llamaba Guana Vacoa (Valle de las Flores, en lengua arawaca), que se ubicaba en lo que hoy se conoce como Chivacoa (Lugar de Vida).

Y es aquí, precisamente, cuando el mito de María Lionza comienza a formarse desde el mismo momento en que la ritualización ancestral y atávica de las primitivas etnias le confieren al personaje poderes y encanto, dentro de las concepciones indígenas precolombinas. El mito, justamente, distingue a un tipo de mentalidad primitiva que demanda interpretar el mundo con predominio de la fantasía sobre la razón, en la narración e interpretación de los hechos. 

El culto de María Lionza, tal como lo conocemos actualmente, es de origen reciente, absorbiendo creencias, supersticiones y mitos de procedencia indígena, africana y cristiana, incorporados luego de la llegada de los españoles en la conquista y colonización de la provincia de Venezuela. Comenzó a formarse el culto a María Lionza en el entretejido cultural del mestizaje aborigen, español y africano, para llegar a ser hoy en día una importante manifestación cultural de carácter nacional e internacional.

En su origen histórico, la denominación primitiva de María Lionza era María de la Onza, apelativo que se le daba a María Alonso, acaudalada encomendera que vivió en la época de la Colonia en 1635 y porque atesoraba grandes cantidades de onzas de oro en ocultos parajes de sus dilatadas posesiones cercanas a la población de Chivacoa. Con el andar del tiempo el nombre de María de la Onza, por contracción fonética, se convirtió en María Lionza.

En los repositorios del Archivo General de la Nación (A.G.N) de Caracas, Venezuela, existe una antigua escritura, específicamente el traspaso de una hacienda de cacao destinada como fuente de recursos económicos para el convento de San Francisco, en Barquisimeto, Venezuela, donde se establece que la referida posesión está situada en el Cerro de María Alonso, con el cual limita por el oriente.  De acuerdo con los linderos fijados, aquel cerro es el mismo que hoy se conoce como Cerro de María Lionza, designado así desde el siglo XVII (Manara, 1995; Avellán, 2002). 

Es de hacer notar que en los actuales momentos esta manifestación folclórica y ritualista está atravesando por un proceso de transformaciones, disgregaciones y aun tergiversaciones y deformaciones como resultado de las múltiples influencias externas que ha estado recibiendo. Ante esta situación, diversas personalidades y grupos organizados han manifestado sus inquietudes en pro de la defensa y preservación de esta actividad folclórica de carácter espiritual, por lo que se ha hecho necesaria la difusión de obras de toda índole contentivas de los principios generales del culto de la Reina de Sorte, como uno de los objetivos de esos grupos, para intentar mantener en toda su pureza el culto original indígena y mestizo.  

En esta parte 2 del post dedicado a la descripción de las cortes de María Lionza, se tienen las siguientes, las cuales forman parte del culto de la Reina de Sorte:

La Corte Celestial está integrada al panteón de la Reina y contiene en su mayoría elementos e iconos católicos e incluye dentro de ella a María Lionza, a Dios Todopoderoso, al Corazón de Jesús, a las Tres Divinas Personas, a Cristo Crucificado. Esto es posible porque en los sistemas mágico-religiosos sus elementos son altamente permeables y flexibles dentro de la espontaneidad y funcionalidad de los creyentes.

La Corte Libertadora o Bolivariana está presidida por Simón Bolívar, secundado por el Negro Primero, único negro con rango de oficial en el ejército del Libertador y que preside la Corte Negra. Esta Corte recoge a los principales héroes, próceres y presidentes venezolanos.

La Corte Medica está representada en el doctor José Gregorio Hernández, Luis Razetti, José María Vargas, don Nicanor Ochoa y el profesor Lino Valles, así como otros médicos de renombre, como el doctor Gómez Peña, de Maracay, Aragua, médico muerto en 1972 a quien se le atribuyen cualidades sanadoras, y chamarreros locales que se han destacado en su labor en regiones específicas del país.

La Corte de los Juanes, serie de personajes pertenecientes al imaginario venezolano, conformada por espíritus intermediarios de los dominios ilimitados sobre elementos naturales. Es la misma corte de los chamarreros y yerbateros. Forman parte de esta Corte: Don Juan del Río Yaracuy, de las Aguas, del Bosque, de los Cuatro Vientos, del Tabaco, del Camino, del Odio, del Desespero, del Volteo, del Pensamiento, del Viento, de los Retiros, del Espíritu del Tabaco, del Tabaco, de los Encantos, de los Cabrones, de la Calle, de las Lágrimas, del Humo, de los Barrancos, de la Luz, del Dinero, de la Suerte, del Monte, del Chaparro, de los Documentos, de los Candados, del Desasosiego, de las Carreras y otros más.

La Corte India Americana, conformada por los espíritus de indígenas de Norteamérica, como Pluma Blanca, Flecha Rota, Gerónimo, quien juega un papel importante en el desarrollo de las materias, Oso Gris, Toro Sentado, entre otros.

La Corte Malandra, compuesta por espíritus considerados ánimas milagrosas en ascenso. Ánimas penantes que tuvieron una oportunidad y que hicieron daño o robaron para darle al necesitado. Eran personas con poder espiritual que en vida tomaron el camino de la droga, el robo y la delincuencia, y que al morir no estaban dentro de una disciplina y por los favores concedidos al pueblo, su familia o los amigos, les fueron dando una jerarquía, una elevación, por medio de velaciones, oraciones y rezos que los han llevado a su ascenso.

Esta corte se ha incrementado y ha sido aceptada dentro del culto de María Lionza. Entre los representantes de esta corte figuran: Machera, malandro drogadicto, muerto en tiroteo con la policía, y cuya tumba es visitada diariamente en Mérida, estado Mérida (Venezuela), por infinidad de personas y su culto ha sido incorporado al panteón de María Lionza, Ismael Urbaneja, Luis Sánchez, Luis Virgüez, Sandoval, el Chamo Luis, el Chamo Coco, Pedro Sánchez y Yorman García.

La Corte Vikinga, espíritus cuyos integrantes son el Doctor (Mister) Vikingo, Mister Erick, el rey Olfa y sus hijas las princesas Érika y Andaraona. Se distinguen por hacer grandes sanaciones, curaciones y operaciones. La mayoría las hacen por medio de la Corte Médica.

Corte de los Yerbateros, conjunto de espíritus que trabajan con yerbas y brebajes para efectuar curaciones. Entre sus miembros están Apolinar Campos, Lino Valles, don Toribio Montañez, Nicanor Ochoa, Domingo Antonio Sánchez, larense que murió en la carretera de Carora (Venezuela) y se considera además protector de los choferes.

Fuente bibliográfica consultada: Garmendia, Omar (2012). Diccionario de María Lionza, Visión lexicográfica de un mito venezolano. Editorial Académica Española.

 Bibliografía consultada para este post:  

Antolínez, Gilberto (1974). Hacia el indio y su mundo. Barquisimeto: Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado.

Avellán de Tamayo, Nieves (2002). La Nueva Segovia de Barquisimeto. Academia Nacional de la Historia.

Garmendia, Omar (2012). Diccionario de María Lionza. Visión lexicográfica de un mito venezolano. Editorial Académica Española.

Manara, Bruno (1995). María Lionza, su entidad, su culto y la cosmovisión anexa. Caracas: UCV

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