Tareas y retos de las empresas para 2023: ¿cuáles son y qué recomiendan especialistas y miembros de La Asociación de Jóvenes de Venezuela?

Ser empresario en Venezuela nunca ha sido tarea fácil, especialmente ahora, donde el contexto es competitivo, cambiante y cargado de dificultades económicas que hacen más complejo el crecimiento. Para profundizar en cuál es la realidad actual, la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) presentó Del conocimiento a la acción, la III edición de sus perspectivas económicas, enfocadas en el año 2023.

El evento contó con la participación de Luis Oliveros, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Unimet; Alberto Afiuni, contador y CEO de EY; Ana Karina Cárdenas, consultora en Comunicación, Sostenibilidad e Innovación; Federico Mendoza, CEO de Diageo Venezuela; y María Fernanda Vera, confundadora de La Wawa.

En conjunto, el equipo dio respuesta a preguntas que causan mucha tensión a los empresarios y emprendedores de Venezuela: ¿Vale la pena empezar o continuar en el país? ¿Qué elementos debo considerar para maximizar las oportunidades del entorno? ¿Qué puede cambiar en el tiempo? ¿Qué factores debo medir y cuidar? ¿Cuál es la realidad a la que se enfrenta una empresa venezolana?

En esta nota, El Estímulo expone en claves parte de lo que dijeron los ponentes de AJE el pasado jueves 2 de febrero.

Lo primero: hay que considerar el contexto global

Para generar perspectivas económicas, primero hay que evaluar el entorno más allá de los límites geográficos venezolanos. Luis Oliveros, economista, indicó que cualquier empresario no debería ignorar estos hechos concretos: Estados Unidos está teniendo problemas económicos, pues pasó a 7% de inflación anual cuando estaba en 3%; la invasión de Rusia a Ucrania continua y su repercusión en otros mercados; y la incertidumbre que generan los lockdowns de China por la pandemia.

“Esto al final deja un problema de inflación global. Desplome de mercados financieros. Incertidumbre por posible crisis energética (…) y el colofón es que pareciera que no hay un líder global que pudiera generar tranquilidad en el mundo”, explicó Oliveros.

En cuanto a Venezuela: “Si consideramos que el PIB de Venezuela pudo haber crecido hasta 13% según cálculos propios, y un empresario tiene 8% o 7%, significa que hay una oportunidad de negocio, y no se trata de olvidar lo que pasó, sino de entender a una economía más pequeña y con distorsiones. Ahí es donde vale la estrategia competitiva”.

“Si usted es de los que piensa que hay que esperar que salga el régimen para poder invertir, usted se está perdiendo una parte de la historia”.

Luis Oliveros, economista

¿Qué recomienda?

“Lo primero es que si bien hay un entorno positivo, desde el punto de vista del crecimiento, hay que seguir teniendo en cuenta la inflación y la devaluación. Son puntos importantes estos primeros meses porque pareciera que el Gobierno carece de herramientas para filtrar este problema. Sin más flexibilizaciones de sanciones, el techo de crecimiento seguirá siendo bajo, pero se esperan más permisos. Considerar los problemas de infraestructura, ya que van a continuar. Trabajar en aprovechar las oportunidades que genera el entorno porque si usted no lo hace, el que está justo al lado lo hará. Hay que ser competitivo en servicios y precios. Hay que saber cuál es mi nicho de mercado, los indicadores de mi empresa”

Segundo: ¿cómo se logra esto en la práctica?

Alberto Afiuni, contador y CEO de EY, señaló que el avance solo se logra con la reinvención: “En un entorno cambiante, requerimos una evolución constantemente y este año la gran pregunta es cómo ser rentables en un entorno competitivo”.

Afiuni recomendó que lo principal es tomar en cuenta los datos para armar una estrategia: “Si tenemos un incremento del costo de operación, donde este año puede estar en el orden de 30% o 50% en dólares, tenemos que tener una estrategia de precios que nos rentabilice el negocio, pero que no nos haga perder clientes”.

Para ello, debe garantizarse: operaciones de cobertura, revisión diaria del flujo de caja y posterior conversión en moneda dura para evitar pérdidas de hasta 15%; y sobre todo, contabilización de todos los impuestos para evaluar la voracidad fiscal.

“La contabilidad es el pegamento entre la estrategia y los resultados”, resaltó Afiuni, quien indicó que es necesario que todo empresario lleve un dash board diario para evaluar dónde está y hacia donde va.

