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Infantino fuerza a un reajuste en la UEFA

La elección de Gianni Infantino como presidente de la FIFA hasta 2019 obliga a la UEFA a reorganizar su cúpula directiva con la elección de un nuevo secretario general, cargo que éste ocupaba desde octubre del año 2009

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Foto: AP

La designación de su relevo está prevista para el próximo viernes 4 de marzo, en la reunión que celebrará el Comité Ejecutivo, y quien ocupe su despacho será alguien de dentro de UEFA.

Pero su marcha a FIFA Strasse y la inhabilitación de seis años que cumple su presidente Michel Platini no harán que la UEFA inicie un proceso electoral, después del último celebrado en marzo del año pasado con Platini como único candidato.

Desde la inhabilitación de Platini, el presidente de la Federación Española (RFEF), Ángel María Villar, preside las reuniones del Comité Ejecutivo, en calidad de vicepresidente primero, pero no actúa como presidente.

Villar, que lleva desde 1998 al frente de la RFEF, forma parte del Comité Ejecutivo de la UEFA desde 1992 y desde el año 2000 ocupa una de las cinco vicepresidencias, actualmente la primera. Esta condición le ha llevado a presidir las reuniones del Ejecutivo en ausencia de Platini.

El jueves mismo, Villar ejerció funciones presidenciales en el XI Congreso Extraordinario que la UEFA celebró en Zúrich, donde aseguró que Gianni Infantino no era «el candidato de Europa, sino de todo el planeta».

Después de la inhabilitación de Platini en octubre la UEFA ha mantenido su funcionamiento de forma inalterable y ha acordado esperar a que el caso del francés se resuelva de forma definitiva. Hace tiempo descargó suplir el cargo de presidente de forma interina o convocar elecciones presidenciales.

Platini, que asumió la presidencia en 2007 y en marzo de 2015 fue reelegido para un tercer mandato, llevará su sanción al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) con la esperanza de ser exculpado de haber incumplido el código ético de la FIFA.

El castigo que cumple desde el pasado octubre y que por decisión del Comité de Apelación de la FIFA se ha reducido de ocho a seis años, es consecuencia de un pago de dos millones de francos (unos dos millones de euros) que Blatter autorizó para él en 2011 por unos trabajos que hizo entre 1999 y 2002. El Comité de Ética no encontró fundamento para hacer el mismo.

La sanción impidió incluso que el Comité Electoral de la FIFA estudiara la validez de su candidatura para las elecciones de hoy, en las que de inicio partía como el principal favorito para convertirse en el noveno presidente de la FIFA.

De igual forma que rechazó ser cuando supo que Blatter optaría a la reelección en las anteriores elecciones de mayo, la renuncia de éste le llevó a ser el primero en anunciar una candidatura para los comicios que se han celebrado este viernes.

Pero la inhabilitación le cerró imposibilidad y provocó la inesperada irrupción de Infantino en el escenario electoral, su mano derecha en la UEFA, que con su victoria en las urnas prolonga la hegemonía de Europa que acapara ocho de los nueve presidentes de una organización que en 2016 cumple 112 años.

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