Donar cabello: un gesto que va más allá de la apariencia de las pacientes con cáncer 

Diana de Concilies fue perdiendo cabello, hasta que un día despertó sin un cabello. El doctor que la trató le informó que sufría de alopecia y que solo tenía una opción real: aprender a vivir con ello. Entonces tomó una decisión, no solo aprendió a vivir con ello, sino que se convirtió en una experta en pelucas. Lleva 40 años en este mundo y 18 apoyando a Senosalud como experta en el tema.

«Con el tiempo aprendí que lo que tenemos encima no da la felicidad, te da la tranquilidad de verte bonita. Pero la felicidad te la das tu misma y yo aprendí a ser feliz» expresó Concilies.

Quien no ha vivido esta experiencia, tal vez piense que perder el cabello no es un gran trauma. Pero para los pacientes oncológicos sí lo es. Muchos, cuando se ven al espejo, no solo ven la ausencia de algo que antes crecía de manera natural, sino que la imagen les recuerda diariamente que sufren una enfermedad.

La pérdida de autoestima y la tristeza que genera esa imagen puede tener un impacto en la propia recuperación. Por eso muchas empresas se unen para que mujeres que se quedan sin cabello, obtengan una peluca. Y eso fue lo que sucedió en el evento “Juntos por una vida color rosa”, que se realizó el pasado 7 de octubre.

Se trata de la segunda edición, organizado por Bellisima Express junto con Rotaract, con el apoyo de Nestlé, American Perfect y Senosalud. La misión fue recibir a personas que quisieran donar su cabello para la fabricación de pelucas que serán entregadas a pacientes oncológicos.

No es una empresa sencilla: se necesitan más de 10 a 15 colas de cabello humano para terminar una peluca. Así lo informó Alcira Garantón Lopez, voluntaria de Senosalud y sobreviviente de cáncer de mama.

“Senosalud son los encargados de hacer las pelucas y las donan a las personas que las necesitan”, explica Juliana Ceballos, propietaria de Bellisima Express. Ella aseveró que en la primera edición recolectaron más de 67 coletas, que se transformaron en 16 pelucas, este año afortunadamente la cifra aumentó: recibieron 120 coletas.

¿Qué te motiva a donar?

“Hace 5 años fui diagnosticada con cáncer de mama y empecé una travesía de lo que era el sufrir cuando se te cae el pelo, pero ahora Dios me ha dado la oportunidad de tener una melena abundante y vine a donar mi cabello”, comentó Marisol Mosquera sobreviviente al cáncer.

Expresó que los llamados «eventos rosa» son dedicados a enseñarle a la mujer que el ser diagnosticada no se trata de un decreto de muerte sino un diagnóstico para aprender a apreciar la vida.

Para Gabriela Guillen, miembro de Rotaract y que ha estado en contacto con muchas pacientes oncológicas y supervivientes, donar su cabello es lo mínimo que puede hacer por ellas.

El mes de prevención del cáncer de mama

Además de esta donación, hay más eventos en camino. El 26 de octubre se realizará por segundo año consecutivo el desfile rosa en el Centro Comercial Cerro Verde, una pasarela donde participan pacientes oncológicas de diferentes edades, que modelan atuendos de marcas reconocidas.

Para Karelys Pieruzzi, una de las más grandes enseñanzas que ha recibido de las pacientes sucedió en el desfile cuando una paciente, el día anterior ,había recibido una quimioterapia y como consecuencua se sentía muy mal. Cuando le preguntaron a la modelo si no quería desfilar, respondió: “Yo estoy aquí por esto, nací para esto. Me lavo la cara y salgo”.

Ahora bien, si estás interesado en realizar donaciones de cabello para esta o cualquier otra iniciativa, solo debes cumplir con las siguientes tareas: tener el cabello limpio y seco al momento del corte. No importa que tenga color, descolorido, rizado, canoso, liso. La variedad siempre es mejor por una razón: el paciente puede escoger la peluca a su gusto.