Además destacó que para proteger el margen de ganancia, la fidelidad del consumidor y potenciar la llegada de otros, se debe tener en cuenta una estrategia híbrida de precios.

“El año pasado hubo una depreciación cambiaria de alrededor de 1,20 o 1,15 en diciembre. Para atender eso, yo debía hacer crecer mis precios en dólares y tener clara la relación inflación-devaluación, los costos en dólares y bolívares, y planificar. Además debía considerar cuál era mi punto de quiebre sin perder clientes; hacer análisis de mercado; tener inteligencia de mercado, elasticidad, y políticas de descuento”, resalta el CEO de EY como parte de lo que se debería incluir en la estrategia.

Sin embargo, para Alberto Afiuni la verdadera clave está en el cliente:

“Hay que segmentar, hay que considerar quiénes son los clientes que generan mayor rentabilidad y entender el willing to pay de cada uno de ellos. Los clientes son el centro de la estrategia. Hay que enamorarse de sus necesidades para capturar el valor y potenciar la experiencia de comprar, que en Venezuela siempre ha sido muy valorada”.

Tercero: ¿qué se lleva realmente a la práctica?

Para conocer a profundidad qué es lo que realmente pasa detrás de una empresa en crecimiento exitoso, AJE consultó a un panel conformado por Federico Mendoza CEO de Diageo Venezuela, María Fernanda Vera CEO y co-fundadora de La WaWa y Ana Karina Cárdenas especialista en comunicación y manejo de crisis.

Mendoza indicó, entre otras cosas, que lo más importante es identificar si realmente la empresa maximiza las oportunidades que brinda el entorno: “Hay que hacerlo especialmente porque el pasado en este país no nos dice nada. Hay que trabajar de cara a lo que existe afuera y el futuro. Todos nuestros indicadores de gestión se marcan por lo externo. Hay que entender que el entorno se mueve según las acciones que nosotros tengamos como empresarios”.

María Fernanda Vera, que dirige una starup, expresó: “No hay tiempo de quemar dinero. Hay que trabajar para ser eficientes con nuestras inversiones, que vayan de la mano con el retorno y el crecimiento que esperamos tener. En el caso de nosotros [La Wawa] trabajamos en función a eso todas las estrategias. Hay que considerar las variables necesarias para apostar por un público. Si trabajamos con dinero de inversionistas, tenemos que ser muy cuidadosos con las decisiones que tomamos. Hay que ser eficientes y vigilantes del entorno”.

Ana Karina Cárdenas señaló tres aspectos que hay que cuidar: la desconfianza del público o cliente, el talento humano que se mantiene en la empresa y la agilidad para adaptarse al cambio.

La especialista en crisis de marca lo explicó de esta manera:

“Hay muchos nuevos actores que entran al país y juran que por ser una gran marca, van a lograr grandes ventas. Pero la verdad es que la gente de este país busca quién está detrás de esa marca. Por eso hay que atacar la desconfianza a través del posicionamiento y conocimiento, de que el otro entienda qué hay detrás. [Las empresas] no van a tener el éxito que desean si no se dan a conocer e intentan relacionarse, sobre todo si son nuevos. Tienen que ser transacciones de construcción de confianza”.

En cuanto al talento humano, Cárdenas resaltó que la retención del talento humano en Venezuela sigue siendo compleja. No solo se trata de la migración de personal capacitado, pues esas cifras han disminuido, sino del poco beneficio que consiguen estando en su puesto.

“Hay personas que dejan su puesto, literalmente, por un billete más. Porque hay más beneficios o cualquier otra tema. Y eso es complejo porque hay que volver a empezar de cero. Si no se invierte en talento humano, en su capacitación constante, y cambiar la perspectiva de que todo es beneficio, se va a perder algo importante”.

Sin embargo, según Ana Karina, Cárdenas, es la agilidad para adaptarse al cambio el punto de inflexión de toda empresa: “Cómo hacer que las grandes corporaciones innoven de manera ágil es el tema. Una de mis recomendaciones es que piensen como star up. De nada vale la estructura y una metodología bellísima si los procesos son lentos. Si no hay agilidad para entender el entorno”.

¿Dónde conseguir más información de AJE Venezuela?

La Asociación de Jóvenes Empresarios comparte más recomendaciones y guías sobre el mundo empresarial en Venezuela a través de su cuenta en Instagram. También se puede encontrar más detalles para formar parte de la organización y sus beneficios. El usuario es @ajevenezuela