Tocuyito: familiares de presos políticos dicen ser amenazados con Operación Tun Tun
El desalojo de estos familiares, que residen a más de 200 kilómetros de Carabobo, se generó para "evitar" detenciones de los propietarios de las viviendas. Fuentes aseguran que algunos han iniciado la búsqueda de otros alquileres en zonas más lejanas al penal
La vida se complica aún más para los familiares de quienes están recluidos en el penal de Tocuyito, en el estado Carabobo. Este sábado 2 de noviembre siete personas fueron desalojadas de una casa donde estaban alquilados temporalmente debido a que los arredantarios recibieron amenazas de posibles repercusiones y de la activación de la Operación Tun Tun por alojar a familiares de los presos políticos.
La denuncia fue hecha por un familiar de uno de los presos políticos que trasladaron al penal a finales de agosto y confirmada a El Estímulo por otras tres personas.
Tras las detenciones posteriores a las elecciones del 28 de julio, muchos familiares de los presos trasladados a Tocuyito decidieron alojarse cerca de la zona para estar al tanto de lo que pasa con sus seres queridos y poder asistir a las visitas de media hora cada 15 días.
De acuerdo con las fuentes, la decisión de desalojarlos surgió luego de que los propietarios de la vivienda, ubicada en uno de los caseríos frente al penal, recibieran amenazas de posibles detenciones por brindar apoyo y resguardo a los familiares de los detenidos.
Esto ocurre horas después de que terminara una vigilia que organizó el Comité por la Libertad de los Presos Políticos desde la tarde del viernes 1 de noviembre hasta la mañana de este sábado.
Ligia, madre de un detenido que conversó con El Estímulo a mediados de septiembre, explicó: «Anoche, con la cuestión de la vigilia, una señora prestó el patio de su casa y todos teníamos miedo. Nos tuvimos que salir de ahí porque había mucho policía».
Además indicó que las personas que tuvieron que movilizarse a otro lugar son de Lara, un estado ubicado aproximadamente a más de 265 kilómetros de Carabobo y que tuvieron que dejar para encargarse de los procesos penales de sus familiares.
Una de las voceras del Comité por la Libertad de los Presos Políticos denunció en un video que cuerpos de seguridad del Estado los intimidaron múltiples veces mientras oraban y compartían frente al penal de Tocuyito. Hubo presencia de la Policía Nacional Bolivariana, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
— Comité por la Libertad de los Presos Políticos. (@clippve) November 2, 2024
Según el Foro Penal, hasta el 28 de octubre en Venezuela hay 1.958 presos políticos y 1.828 fueron detenidos luego de las elecciones del 28 de julio. Sin embargo, otras ONG estiman que estas cifras podrían sobrepasar las 2.000 detenciones.
Quienes han podido visitar a sus familiares en Tocuyito han expresado que los detenidos están muy delgados y que no les permiten dejarles alimentos. Durante la última visita, que ocurrió el martes 29 de octubre, una familiar indicó que solamente le permitieron dejarles galletas, caramelos y agua. También señaló que la comida que les ofrecen es poca y a veces no está en condiciones de ser consumida.
Hace pocos días, el canciller venezolano Yván Gil negó, en el marco de la COP16 realizada en Colombia, la existencia de presos políticos en el país.
“En Venezuela no hay presos políticos, en Venezuela no hay ni un preso político. Venezuela es un país libre de presos políticos”, declaró a la periodista colombiana Sylvia Patiño cuando se le increpó por las denuncias de los familiares de los detenidos.
"No hay agua. Les dan muy poca comida y es mala. Al principio había lombrices... Esta mañana el desayuno fue pollo podrido que no pudieron comer", dice una madre de los detenidos en las afueras de Tocuyito. Los familiares solicitan al Gobierno la libertad de los menores de edad
De Bolívar, Táchira, Lara, Trujillo, Apure y más estados de Venezuela son las familias que hicieron de los alrededores de la cárcel de Tocuyito su zona de espera. Están cansados, pero no se irán hasta que vean a sus seres queridos en libertad. Hablan para no olvidarlos y demostrar al mundo que están ahí por razones injustas | Por Valentina Rivas y María José Dugarte
Más de 300 jóvenes fueron trasladados arbitrariamente y ahora sus familias no pueden dejarles ni comida ni enseres por órdenes superiores. A las afueras de los penales, sus seres queridos vieron que ahora los custodian funcionarios del Sebin, quienes no dan respuestas sobre su estado de salud