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Vinotinto Femenina: sin recursos, pero con mundiales

El camino a una Copa del Mundo no consiste únicamente en tener una buena actuación en un campeonato sudamericano en una eliminatoria. Ciertamente, es allí cuando puede sellarse el boleto, pero el trayecto es más extenso y complejo. Las jugadoras de la selección femenina de fútbol sub-20, que clasificó al Mundial de Papúa Nueva Guinea, son una muestra de ello.

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Los siete partidos oficiales que disputó Venezuela en Brasil no fueron las únicas pruebas que tuvo que afrontar la delegación criolla para alcanzar este nuevo hito internacional. Detrás de cada gol, de cada punto sumado, hay meses de preparación, en los que el grupo tuvo que sacar lo mejor de sí, pese a las limitaciones económicas usuales en la rama femenina.

Hoy, con el objetivo alcanzado, todo es color de rosa. No parece haber más que caras sonrientes y emoción desbordaba por estar ante un nuevo episodio de triunfo y éxito. Sin embargo, no siempre fue así. “En los días previos al torneo, nos estábamos vistiendo de civiles porque era uno muy importante y solo nos iban a dar un bolso. Nos sentíamos despreciadas, como si íbamos a participar por participar”, contó Lourdes Moreno, quien se convirtió en la primera capitana en la historia del país en clasificar a dos Mundiales organizados por FIFA.

“Nosotras nos reunimos y dijimos que teníamos que ganar por nuestras familias y los pocos que sí nos apoyaban. A ellos debemos agradecerle el doble, porque fueron quienes nos motivaron a callar muchas bocas”, agregó la barinesa, mediocampista del Deportivo Lara.

¿Por qué tanto descontento? La selección estuvo concentrada más de un mes, principalmente en Margarita, lejos de familiares y amigos, y no sentían reconocimiento por sus labores. Incluso se les pidió a las atletas que llevaran las camisetas utilizadas en la única gira internacional que tuvieron, en España, porque el presupuesto no daba para llevar uniformes nuevos al Sudamericano. Así, un elenco que incluye 10 campeonas en el proceso sub-17 y nueve mundialistas no fue tratado con las comodidades, ganadas a punta de resultados.

“Fue una batalla dura. No recibimos ningún apoyo antes de salir, y lo que nos impulsó a ser fuertes fue el amor que sentimos por la camiseta; y que todo el esfuerzo y sacrificio que cada una hizo no quedara en vano”, soltó la anzoatiguense Tahicelis Marcano, referente en la primera línea de volantes.

Sin ser abanderadas, emprendieron vuelo a Santos (Brasil), la sede del evento. Ni siquiera hubo una rueda de prensa para ellas; pero para la selección masculina sub-15, que casi en simultáneo viajó a Colombia para su Sudamericano (en el que no perseguía cupos a un Mundial), sí. Los muchachos recibieron a los medios en la sede de la federación.

Convocadas---Vinotinto-sub-20

El torneo: la consolidación

El cuerpo técnico encabezado por José Catoya pudo controlar los caldeados ánimos del grupo, y entre todos apuntaron al objetivo. El certamen empezó contra el anfitrión, rival que, con un penal inexistente al 90+3’, pudo ganar 2-1. La molestia en la Vinotinto era notable. “Sentíamos que hasta Conmebol intervenía con algunos factores que nos afectaron. Tuvimos muchas cosas en contra, pero nada fue más grande que las ganas que tuvimos de llegar al Mundial”, apuntó Marcano.

Aquella derrota sería la primera y única en toda la competición. Tres triunfos contundentes sobre Paraguay, Chile y Perú abrieron el camino hasta el cuadrangular final. La segunda instancia arrancó con acontecimientos similares a la primera. Venezuela derrotaba 2-0 a Argentina y un penal inventado le permitió a la albiceleste regresar al partido. Otro descuido costó el empate. La revancha con Brasil terminó sin goles, y ante Colombia, en la última prueba, las chamas pudieron reponerse de un 0-1 en contra al descanso, para ganar y alcanzar la meta: la Copa del Mundo. Un solo gol las separó de ser campeonas del evento.

“Esto es lo mejor del mundo. Es como cuando te enamoras la primera vez: es inolvidable”, manifestó la caraqueña Bárbara Serrano, quien también dijo: “Es un poco amargo quedar segundas, pero gracias a Dios, se cumplió lo que buscamos. Tenemos el boleto a Papúa, y ahora solo nos queda prepararnos para ese Mundial”.

“Antes sabíamos que si no lográbamos nada, menos nos iban a tomar en cuenta, pero este es un grupo que poco a poco quiso construir su historia. Y lo hizo. Todavía nos queda. Ahora vamos a esforzarnos para hacer un buen papel”, concluyó la capitana, “Kika” Moreno.

Ahora sí, después del triunfo, todos voltean a mirarlas.

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