El Manchester City no se la jugó en su tierra. A medio camino entre el conformismo propio y la incapacidad por la oposición táctica del Real Madrid, el 0-0 deja al equipo blanco con la primera opción para avanzar a la final de la Liga de Campeones. Eso sí, tendrán que recuperarse Cristiano Ronaldo, que ni se sentó en el banco de suplentes y Benzema, sustituido tras los 45 minutos iniciales.
Cada partido es una historia diferente así lo escriban los mismos protagonistas. Nos pasa con las películas de Quentin Tarantino. Sabemos que encontraremos 45 minutos de diálogos inocuos, pero vamos al cine porque nos intriga el final. Sin embargo, desde el pitazo inicial, se podía intuir que el City y el Real Madrid terminaría sin goles, así se jugara el partido de vuelta de una vez, sin descanso.
Porque el City no fue el Rayo Vallecano, que salió a comerse a los de Zidane sin pensar en los nombres ni en la camiseta del rival. Y así logró el sorpredente 2-0. Que después pagara por su travesura, es otra historia. En todo caso, Pellegrini no quiso imitar a Paco Jémez o no vio en ese encuentro algún argumento para imitar y se fue con la segura: esperar algún error del visitante. No sucedió. El paso del tiempo le permitió al Madrid jugar con la tranquilidad de saberse no atacado.
Sin Cristiano, los merengues intentaron responder con un equipo colectivo, en el que Bale, Benzema y Lucas Vázquez pudieran asociarse desde el mediocampo. No obstante, el City siempre mantuvo lejos a los tres, cuando caían pos las bandas. Y por el centro poco se intentó, porque Modric (cerró muy bien el encuentro) y Kroos no están para esas tareas, al menos no esta temporada. Así, sin mediocampistas finos y con los falsos delanteros alejados del área, lo mejor llegó en dos remates de jugadores cuya primera misión es defender: Casemiro y Pepe. Ambos luego de sendos tiros de esquinas. Ante el constante tráfico en la carretera, el Santo Grial aparecía a balón parado.
El brasileño conectó de cabeza un balón que Joe Hart repelió como si fuera un portero de Jockey y sobre el final, el portugués, completamente solo, remató al corazón del portero inglés. Buen momento para recordar a Bonnie Tayler y su Total Eclipse of The Heart. Quítele una «e» a la última palabra.
Disculpen el momento musical. No hay mucho más para hablar. Fue muy serio del equipo visitante en defensa, eso a pesar de que Pepe recibió una tarjeta amarilla con un mundo por jugarse (minuto 24), pero muy pobre en ataque. El tiempo dirá si las previsiones de Zidane se deben exactamente a su manera de interpretar el fútbol o a la idea de asegurar, con resultados, su permanencia en la dirección técnica.
Del City hay muy poco que destacar. De Bruyne se contagió del aburrimiento que salía desde la silla del técnico. Y de Sergio Agüero nunca se tuvo noticias. Con la temprana salida de David Silva, el plan del ingeniero tomó otro rumbo. Y ni Sterling, con muy poco tiempo en cancha, pudo ganar un balón que por posición de cuerpo tenía a placer. Pepe le superó como si llevara un minuto en el campo.
La vuelta dirá si el plan de apostar por todo en el Bernabéu le servirá al City. Sin embargo, por lo visto hoy, queda la impresión que con un soplido, el Madrid puede tumbar la casa de los Tres Cochinitos. Eso sí, dependerá de que Cristiano tenga los pulmones para ello.]]>
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